¿Alguna vez has sentido la maravilla de descubrir una pequeña joya en el fondo de una librería? Ese libro polvoriento y abandonado que nadie ha leído y que resulta ser lo mejor que te ha pasado en todo el año. Pues algo así es para nosotras esta obra de 6 tomos (y contando) de Irie Aki: Ran to Haiiro no Sekai o, su traducción literal, Ran y el Mundo Gris.
EL ARGUMENTO
Ran Uruma es la pequeña de una familia ligeramente disfuncional de magos. Gamberra, sensible y con una fijación con unas bambas que su hermano Jin se esfuerza en esconderle con todas sus fuerzas.
Y es que cuando se pone esas bambas, los poderes mágicos de Ran se estabilizan y potencian. Es capaz de lanzar y controlar todos esos hechizos que se le resisten en sus lecciones. Ah, y hacen crecer su cuerpo 10 años más.
Esa pequeña característica es la que va a traer más de un problema no sólo a Ran, si no a todos los que la rodean. Las aventuras de esta niña alocada implican no sólo a su familia, si no a Ôtarô, un donjuán cínico que se enamora de su forma de mujer o a Hibi, el compañero de clase que siempre se mete con ella.
¿Y QUÉ ES LO QUE VOY A VER EXACTAMENTE?
Magia, mucha magia. Olvídate de las varitas de Harry Potter, la magía de Ran to Haiiro no Sekai es orgánica y fluida, cambiante como lo son las personalidades que la usan.
El espectacular y glamuroso dibujo de Ikie Ari ya debería ser una razón de peso para leerla, ¿Pero podemos añadir que sus chicas son de infarto? Y no dudes que aprovecha cada viñeta y cada portadilla para hacer una oda al fanservice. ¿A veces hasta cuando no toca?
Además, el manga te plantea un plantel de personajes extenso y carismático que se te va haciendo un huequito en el corazón a medida que pasas las páginas. Al principio creerás que este seinen/jôsei no tiene argumento más allá del día a día de una niña terremoto pero pronto comprenderás que lo que hace es sentarte las bases, sin prisa pero sin pausa, de un conflicto colosal y épico.
Lo único que vas a ver que, suponemos, te hará tan poca gracia como a nosotras, es la inquietante seducción de un hombre adulto hacia una niña. Vale, él no sabe que lo es, pero la autora sí y aunque se tiene mucho de que pase nada sigue siendo… incómodo por no decir directamente desagradable.
¿PERO TIENE ROLLO BOLLO O NO?
Tal vez el último extra del tomo 5 nos haya dado un poco pero no os vamos a engañar, yuri el cómic no es. Pero los japoneses saben bien lo que nos gusta y nos dan un plantel femenino extenso y con muchísimas posibilidades de subtexto.
Tenemos a Menou, una de las sacerdotisas encargadas de la puerta que no sólo mola, tiene a todas las chicas loquitas por ella. Y hace pitar nuestro gaydar hasta niveles insospechados.
Y Nio será una niña pero ya es capaz de cualquier cosa por la hechicera que admira más allá de toda razón. ¿Aunque tal vez sea una admiración que pronto la pubertad puede convertir en otra cosa?
CURIOSIDADES
– Irie Aki no es que sea desconocida… ¡Es que ni siquiera tiene página en la Wikipedia! Para los tiempos que corren es inaudito. Sin embargo, internet es un lugar que siempre provee si sabes buscar y hemos podido hacernos con unos cuantos vídeos que muestran el maravilloso proceso de creación de esta ilustración:
– Si también sois fans acérrimas de Kaoru Mori (¿Quién no?), ambas autoras han sacado un recopilatorio de historias e ilustraciones de Ran y Amir, la protagonista de Otoyomegatari (Un manga que tiene 0 yuri pero que os recomendamos igualmente).
– Decimos que es Jôsei pero aquí nadie está muy seguro del género. Aunque el dibujo lo sea, la temática en muchos casos puede considerarse seinen, a secas. De momento, nos quedamos con nuestra etiqueta porque pocos seinens tienen estos brillitos.
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