El verano es una época… especial, en la que básicamente todo se detiene. Intenta llamar a algún organismo oficial a ver si tienes suerte… porque no va a suceder, está todo el mundo en la playa. Y salvo los posados en bikini de Anita Obregón (Ana, ¿qué te ha pasado este año? Nos has decepcionado), hay poca cosa que contar. Pero si eres de las que renuncian a dejar de ver cosas interesantes, a lo mejor le quieres dar una oportunidad a Outlander, la nueva serie de Startz que se estrenó este sábado y que tiene muy, pero que muy buena pinta.
Antes de nada, permitidme que deje clara una cosa: aquí no hay croquetas (que nosotras sepamos). Pero sí hay una protagonista femenina de carácter fuerte, de la que tanto nos gustan. Basada en saga de novalas llamada Forastera, de Diana Gabaldon, Outlander nos cuenta un viaje en el tiempo de una mujer independiente que es el epicentro de toda la historia y solo por este personaje vale la pena verla.
Claire Randall (Caitriona Balfe) es una enfermera de guerra casada que vive en el año 1945 y que, misteriosamente, se ve atrapada en un viaje en el tiempo que la llevará dos siglos atrás, hasta 1743. Cuando se ve obligada a casarse con Jamie, un romántico y valiente soldado escocés, comienza entre ellos un apasionado romance que partirá en dos el corazón de Claire. Por un lado, su marido en el presente del que ha sido arrancada, por el otro su marido en el presente que está obligada a vivir.
Es ultra complicado elegir en qué género encaja Outlander. La serie está claro que es un romance, más concretamente, un triángulo amoroso, pero aderezada con elementos de ciencia ficción y fantasía que la hacen diez veces más interesante. Desconocemos si habrá croquetillas ocultas en un futuro cercano o lejano, porque además está ambientada en la Escocia del siglo XVIII y eso complica las cosas para meter personajes lésbicos, pero si estás aburrida de playa y piscina y necesitas una buena serie que devorar, esta puede ser una buena elección como cualquier otra. Con el aliciente, además, de tener de protagonista a un personaje femenino que no te hará querer quemar tus sujetadores.
¿Estás siguiendo Black Sails, la serie de piratas de Starz? A nosotras no dio un poco fuerte con su estreno y seguimos muy de cerca la relación Eleanor/Max, con algún que otro disgusto de por medio. La serie no volverá hasta el 24 de enero de 2015, pero ya tenemos en nuestras manos el trailer de la segunda temporada y viéndolo solo se me ocurre eso de que, de verdad, la vida pirata es la vida mejor. Qué calor.
A todo esto, si resulta que eres fan de Hannah New, te gustará saber que la actrizva a ser la protagonista de una película llamada Bed, una película en la que se va a tener que enfrentar a un acosador. Como en la vida misma, vaya.
La verdad es que no recuerdo muy bien la primera vez que me fijé en Natalie Portman, pero probablemente fuera en A cualquier otro lugar, donde compartía cartel con la que para mi es una de las mujeres más atractivas de Hollywood, aún con sus añitos encima: Susan Sarandon. Pero no he venido aquí a hablar de Susan, si no de Natalie. Y de esa boquita con el labio superior ligeramente más adelantado, que parece que esté poniendo morritos todo el tiempo. A los hechos me remito.
Los morritos de Nat en primer plano
Y es que la choni que llevamos dentro sabe del poder seductor de unos morritos. Y como Natalie los lleva de serie es imposible no derretirse. Si a eso le añadimos unos ojos color marrón claro de mirada intensa y ese aire misterioso encuadrado en esa aparente timidez y una sonrisa que deshiela casquetes… pues agarradme que vuelco. Aquí os dejo imágenes de muestra de lo anteriormente expuesto. Pa que luego no me digáis que miento.
Aunque fue en esa escena bajo la lluvia en el balcón en V de Vendetta cuando ya no pude quitármela de la cabeza. Ahí es cuando me di cuenta de que no solamente era una cara preciosa, si no una actriz increíble. Sin obviar el hecho de que el pelo rapado le quede tan jodidamente bien. Admiro mucho a las personas cuya cabeza tiene una forma armónica y se hacen coleta y les queda bien, y se la rapan y es como ¡oh, que atrevido! Te queda brutal. Y no como me pasaría a mí que generaría una reacción tipo ¡Oh dios mío! ¿Pero por qué te has hecho eso? ¿Por qué?
