Here comes the sun, doo-ro-do-roo, here comes the Dantana, doo-ro-do-roo… it’s alright ♫♫
Pues sí, el momento que todas las gleeks llevamos MESES esperando ha llegado por fin, y como dice la canción, hoy ha salido el sol porque hemos podido saborear un anticipo del anunciado Dantana. Pero por más contentas que estemos, no os vamos a mentir (nunca lo hacemos, al menos intencionadamente) y por eso a la hora de daros nuestras impresiones nos vemos en la obligación de decir que este ha sido un episodio de luces y sombras.
Por un lado, luces porque son Naya Rivera y Demi Lovato, y es una pareja que hasta tiene cierta química. He de confesar que hubo un momento inicial, cuando anunciaron este emparejamamiento, en el que no daba nada por ellas. Pero funciona, extrañamente funciona, y hay que agradecerle a Demi Lovato el empeño que ha puesto para darle credibilidad a su personaje. Miraditas, sonrisas, carantoñas… Demi realmente parece ver el sol cada vez que mira a Naya (algo le habremos contagiado entre todas).
Sin embargo, también tenemos que hablar de las sombras. Una de ellas es que ¡todo pasa tan rápido que apenas da tiempo a disfrutarlo! La primera escena en la que vemos a Dani y Santana juntas es la que os avanzábamos ayer. En ella las dos chicas ponen las cartas sobre la mesa. Una es lesbiana, la otra también, están solteras, a ambas les gustan las “lady parts” y eso significa luz verde, ¡caminemos juntas por la misma acera! Después vemos a Rachel haciendo de celestina porque Santana está nerviosa (¿por primera vez en su vida?), y entonces llega el momento Here Comes The Sun. Demi saca la guitarrita, como si estuvieran en un campamento, y se produce por fin el esperado dúo con la canción de The Beatles, mientras salen del restaurante juntas, caminando como colegialas. Santana acompaña a Dani al portal de su casa y allí se dan el… ¿beso?
Os confieso que a mí me entró la risa tonta nada más verlo. Porque eso no es un beso. Un piquito, si quieres, un roce de labios, un nada… muy al estilo Brittana. Si es verdad lo que dicen las actrices y estuvieron practicando en la caravana para finalmente darse ESO, de veras lo siento por sus novios. Deben de ser las personas más infelices de este planeta. Pero, hey, dicen que a caballo regalado no se le mira el diente, y a lo mejor deberíamos tomarnos esto como una especie de calentamiento para el siguiente round. Tenemos muchos antecedentes para pensar que Glee no nos va a conceder algo menos infantil, pero una nunca pierde la esperanza.
Y como todo sucede a la velocidad del rayo, lo siguiente que sabemos es que Santana tiene NOVIA. Que es Dani, claro. Han tenido como cinco minutos en pantalla, pero el Dantana ya es oficial, y una no puede evitar pensar que si en la vida real fuera así de sencillo, no habría personas solitarias por el mundo adelante. Pero, bueno, pasando estos detalles por alto, hay que admitir que Dani es adorable. Y Santana sigue siendo masticable adorable. Así que la ecuación no podía ser otra que adorable + adorable = super adorable. We heart Dantana, que diría Alex Vause.
De todos modos, imagino que las fans del Brittana tienen que estar muy enfadadas tras ver cómo han explicado su separación en este nuevo episodio. Yo no sé qué desayunan los guionistas de Glee por las mañanas, pero si comen cereales no quiero ni imaginar en qué están bañados. Leche, seguro que no. Un whiskazo doble, tal vez, porque no tiene ningún sentido que cuando Santana le está explicando a Dani su relación con Brittany, de repente, sin venir a cuento, deje entrever que tiene pánico a las bisexuales. Ehmmm…. ¿perdona? Es todo tan estúpido que una ya no sabe ni por dónde empezar. Brittany y Santana ya no están juntas. No viven en la misma ciudad. Y no es como si Brittany le hubiera sido infiel con cualquier cachas del equipo de fútbol. De hecho, fue Santana la que cortó con ella. ¿En qué momento se convirtió la bisexualidad de Brittany en un problema? Si alguien puede iluminarme al respecto, se lo agradeceré eternamente.
Por el resto, poco más que destacar sobre este episodio, salvo que personalmente agradecí mucho verlas vestidas con otros atuendos porque de veras empezaba a creer que su fondo de armario consistía en el uniforme del restaurante.
Destacar, también, algo que quizá os sorprenda, y es que lo que más me ha gustado no fue el no-beso ni el dúo beatleliano y ni siquiera la hilarante confesión de “¡no soy lesbiana!” y las “lady parts”. Realmente con lo que me quedo de este episodio es con las carantoñas del final, cuando los nuevos y viejos New Directions están cantando Let It Be y hay una escena en la que Kurt, Rachel, Dani y Santana están tumbados en el suelo. En ese momento Demi Lovato acaricia la nariz de Naya Rivera, ella le sonríe y le hace cosquillitas en el brazo. Es algo muy tonto (y muy breve), pero me ha gustado. Llamadme boba, pero me pareció un momento fuera de guión, una genialidad que se han sacado las actrices de la manga para darnos un poco más. Como bonus, la banda sonora de esta escena no podría ser más apropiada: let it be… A ver si es verdad.
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