Si lees HULEMS a menudo sabrás que por aquí nos hemos vuelto ultra fans de la pareja croqueta de moda. Cara y Michelle. Michelle y Cara. Puede que al principio su relación nos despertara ciertas sospechas, pero lo cierto es que nos lo pasamos tan bien con estas dos que sin querer se han hecho un hueco en nuestros corazones croqueta. Si los rumores de que están a punto de romper son ciertos, casi mejor nos damos prisa para traeros lo mejor de lo mejor del #Carachele, una recopilación de 40 momentos inolvidables de esta peculiar pareja. Allá va:
1. Selfie a cuatro: Michelle, Cara, la pajita y el espontáneo.
2. Encuentra las ocho diferencias.
3. Colega, ¿dónde están mis pantalones?
4. Cara y Michelle, camino del Halcón Milenario.
5. El maestro Yoda, sintiendo la Fuerza.
6. La profe y la alumna, de camino a la escuela.
7. “No ‘toy”
8. “No ‘tamos”
9. “No entiendo cómo nos han reconocido… con lo discretas que vamos”.
10. Taxi con efecto ventilador.
11. Una foto nada croqueta para la posteridad.
12. “Me apetece UN MONTÓN sacarme una foto con este señor”.
13. Juanita Lennon y Yonki Ono.
14. Se me han acabado las pilas de la espada láser.
15. ¡Chúpame esa!
16. Cara, dejando claro lo que va a hacer cuando llegue a casa.
17. ¡Que os tengo dicho que el twerking no es un crimen!
18. Paseando a la mascota.
19. ¿Efectos secundarios de tener un tigre en casa? El animalito acaba con tu armario.
20. “‘¡Uy, teta!”
21. “Heeeeey…. teta”.
22. “¡Wiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiii, nos lo estamos pasando teta!”
23. “¿Decías algo?” *Teta*
24. Abdullah Mohammed Delevingne
25. Shalom, amigas croquetas.
26. El selfie de Ellen no vale nada comparado con esto.
27. Uaaala, qué lengua más larga tienes.
28. Sí, tengo una lengua enorme.
29. Qué a gusto estoy ahora mismo… mi chica, mi calimocho fresquito…
30. “Venga, cari, no te duermas”
31. “¡Joer, cari, que no te duermas!”
32. “¿Se ha terminado esto?”
¡Camarero, otra ronda!
33. “Tía, despacio, que es la última que nos queda”
34. ¿La última? ¡Noooooooooooooo!
35. “¿Y ahora dónde vamos a conseguir más vino?”
36. “Tú tranquila, que tengo un plan. Se lo robamos a ese de ahí”
37. “Sí, podría funcionar”
38. “¡El vino o la vida!”
Too Fast, Too Furious.
39. ¡Bien! ¡Tenemos más vino!
Así mejor. Ya estamos tranquilas.
40. Y al día siguiente… un acto de concienciación social. Recuerda: la pareja que dona unida, permanece unida. ¿O no?
Las fans de Ellen Page están hoy de enhorabuena. Por dos motivos:
1. La tremenda portada que se ha marcado la revista Flare y que hará que tus ojos giren en círculos
2. Las declaraciones que hace la actriz en esa misma publicación, en donde se sincera sobre su salida del armario y nos cuenta que su familia lo sabe desde que tenía 19 años
Dice Ellen a Flare que estaba increíblemente nerviosa ese día en el que todxs la vimos agarrarse al atril de HRC y dar uno de los mejores discursos-salida-del-armario que hemos visto.
Estaba muy nerviosa. Sí, estaba muy nerviosa. Sí. Muy, muy nerviosa. Sí. Fue emotivo, increíblemente emotivo. Estás pensando que te has llegado a ese punto en el que piensas “Estoy encantada de ser gay, no tengo ya problemas con ser homosexual, no me avergüenzo de ser gay”. Pero, de hecho, sí lo haces. Lo que ocurre es que no te das cuenta. Creo que todavía me daba miedo que la gente lo supiera. Me sentía rara rodeada de gente homosexual, me sentía culpable de no ser yo misma.
