Situación: Sábado por la tarde. O martes, o cuando te apetezca salir a ti, que para algo eres tuya. Te presentan a las amigas de unas amigas, que, por cierto, te parecen más majas que las pesetas, y entre “jiji” y “jaja” alguna de tus amigas suelta un comentario con segundas, dejando al personal aparentemente desconcertado. Y, CLARO, todas te miran esperando explicación (por muy evidente que sea), incluso la capulla de tu amiga, que se lo está pasando pipa haciéndote pasar por ese momento que tan poco embarazoso te parece.
Sé que os ha pasado, y yo, que para nada he vivido una situación similar, os propongo 10 frases para arreglar la situación y dejar a vuestra amiga en bragas (a ver, por favor, que no es literal):
1. Yo es que bateo para el otro equipo.
2. Hacer un Malú: Comparar a los hombres con carne de cerdo para decir que eres musulmana.
3. Me gusta abrazar mujeres con mis piernas.
4. Que podéis apagar el horno, que los bollos ya están.
5. Soy vagitariana.
6. Karmy es mi OTP
7. Veo Lost Girl, por el argumento claro…
8. IKEA tiene una zona de amplios muebles pensados para la gente como yo.
9. A mi los hombres me gustan como el café… y yo no tomo café.
Opción personal:
10. Adelantarte a los hechos soltando un ‘ME GUSTAN LAS RUBIAS’ a los 5 minutos de conocer a alguien. Sin venir a cuento.
Frases útiles y sencillas, que podéis adaptar a cualquier entorno. Ya si lo entienden o no… es cosa suya. Pero que no sea porque no lo habéis intentado. ¿Cuál es la frase estrella que usáis vosotras para salir de estas situaciones?