Así que para que la gente no me mire como si estuviera loca, mantengo mi melenón intacto así disimula la extraña forma de mi craneo. Esto no le pasa a Natalie claro. Lo tiene todo bien hecho.
La cabeza perfecta de Natalie. (Si la mides es simétrica desde cualquier punto)
Cabezas simétricas a parte. Volvamos a los labios de Nat y a los besazos que dan esos morritos turgentes. Porque si encontrais a una tía que de besazos como los de Natalie me la mandais. Y es que hay actrices que no saben besar, esto es así. Da igual la intensidad del momento, las palabras dichas previamente, la postura…una escena romántica de lo más épica se puede volver un arggg sólo por la falta de destreza de las dueñas de los labios a juntar. Y Natalie es la master of Universe de los besazos. Si no, que se lo pregunten a Mila. Aunque bueno, ella tuvo ocasión de besar algo más que los labios de Natalie.
https://www.youtube.com/watch?v=IRTB4xQKgYU
Y entendemos perfectamente que Mila quisiera besar ese cuerpo serrano.
Pero si ya era suficientemente fuerte que esté buena hasta estando calva, cuando la vi con tupé ya casi muero. Simplemente no puedo (agarradme que me va a dar una lipotimia de tanto calor).
Sí, lo sé, yo también quiero recorrer la línea del escote hasta donde me lleve. Hasta el infinito y más allá. Que Buzz no era tonto.
No podrían ser dos series más diferentes, pero ambas tienen parejas que nos han robado el corazón y que, esta semana, se acaban de oficializar por todo lo grande.
Con Ymir y Christa, la noticia nos llega desde la Animagic de Bonn, donde George Wada, productor del anime de Shingeki no Kyôjin (Ataque a los Titanes) lanzó la bomba durante el panel de dicha serie.
“Die Charaktere Christa und Ymir in der Tat ein Pärchen seien.” o lo que es lo mismo, “Los personajes de Ymir y Christa son pareja“. Wada estuvo un año reuniéndose cada dos semanas con Hajime Isayama, el creador del manga, para pulir los detalles de la adaptación del anime, así que sabe de buena tinta de lo que está hablando.
Además contó que la esperadísima segunda temporada de este anime de terror y acción estaba ya en pre-producción. Es casi seguro, entonces, que podamos disfrutar de ella para el año que viene.
En el caso de Adventure Time la declaración nos llega de Olivia Olsen, la actriz de doblaje de Marceline en inglés, durante su sesión de firmas en el Barnes&Noble de Los Ángeles.
Olsen nos cuenta que, cuando preguntó a Pendleton Ward, creador de la serie, sobre Marceline y Bubblegum este respondió: “Oh, ¿Sabes que salieron juntas no?” y que la razón por la que no podían hacerlo oficial en la serie es que “En algunos de los países en los que la emitimos, este tipo de cosas son ilegales”. Una auténtica pena que demuestra lo muchísimo que tenemos que avanzar todavía.
Sin embargo, el paso valiente de convertir el subtexto en texto nos parece un grano de arena inmenso que todos estos creadores están haciendo por que el público pueda disfrutar de sus parejas croqueta preferidas de manera “oficial”.
(¡Muchísimas gracias a nuestras avispadas lectoras, Ale, Drone y Desiree por estar atentísimas y soplarnos estas declaraciones tan fantásticas!)
Llega el viernes, llega el fin de semana y, lo más importante (para vosotras y para mi, jiji), ¡llegan mis vacaciones! Mis planes para estos días que se acercan es, basicamente, salir, bailar, y solazarme con la compañía de mi esposa novia. Para todo eso siempre es importante un fondo musical, y qué mejor que esta canción. Simian Mobile disco es la versión 2.0 de Simian, un grupo que primero hizo pop y luego descubrió que la electrónica era, como poco, más divertida.
