Sé que no hace mucho despotriqué sobre Supernatural y la forma en la cual trataba a los personajes femeninos, hablando incluso de que Charlie (Felicia Day) no había muerto aún en la serie porque era un personaje lésbico y eso hacía que las fans no se sintieran amenazadas por ella. Dije incluso que iba a dejar de ver la serie, y lo hice. Pero entonces M me mandó un mensaje diciendo que Felicia Day salía en el último episodio de la serie y, como comprenderéis, eso tenía que verlo sí o sí. Y lo he visto, y por eso estoy aquí ahora. Para explicaros por qué tenéis que ver este episodio. Spoilers.
Slumber Party
Este episodio empieza en 1935, con la llegada de una bien crecida Dorothy (Kaniehtiio Horn) desde el maravilloso mundo de Oz al bunker de los ‘Hombres de Letras’ para que éstos la ayuden a descubrir la manera de matar a la Bruja Malvada del Oeste… No es coña. Y bueno, buscan información sobre cómo asesinarla, pero no logran encontrar nada, y todo se complica aún más cuando la bruja se libera e intenta matarlos, pero Dorothy consigue atraparla con un hechizo que las atrapa a ambas juntas por toda la eternidad… Bueno, toda la eternidad o hasta que los Winchester golpean un mueble y hacen que el tarro donde están contenidas sus almas y cuerpos en forma líquida, se rompa. Y es justo en ese momento cuando ellos deciden llamar a Charlie porque necesitan un crack informático que les ayude en su misión, lo que no espera Charlie es que, además de hackear un super ordenador de más de setenta y cinco años, iba a conocer a una de sus ídolas de su infancia.
Pero en ocasiones las cosas no salen todo lo bien que una querría que salieran, y conocer a una ídola termina siendo todo un chasco. O eso es lo que nos quieren hacer creer, porque yo, desde que vi a Dorothy reaparecer en nuestra época actual con Charlie por ahí, lo único que podía hacer era pensar en que Dorothy apunta maneras de croqueta y Charlie lo es. Y junto con ese hecho y el de que las dos lo molan todo y de que no me creo que exista mujer en la tierra capaz de resistirse a los encantos de Charlie Bradbury, pues el resto era pan comido. O bollo comido. Y más aún cuando los hermanos deciden formar equipos separados y la separación las deja a ambas juntas. Al principio ocurren cosas como estas, que hacen que queramos aún más a Charlie.
Pero poco a poco, y debido a la muerte de Charlie en manos de la bruja y la resurrección por obra y gracia de Ezequiel, las cosas entre ellas van cada vez mejor y mejor y nuestro gaydar no puede dejar de dispararse ante las miradas y sonrisas que se echan la una a la otra. ¿Qué no? Pues mirad esto.
Y tras pensarlo un rato, Charlie decide que tiene razón, que uno no es un cazador de verdad hasta que no muere y resucita y que, gracias a eso, ahora puede serlo por fin. Y nada más y nada menos que junto a Dorothy, que la mira con ojos tiernos y que empieza a darse cuenta de que ella es algo más que una cara bonita cuando le cuenta su plan explicándole que su padre escribió el libro sobre Oz dejándole pistas a su hija para que supiera cómo acabar con la bruja.
Y es entonces cuando de verdad empieza la aventura para ella, que la lleva a pelear contra los Winchester poseídos por la bruja y contra la misma bruja, y todo con el poder de unos zapatos mágicos rojos. Para que luego digan que las lesbianas no sabemos utilizar bien los zapatos de tacón.
Y quizás algunas diréis que todo esto no es motivo suficiente para shippearlas a machete, pero entonces es cuando, tras derrotar a la bruja y salvarlos a todos, Charlie le devuelve la llave de Oz a Dorothy que dice que tiene que volver a ese país. Y entonces ocurre esto.
Y si ahora os digo que la gente está gritando por un spin-off supongo yo que entendéis bien qué fue exactamente lo que sucedió cuando Dorothy le preguntó a Charlie si quería ir con ella a Oz, ¿verdad? Por si acaso, os dejo que lo veáis bien clarito.
Bueno, ¿cómo se os ha quedado el cuerpo? Porque os juro que yo estoy rezando a todos los dioses que conozco, incluido Thor, porque el spin-off que la serie Supernatural prepara y del que tan celosamente guardan la información, sea el spin-off que el fandom está pidiendo a gritos ahora mismo. Súmate a esos gritos conmigo o dime que estoy loca si te apetece, pero yo os juro que este episodio me ha hecho sonreír como una idiota. Quizás por lo inesperado, quizás porque, por una vez, han sabido darles un final feliz a una de las mujeres de la serie, y quizás aún más porque se lo han dado en Oz (‘El mago de Oz’ es uno de mis tres cuentos infantiles preferidos EVER) y junto a una Dorothy que no podía ser más croqueta de lo que era y que ha llamado a Charlie ‘Red’. Yo me muero de amor, ¿y tú?
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