En la misma entrevista Ellen asegura también que actualmente se encuentra soltera y que, de ahora en adelante, nunca va a tener problemas para hablar sobre su homosexualidad:
Escuchas cosas como “la gente no debería hablar sobre tu vida porque lo que haces es interpretar un papel en la gran pantalla”. Pero yo no veo que las otras actrices heterosexuales tengan que esconder su heterosexualidad. Ese doble rasero es injusto.
De todos modos, Ellen está sorprendida de la reacción que la gente ha tenido sobre su salida del armario. Y si bien es cierto que algunos comentarios han sido bastante homófobos, en general, ha sido más positivo de lo que esperaba:
Esperaba mucho más odio. Ha sido increíblemente positivo, lo cual es muy bonito porque es un indicativo de que las cosas están cambiando.
En cuanto a otro tipo de información que nos interesa a todas, la entrevista de Flare también nos cuenta que Freeheld, la película en la que Ellen y Julianne Moore interpretarán a una pareja de lesbianas, empezará a rodarse este otoño, y que la actriz se encuentra en plena fase de producción de Into The Forest, una película que protagoniza con la guapísima Evan Rachel Wood.
Vivimos en una época en la que la gente sale del armario públicamente casi a diario pero, sinceramente, no comprendemos la importancia de este gesto. Y no es por nosotras, es simplemente el tiempo que nos ha tocado vivir. Por eso, cuando se juntan en una misma conversación alguien que recientemente ha admitido su homosexualidad y otra figura que lo hizo cuando ni era tan fácil ni era tan habitual, ni estaba bien visto, ni nada positivo, merece la pena prestar un poco de atención, para entender cuan importante es seguir luchando día a día, y por qué cuando alguien esgrime que estas declaraciones no tienen ninguna importancia, recordarles que es capital para muchas cosas. Porque no hablamos de hace cien años. Hablamos de hace quince. Aunque bueno, todo esto lo contó muchísimo mejor Emma en su artículo de hace unos meses.
Y después de este rollo: Ellen Page y Ellen DeGeneres se juntaron en el programa de esta última, y charlaron un poco de varias cosas, sobre todo de cuanto había influído DeGeneres en la decisión de la canadiense, dotándola de coraje y valor. DeGeneres le preguntó a la actriz cómo había influído su salida del armario en su vida, cómo se sentía desde ese momento, y Page contestó lo siguiente:
Sabía que iba a ser una persona más feliz, sabía que me iba a sentir mejor, pero no anticipé cómo de feliz me iba a sentir. Ha sido extraordinario en cada aspecto de mi vida.
Hablando de su experiencia personal, DeGeneres contó que, básicamente, lo que haces es aliviar la vergüenza, porque no salir del armario no deja de ser eso, un peso que llevas encima, y que afecta a todos los aspectos de tu vida, y de lo tóxico que es sentirse avergonzada de una misma. Ellen Page cuenta, al hilo de esto, que ella estaba convencida antes de salir de que estaba muy a gusto siendo gay, que no pasaba nada, pero que no fue hasta el momento de hacerlo público cuando se dio cuenta de todo el lastre que llevaba consigo, y de lo culpable que se sentía por no haber tomado la decisión antes. También se sentía aislada de la comunidad LGBT y ahora… no.
Esta es una de esas entrevistas que, aunque breves, están cargadas de intenciones y mensajes que escuchar. Ellen y Ellen, dos mujeres de las que podemos aprender mucho de su experiencia.
Pitch Perfect es una de esas películas por las que te dan bollopuntos si las ves. Y no es solo porque en ella esté la masticable Anna Kendrick. O por los guiños lésbicos. O por sus personajes lésbicos. Qué va. Lo que te da bollopuntos es que se trata de una película de esas de cultura pop, como puede ser Mean Girls (que, por cierto, ayer estuvo de aniversario, aunque en HULEMS ya te hablamos de ello hace eones) o en su momento Fuera de Onda.