De su más que recomendable disco Attack, decain, sustain, release, del ya lejano 2007, extraemos este single, Hustler, por dos razones. La primera es que es ultra bailable y te transporta inmediatamente a las cinco de la mañana, cuando no sabes si pedirte otra o irte a casa, y siempre acabas pidiendo otra. Y la segunda es, bueno, porque el video, con ese teléfono roto, es hipnótico. De veras. Si no me creeis, dadle al play, os prometo que os va a encantar. Ah, pero un aviso a navegantes: de esta canción existen dos versiones del video. Cercioraros de que estáis viendo la correcta, porque os podéis llevar un disgusto.
Decir que tenemos ganas de ver la adaptación de Frozen en Once upon a time es quedarse corta. Cada imagen que vemos nos pone los dientes más y más largos, bien por lo fieles que son los caracteres bien porque la historia, que será una continuación del punto donde se quedó la película, no sabemos qué nos va a deparar, y estamos nerviosas. Muy nerviosas. Estos últimos días hemos podido ver, aparte de a Anna, que es fidelísima a la película, a Kristoff con su reno.
No creo que hubieran podido elegir actores mejores para la representación de la nórdica cinta. Nuestras apuestas ya sabéis que no iban por ahí, nosotras queríamos, DESEABAMOS, a Dianna Agron, como para casi todos los papeles del mundo, pero la verdad es que el resultado es espectacular. Ahora sólo queda esperar a septiembre, cuando de inicio la nueva temporada de la serie.
Una de las figuras más interesantes del Hollywood clásico ha sido y será Katharine Hepburn. Protagonista de algunas de las mejores películas de la historia, como María Estuardo, Adivina quien viene esta noche, La reina de África o De repente, el último verano, títulos imprescindibles en cualquier colección de cine, y la actriz con más premios Oscar de la historia, Katharine tuvo una vida personal casi tan intensa como la profesional. Y del resultado de esas vivencias resultará Kate, un biopic que nos puede traer muchas alegrías croquetas.
La película se va a basar en el libro Kate: The woman who was Hepburn, una biografía del año 2006 en la que su autor, William J. Mann, contaba detalles de su vida más que personales, desde la relación que tenía con sus padres, a todas las amantes que pasaron por sus sábanas. Porque aunque algunos, como su sobrina, se empeñen en salvaguardar no sé muy bien de qué la memoria de la actriz, ésta nunca tuvo mucho reparo en esconder que hacía equilibrios sobre la delgada linea de la bisexualidad. Se casó una sóla vez, con Ludlow Ogden Smith, y es por todos recordada su relación con Spencer Tracy, pero por el camino quedan también Laura Harding (“mi marido”), Nancy Hamilton, Frances Rich, Constance Collier, Elissa Landi y otras tantas mujeres, así como otros muchos hombres, con los que Hepburn compartió diferentes momentos de su vida.
Kate Hepburn y Laura Harding
Una de las cosas que más llaman la atención del libro de Mann es que la actriz tenía tres personalidades: Jimmy, su verdadera personalidad, y que abrazó desde que de pequeña se rapara el pelo y proclamara a los cuatro vientos que era un chico, Kath, la mujer que presentaba a su familia, y Kate, la celebridad hollywoodiense que todos conocemos. Está claro que el lado masculino de la actriz estaba más que expuesto en su vida adulta.
Ahora, la gran pregunta es ¿saldrá algo de todo esto en la película o obviarán por completo la bisexualidad de la actriz, en pos de una imagen de devorahombres? Un punto muy a favor es que la encargada de dirigir el proyecto es Clare Beavan. Clare, aparte de abiertamente lesbiana, tiene experiencia en dirigir biopics que se alejan de la norma, como ya demostró en Daphne, que retrataba la vida de Daphne du Maurier, novelista creadora de las obras que inspiraron Los pájaros y Rebecca, esa obra culmen del subtexto lésbico que debería ser de obligado visionado. Lo menos que podemos esperar de esta directora es que barra para casa. Otro aspecto a tener en cuenta es que la película es una producción independiente. Normalmente esto juega a favor de la comunidad LGBT, ya que se evitan las presiones de los grandes estudios y hay más libertad creativa.
