El gran día llegó: Glee se nos hace mayor y cumple nada menos que 100 episodios en emisión. Como ya os anticipamos en otros artículos, el episodio fue una reunión de la antigua generación del Club. Mercedes, Santana, Kurt, Rachel, Brittany, Quinn, Puck y todos los demás acudieron al McKinley High para decir definitivamente adiós al club de canto. Después de todas las expectativa que teníamos puestas, ¿estuvo el episodio a la altura? ¿Qué nos parecieron las nuevas versiones de las canciones? ¿Hubo Brittana suficiente como para calentar nuestros corazones?
Las respuestas son sí, mucho y ¡¡SI!!. La serie recuperó su esencia, todo lo que nos divirtió de ella. Volvieron Rachel y Mercedes y su duelo de divas. Las dos creen ser la estrella más grande que ha dado el instituto.
Volvió el Brittana, y de qué manera. Prácticamente todo el episodio es una oda a estas dos. Brittany, la mente más brillante que ha dado nuestra generación, está cambiadísima: ya no quiere bailar, y se pasa todo el rato teorizando acerca de problemas matemáticos. Santana, claro, está alarmadísima, e intenta convencerla de que esa no es ella, la Brittany que conocía y de la que se enamoró tenía el baile como pasión.
Y Volvió Quinn, con un novio del brazo, Biff McIntosh (Chace Crawford, Gossip Girl), de la familia que plantó el primer manzano en Estados Unidos (estas bromas me pueden, en serio) que no nos gustó nada. Aunque nos sirvió para descubrir que tiene un tatuaje. Y que Santana SABÍA de ese tatuaje. Arf. Mucha atención al reencuentro de estas dos, en el que Quinn es INCAPAZ de mirar a Santana a los ojos. Y es que, desde que se enrollaron (no una, sino dos veces, recordad…), no habían vuelto a verse.
También el Faberry estuvo presente, aunque solo de forma momentánea, durante los segundos en los que esa silla vacía de la izquierda estuvo ocupada por Rachel:
Desde el primer momento la cosa se empieza a poner gay. La primera actuación que hacen, acompañados de April (Kristen Chenoweth), es Raise you glass de P!nk. No llevamos ni cinco minutos de episodio y ya estamos así:
Y de paso, pudimos disfrutar de uno de los mejores momentos del episodio cuando esto ocurrió:
Ningún homenaje a una de las mejores actuaciones de la Unholy trinity sobra.
Ay… cómo echábamos de menos a Brittany S. Pears y todos sus diálogos:
(A Santana) Ójala pudiera tener mi antigua vida de vuelta, donde yo no era un genio matemático, y todo lo que quería hacer era tijeritas contigo y hablar con mi gato.
Biff, el novio de Quinn, intentó impresionar a sus amigos del instituto invitándolos a su mesa. Pero el que quedó impresionado de verdad fue él. ¡Viva Santana!
¿Quién echaba de menos el webcast de Brittany, Fondue for two?
Ayer las invitadas especiales fueron Mercedes y Rachel. A Mercedes la felicitaron por bailar tan estupendamente (en referencia a que la actriz ha ganado el “Mira quien baila” de Estados Unidos). Y a Rachel le hicieron una reflexion que, fracamente, todas teníamos en mente:
Actualmente estás ensayando para un papel principal en un musical de Broadway. También estás trabajando a tiempo completo como camarera cantante en un restaurante, y eres un estudiante, a tiempo completo también, en NYADA. Estarás conmigo de acuerdo en que es ligeramente irresponsable dejar Nueva York por una semana entera con la excusa de que el Glee Club desaparece.
Estoy convencida de que Rachel tiene un Giratiempo como Hermione. Si no, es imposible que pueda hacer TODO ESO a la vez.
La Unholy Trinity estuvo de vuelta, con la esperadísima actuación de Toxic, de la que ya vimos fotos. Pero no nos podíamos imaginar, ni por un segundo, que el tango reprise de la canción fuera a ser TAN de infarto.
http://www.youtube.com/watch?v=WVAvIcMaRK8
Brittany, cual reina del país de las maravillas, dirigió una partida de ajedrez humano, bajo la atenta mirada de Santana.
Santa consigue convencerla para que hagan un baile juntas y Brittany salga un rato de los teoremas y demás. Y es entonces cuando se produce el milagro: las dos, acompañadas de Mike Chang, cantan y bailan Valerie, una de las mejores performances que han pasado por la serie.
Una de las visitas que esperábamos con más ganas era, cómo no, la de Gwyneth Paltrow, en el papel de Holly Holyday. Al enterarse de que el Glee club está haciendo reprises de sus éxitos, contesta: “Holly Holiday no mira nunca por el retrovisor, mira hacia delante”, y nos deleita con una versión de Happy, la canción de Pharrel Williams que está sonando por todas partes.
Pero si hubo un momento que nos rompió el corazón fue la sincera charla que tuvieron Santana y Brittany.
– Se siente muy bien estar cerca de ti. Me haces ser una chica otra vez, como si mi cuerpo despertara.
– Por favor, no hagas esto. Me ha costado un huevo olvidarte.
– De veras quiero estar contigo, Santana. He visto el mundo y ahora, más que nunca, sé que quiero estar contigo. Y estoy segura de que tu novia es genial, pero no puedes recrear con ella lo que tú y yo tenemos. Es tu elección. Si me quieres, aquí estoy.
¿Cómo acabará esto? ¿Se irá Santana con Brittany? La semana que viene, en la continuación del episodio doble, lo sabremos. De todas maneras, este nos ha encantado. Echábamos tanto de menos a Santana y Brittany juntas…