Y ahora ya queda menos para que se estrene la secuela de Pitch Perfect, en la que habrá nuevas caras. La primera de la que tenemos constancia es Hailee Steinfeld (El Juego de Ender) que, de acuerdo con Variety, interpretará a una de las Bellas y podría subir convertirse en un personaje más relevante si hubiera una tercera entrega.
Esto, deducimos, significaría que actrices como Anna Kendrick o Rebel Wilson no formarían parte del reparto de Pitch Perfect 3. Y la verdad… no las culparemos por ello. A fin de cuentas, no todo el mundo tiene la constancia de Michelle Rodriguez con sus Too Fast Too Furious. Pero, por el momento, lo importante es que está asegurada la presencia de Kendrick, Wilson y Brittany Snow en Pitch Perfect 2, lo cual nos hace desear verla todavía más.
Mientras su compañera en La vida de Adèle intenta hacerse un hueco en Hollywood, Léa Seydoux es ahora la imagen de una conocida marca de perfumes (y bolsos, y zapatos, y más cosas). Este spot lleva grabado casi un año, pero fue presentado este mes de abril. En él podemos ver a Léa haciendose un Barbarella al ritmo de una música que, por mucho que me intenten convencer de que no es así, yo creo que es la de Futurama. De veras.
La actriz, tras su paso por la exitosísima Hotel Budapest, está grabando The Lobster (La Langosta). Que el título del film no os lleve a engaño, no habla ni de restaurantes de lujo ni de criaderos en California. Los fans de Friends sabréis por Phoebe que las langostas encuentran una pareja y es para toda la vida. Pues bien, de eso va la película, más o menos: en un futuro distópico, los jóvenes son obligados a encontrar pareja en un determinado periodo de tiempo y, si no, son lanzados a los bosques a morir. Erm… qué romántico todo, ¿no?. En ella comparte cartel con Rachel Weisz y Colin Farrell. Veremos.
Si tuviera que describir a Jodie Foster con sólo una palabra, muy probablemente sería “discreta”. Mantuvo una relación de más de 20 años con su anterior pareja, y jamás se supo nada, incluso cuando aparecieron los niños. No se habló de la ruptura. Jodie salió del armario (de cristal) y jamás volvió a nombrar el asunto. Y, claro, con su boda no iba a ser menos. La actriz se casó la semana pasada en la más estricta intimidad con su novia Alexandra Hedison, y hasta hoy no habíamos tenido instantáneas de la feliz pareja, pero por fin han aparecido. Las dos acudieron a una exposición de arte en Los Angeles.
Quizá las casadas podáis responder a cómo cambia la vida después de pasar por el altar, pero el caso es que las veo más… ¿contentas? Lo digo en serio, están resplandecientes. Ahora sólo queda una pregunta: ¿Qué piensa Helena Peabody de todo esto?
Nunca es mal momento para acordarse de Einstein: qué razón tenía con lo de que el tiempo es relativo, esta semana esperando el nuevo episodio se me ha hecho eternísima, más larga que nunca, el miércoles no llegaba jamás. Pero, amigas croquetas, ya está aquí el recap del segundo episodio de Faking It.
Anteriormente: Amy y Karma ponen en marcha el plan definitivo para ser populares en el instituto: hacerse pasar por pareja. Pero mientras todo el mundo se cree la farsa, Karma se está enrollando a escondidas con Liam, porque está coladísima por él. Finalmente, las dos se besan, y a Amy le gusta más de lo que debería.
Parece que a Karma y Liam les gusta mucho hacer actividades conjuntas:
Ah, no, espera. Era un sueño de Karma. En realidad ella y Amy han dormido juntas. Y se despiertan juntas.
¡Pues no! Esto TAMBIÉN era un sueño, pero esta vez de Amy. Llevamos dos minutos de episodio y ya han jugado con nuestras emociones, han jugado muy fuerte. Total, que al abrir los ojos la rubia se encuentra con Lauren midiendo su habitación, y la chantajea con contarle a su madre que se está haciendo pasar por “vagitariana” si no le cede el dormitorio. Amy se lo toma un poco a risa hasta que, en el desayuno familiar, se da cuenta de que su familia no se lo tomaría del todo bien. Así que cede ante Lauren.