Pero el principal, el que nos hace tener más esperanzas en que sea un reflejo verídico de, por lo menos, las relaciones amorosas de Katharine es, precisamente, el libro en que está basado. Si hay algo que no se puede negar es que Kate: The woman who was Hepburn es directo y no se anda con medias tintas, tumbando varios mitos sobre la actriz, como que era un ama de casa devota. Nada de eso. Y si han escogido esta obra para crear el guión, y no cualquier otra biografía autorizada de la actriz, suponemos que es para adaptarla, no para borrar episodios de su vida como si jamás no hubiesen existido. De hecho, el productor del proyecto ha declarado a Indiewire cual es su intención: “Esta no es la Kate Hepburn de dominio público, incluídas todas esas fotos de Tracy y Hepburn, es acerca de la mucho más fascinante y compleja mujer privada. En realidad ella era mucho más interesante y más inspiradora que el mito que creó”. Tengamos, pues, fe en el proyecto.
Si estás siguiendo Masters of Sex, sabrás que en la primera temporada el personaje de Annaleigh Ashford, la prostituta Betty DiMello, nos dejó claro, cristalino, que aunque ella estaba con hombres por dinero lo suyo eran las mujeres. Y más concretamente, una mujer, Helen.
Hasta ahora la susodicha no había hecho aparición en la serie, pero las fans estábamos esperando que se pronunciara, porque ya hemos tenido línea argumental gay e iba siendo hora de que las lesbianas pasaran a la acción. Así que te alegrará saber que Masters of Sex está a punto de croqueteo, en su volumen máximo en la sartén, y que en el próximo episodio por fin vamos a ver a Helen y a Betty juntas. Esto es, por ahora, el avance que nos han dejado ver:
En resumen: estad pendientes de lo nuevo de Masters of Sex la semana que viene porque llegan las croquetas. ¡Al abordaje!
Hace un tiempo, en un post muy muy lejano, os hablamos de una película australiana llamada Around The Block en la que Christina Ricci y Ruby Rose iban, presuntamente, a empañar todos los cristales de la casa. Pues bien, la peli ya se ha estrenado (al menos en Asia-Pacífico, desde donde os escribe una servidora), y nos apetecía comentarla con vosotras.
Así, de entrada, si a mí me hablan de una película cuyo argumento gira en torno a una profesora que da clases en un colegio de un barrio conflictivo se me viene a la mente la maravillosa Michelle Pfeiffer y su Mentes Peligrosas. Es complicado superar esto, porque, claro, es Michelle Pfeiffer y da igual lo que haga esta mujer, por mí como si saca un álbum recopilatorio de sus ronquidos; me tiene a sus pies. A SUS PIES.
Con profesoras como esta yo no me habría saltado ni una clase.
Pero Mentes Peligrosas no tenía croqueteo y mucho menos a su protagonista como objeto del mismo. Y tampoco tiene a Ruby Rose, toda tatuajes ella (porque el tatuaje es casi tanto patrimonio australiano como los koalas y los canguros, lo digo de veras). Así que, bueno, qué menos que darle una oportunidad a esta película australiana y, mucho más importante, a la escena que nos regalan Christina Ricci y Ruby Rose en ella.
Dino Chalmers (Christina Ricci) es una profesora americana que acaba de mudarse definitivamente a Sydney en pos del amor. Ella está convencida de que será feliz con su prometido “aussie”, un muchacho más simple que el vocabulario del Correcaminos y tan profundo como Pedro Picapiedra, y que su vida no ha hecho más que empezar ahora que ha conseguido un trabajo como profesora de arte dramático en Redfern, una escuela de los suburbios de Sydney.
Este es el sueño de todo educador que se precie: una escuela con muchachos conflictivos y tener la oportunidad de brindarles a sus alumnos una salida, una motivación, moldear sus mentes mediante el contacto con el arte. Lo hemos visto antes en infinidad de películas. Y para ser francos, Dino se pone inmediatamente a ello planteando la producción de una obra de teatro,Hamlet (¿por qué siempre es Shakespeare?), con un toque moderno-aborigen-rap.
Liam Wood (Page-Lochard) es un muchacho aborgen de 16 años (aquí hago una pausa para contaros que la comunidad aborigen en Australia a veces diespierta el rechazo de algunos caucásicos nacidos en este país) que se presentará a la audición para conseguir el papel del Príncipe de Dinamarca. Al principio, Liam hace como cualquier muchacho de su edad. Se muestra esquivo y poco interesado por el teatro, pero su interés empieza a crecer cuando recuerda a su tío Charlie, un exactor de teatro cuyo papel estelar siempre fue Hamlet.
El problema es que Charlie acabó muerto al involucrarse en los trapicheos del padre de Liam, que ahora está en la cárcel cumpliendo condena por un intento de desfalco a un casino, y que a pesar de estar entre rejas, sigue teniendo una gran influencia sobre Liam y su hermano.
En la última visita que ambos le hacen, eé les pide que venguen la muerte de su tío Charlie matando al soplón que los delató. Si habéis leído Hamlet, sabréis que esto es lo que ocurre en el libro de Shakespeare, así que el paralelismo está pelín forzado, como metido con calzador, pero hay que reconocer que tampoco se hace pesado a lo largo de la película.
Como podéis imaginar, las vidas de Dino y Liam se cruzan muy pronto. La profe acabará inspirándole para que tenga una vida mejor, para que elija otra salida a pesar de su entorno conflictivo y sus orígenes humildes, y blabla… esa es la roca más pesada de Around The Block, que hemos visto esta historia repeditada mil veces.
Pero al menos esta película tiene un giro inesperado. Y es que Dino, aunque prometida con un hombre, tiene un pasado croqueta que se nos va desvelando a lo largo del argumento. La confusión sobre su orientación sexual la vemos ya desde el comienzo de la película, cuando se encuentra con un antiguo amigo y le pregunta ¿cuánto tiempo hace que estás en Sydney? Ella le dice que ha vuelto hace unos meses y él le recuerda que ella, una preciosa florista/panadera interpretada por Andrea Demetriades sigue estando donde estaba, que se pase algún día a saludarla.
La adorable florista-barra-panadera-barra-frutera.
Vemos así como esta pequeña frase despierta el espíritu stalker que todas llevamos dentro. Dino se deja caer varias veces por la floristería. La observa desde su coche, pero no se atreve a entrar, la vemos triste mientras se va dando cuenta de que su novio no aprecia sus esfuerzos para ayudar a esos muchachos. En un momento que lo cambiará todo, Dino discute con su prometido por unos comentarios racistas sobre sus alumnos. ¿Hamlet? ¿Shakespeare interpretado por aborígenes? Please…
Frustrada y confundida, Dino se planta en un bar lésbico en el que conoce a una andrógina mujer (Ruby Rose) con la que pasará el resto de la noche. Ruby Rose solo tiene dos frases en toda la película, pero, hey, ¿quién está pendiente del vocabulario cuando hay tanto tatuaje en medio? Yo no. Este encuentro, por supuesto, cambiará la manera de sentir de Dino, que se planta, por fin, en el interior de la floristería.
El desenlace … solo diré que le doy una puntuación alta para los intercambios salivales de Christina Ricci y Ruby Rose, y aunque la película no te hará olvidar ni a Michelle Pfeiffer ni a Mentes Peligrosas, si hablamos de papeles croquetas… no está nada mal.
The IT Crowd es una de esas series que hay que ver en algún momento de tu vida. Cada episodio es un compendio de sinsentidos y bromas absurdas (y no tanto) que te hace querer más y más. Lamentablemente la serie acabó, pero Katherine Parkinson, Jen, sigue trabajando en la BBC. La vimos en Sherlock, y a partir de ahora la veremos en In the club, la nueva propuesta dle canal inglés para este verano.
In the club nos narra la historia de un grupo de mujeres que tienen algo en común: su embarazo. Desde la mujer de negocios embarazada de su novio jovencísimo a la adolescente que ha tenido un desliz en el peor momento, todas ellas nos contarán sus dramas y comedias. Katherine interpreta a una bloguera lesbiana que, junto con su novia, están esperando su primer bebé. La historia es que el donante no es un ente abstracto, es una persona de carne y hueso, y por lo visto está interesado en formar parte de la vida del niño. La actriz estaba realmente embarazada durante el rodaje, es la única del reparto que no tuvo que, bueno, caracterizarse. La crítica la está poniendo realmente bien, así que si todavía no te has enganchado a ninguna serie este verano, quizá esta sea una buena opción.