Esta es Amy pensando ‘hija de p…’
Y oootra vez más Amy intenta convencer a su amiga de que dejen la farsa en paz y sigan con sus vidas, a lo que Karma le recuerda la historia de Billy Noon, quien puso de moda el hablar en lengua de signos en el instituto y cuya fama terminó el día que se puso un implante coclear. Pobre Billy. Pero Amy insiste:
— Besarse contigo es como besarse con mi hermana
— Pues yo creo que tú estuviste bien
Karma se está metiendo tantísimo en la historia que incluso les ha contado a sus padres que están juntas. Y estos están encantados porque ya querían a la amiga de su hija como a una hija propia y han podido unise a Pflag, la asociación de padres y madres de gays. Win-win.
A la hora de ir a apuntarse para el baile, Lauren se cabrea muchísimo al descubrir que las parejas hetero han de pagar 50 dólares, mientras que si vas con una de tu mismo sexo, es gratis. Por más que Shane le intenta explicar que los beneficios van para The Trevor Project, la Queen Bee wannabe monta la escenita. Shane la define muy bien “Es tan dos-dimensiones que parece un personaje de Glee” Ouch!
En el taller de escultura, Liam recibe la visita de Karma. Y… terminan enrollándose, a Liam realmente le pone besarse con una lesbiana, ya véis. ¡Pero Karma, que ahora tienes una novia falsa a la que guardar fidelidad! ¡Detente! Nada, siguen besándose. Karma corre a contarselo a su mejor amiga/ novia de postal, que le pregunta si todo esto de la farsa no era para ganar popularidad, a lo que la morena le contesta “Claro, y la gente popular tiene sexo con otra gente popular”. Por lo visto ya no sólo quiere que Liam le preste atención, quiere acostarse con él. Su amiga intenta que entre en razón, diciéndole si no prefiere que su primera vez sea con alguien al que realmente quiere, y las dos entran en un momento emotivo, viendo las estrellas (pegadas al techo, pero bueno), hasta que son interrumpidas por la madre de Amy, que se pone super contenta cuando las chicas le dicen que estaban hablando de sus citas para el baile. ¡Citas con chicos! ¡Alegría!
Si, estaban cogidas de la mano. Lo típico de las amigas.
Total, que Amy se tiene que inventar otra farsa: le va a pedir a Shane que sea su pareja para el baile. “Ponte algo masculino” Y Shane aparece vestido de vaquero de rodeo gay. Tampoco ayuda mucho a su masculinidad que hable con frases de canciones de Elton John. Pero bueno, pasa el corte y medio convence a la madre. Lo que la rubia no se esperaba es que la enviada de la televisión local para cubrir la elección de las Reinas del baile iba a ser… si, su madre. Todo el plan de la cita falsa no ha servido para nada.
Y como de ideas absolutamente desquiciadas estos chicos van servidos, ponen en marcha la operación ‘reventemos los neumáticos de la furgonetilla de la TV para que no puedan ir a grabar’, con tanto éxito como mala suerte: revientan los del vehículo que no es. Así que, en el baile, Amy, su chaqueta de punto nada apropiada para ir de fiesta, su madre, su novia falsa y su novio de pega, se encuentran todos. Cuando la madre-reportera ve que la portadora de la corona, y por ende lesbiana, es la amiga de su hija casi le da un parrús, pero Amy se arma de valor y le dice que su novia… es ella.
Esta escena es la definición gráfica de amistad. ¿Tu madre no acepta a tu amiga lesbiana, que en realidad no es lesbiana? pues le dices que la novia eres tú. No, de verdad, muy a favor de la actitud de Amy. Además, le sirve para recuperar su dormitorio, porque Lauren ya no tiene con qué chantajearla.
Mensajitos mediante, Liam y Karma se citan en el coche de él. Ella está super decidida a tener sexo con el chico, pero en el último momento recapacita y se da cuenta de que realmente su amiga tenía razón, y no quiere que su primera vez sea con un tipo que apenas conoce, que no está enamorado de ella, y además en un asiento trasero de un coche cochambroso el día del baile. No más clichés. Su primera vez será con alquien al que quiera de verdad. Esa confesión hace brotar una sonrisa en Amy.
Pero… ¡Ay! Adiós a la ilusión de Amy:
— Voy a hacer que Liam se enamore de mi.
Y con esta frase que nos hace arrugar la nariz a todas, se despide el episodio. ¿Aguantaremos otra semana entera sin nada más de Faking It? De momento, os dejo con el avance del siguiente episodio. Y ya sabéis, ¡los comentarios son vuestros!
Os propongo un juego: siempre que una famosa diga “si fuera lesbiana, no lo ocultaría” nos bebemos un chupito. Si el alcohol no es lo tuyo, no pasa nada, buscamos formas alternativas para cumplir el reto, ¿vale?
No estamos diciendo con esto que Kristen Stewart mienta cuando dice que no es lesbiana… es solo que la frase empieza a ser un clásico. Pero eso es lo que ha dicho, precisamente, la estrella de Crepúsculo: que no es lesbiana y que se ríe de los rumores. En lenguaje KStew sería que se los pasa por el oscuro, vaya.
Kristen no podía parar de reír cuando vio los artículos que aseguran que ella está en una relación con Alicia. Dijo: “Si fuera lesbiana, no lo ocultaría. ¡No es algo de lo que avergonzarse! ¡Alicia y yo solo somos buenas amigas! Eso es todo”.
Esto, por supuesto, tampoco de la boca de la actriz, sino de “una fuente cercana”. De hecho, os propongo otro juego: beber otro chupito por cada noticia que nos llegue de “una fuente cercana”.
Kristen se apunta.
La misma persona anónima asegura que Kristen y Alicia se han echado unas buenas risas con el asunto. Así que, bueno, creo que lo mejor aquí va a ser eso del vive y deja vivir, y que cada uno sea lo que quiera ser… lesbiana, hetero, krisbian, bisexual, transexual, pansexual, planta o animal doméstico.
Hay puñales en las sonrisas de los hombres; cuanto más cercanos son, más sangrientos.
William Shakespeare
Básicamente, existen cuatro maneras de llegar a la cima: con talento, con amigos, con suerte o dejando muchos cadáveres en el camino. Por supuesto, estos factores son combinables, pero siempre hay uno de ellos que prevalece sobre el resto. En el caso de House of Cards, lo tenemos claro: cadáveres, muchos de ellos, producto de la conspiración maquiavélica de su personaje principal, Francis Underwood.
Las que seáis fans de las intrigas políticas, me diréis que nunca ha habido otra serie como El Ala Oeste de la Casa Blanca. Y es muy posible que tengáis razón. Pero muerto el rey, es necesario que su trono la ocupe otro, y por eso hemos venido a hablaros de House of Cards, una producción de Netflix que ninguna amante de las buenas series debería dejar escapar y que, además, tiene croquetas. ¿Se puede pedir más? Yo creo que no.
House of Cards es el remake estadounidense de una serie inglesa del mismo nombre, que milagrosamente ha conseguido subir el listón del producto original. En ella nos cuentan con pelos y señales el meteórico ascenso de Francis Underwood (Kevin Spacey), un congresista de los Estados Unidos que confía en que el nuevo presidente le recompense su gran trabajo durante la última campaña electoral. Pero cuando el trabajo se lo ofrecen a otra persona, Underwood no agacha las orejas y acata el lugar que el nuevo presidente le ha dado. Más bien todo lo contrario: urde un plan, un despiadado juego de cartas con el que irá derrocando a todos aquellos que no han querido darle el reconocimiento que se merece. Incluido, por supuesto, el propio presidente.
Por a esta una pelirroja en tu vida.
Francis tiene además otros aliados en su ascenso al poder. Como Zoe Barnes (Kate Mara: definitivamente, pon una pelirroja en tu vida), una periodista con la que comparte su desenfrenada sed de poder. Y sobre todo su esposa, una maravillosa Robin Wright, que interpreta a la claroscura Claire. Puede que tras su fría coraza lata un corazón, después de todo, pero cuando están en juego los planes de su marido, Claire se convierte en un personaje todavía más oscuro que él.
Se trata de una historia que ya se ha contado muchas veces. Conspiraciones políticas. Servicio público versus ansias de poder. Intrigas de los partidos políticos. Y un largo etcétera que estamos cansadas de ver y, a veces, incluso leer en los periódicos.
No obstante, House of Cards tiene su propio encanto. La deliciosa inmoralidad de todos sus personajes hace que el show te enganche, porque justo cuando estás a punto de perdonar a los personajes todos sus pecados, hacen algo que provoca que vuelvas a odiarlos. En ese caso recuerda a Breaking Bad y a sus protagonistas de dudosa moral.
Pero por ninguna de estas razones son suficientes para convencerte de que la veas, hablemos entonces de las croquetas, que también las tiene. Y se trata de una de esas historias que suceden de manera espontánea, sin preguntas ni grandes dramas, de una manera muy natural, lo cual se agradece. A mí me ha agradado especialmente por eso, si bien es cierto que el romance lésbico, como hecho en sí, no tiene demasiado protagonismo en House of Cards. Es decir, no esperes que los focos se posen sobre ellas ni que suceda desde el principio, ya que, de hecho, hasta la segunda temporada no asoman la cabeza nuestras dos intrépidas croquetas. Pero aunque solo sea por esta escena:
Gifs de lesbiansilk.tumblr.com
…..que nos quiten lo bailado.
Para resumir: recomendadísima House of Cards, a pesar del monólogo de Kevin Spacey (absoluto protagonista) y de su tufillo americano. Tan solo una última advertencia: no la veas si eres adicta a los shows de contenidos más livianos. Quiero decir que esto no es Glee. Así que si haces una pausa para ir a la cocina o al baño, ten presente una cosa: tendrás que rebobinar para saber qué ha pasado.
Lo de Glee es ya de juzgado de guardia, de verdad. Llega un momento en el que a una casi ni le apetece escribir sobre esta serie porque es una patada en la espinilla tras otra. Pero sí, lo que lees es lo que hay: es muy posible que el contrato de Naya Rivera en Glee esté en la cuerda floja. O al menos eso es lo que dicen medios que han podido acceder a fuentes cercanas al show. La razón que aducen es bastante poderosa: Santana, el personaje de Naya, no estará en el season finale de esta temporada. La han borrado definitivamente.
US Weekly informó previamente que había habido bronca entre los miembros del casting. Quiénes eran o por qué se pelearon, no lo sabemos, pero la consecuencia ha sido que Naya Rivera se ha quedado fuera. Finiquitada. Despedida. Y esto es lo importante porque si los rumores son ciertos Glee se queda sin su único personaje lésbico. Y sin el Brittana que tanto prometieron unas semanas atrás, claro.
Como decía al comenzar este artículo: lo de Glee no tiene nombre. Como la cosa siga así, los únicos que van a quedar en ese set son Ryan Murphy y su equipo de guionistas. Es lo que tiene el exceso de divismo, que al final acaba pasando factura.
¿Alguien me recuerda por qué seguimos viendo esta serie? Gracias.
7. “No ‘toy”
9. “No entiendo cómo nos han reconocido… con lo discretas que vamos”.
12. “Me apetece UN MONTÓN sacarme una foto con este señor”.
16. Cara, dejando claro lo que va a hacer cuando llegue a casa.
19. ¿Efectos secundarios de tener un tigre en casa? El animalito acaba con tu armario. 
20. “‘¡Uy, teta!”
25. Shalom, amigas croquetas.
28. Sí, tengo una lengua enorme.
29. Qué a gusto estoy ahora mismo… mi chica, mi calimocho fresquito…
30. “Venga, cari, no te duermas”
31. “¡Joer, cari, que no te duermas!”
35. “¿Y ahora dónde vamos a conseguir más vino?”
36. “Tú tranquila, que tengo un plan. Se lo robamos a ese de ahí”
37. “Sí, podría funcionar”
38. “¡El vino o la vida!”
