La primera vez que vi a esta rubia de 1,66 iba arrastrada para ver una película de Leonardo DiCaprio, el terror de las nenas en esas épocas. No me malinterpretéis, Leo me encanta, pero en Romeo+Juliet yo sólo tuve ojos para la chica delicada pero ultra expresiva que coprotagonizaba la película. Si Claire Danes no fue mi primer girlcrush cinéfilo, cerca estuvo.
Estamos acostumbradas en esta sección a babear por curvas cuanto más pronunciadas mejor. Claire no las tiene, pero voy a babear igual porque me encanta su cara y ese aire angelical pero a la vez un poco pícaro. Incluso su aire de locura apagada me gusta y NO es algo que de normal me guste.
A Claire hay que verla actuando, que es cuando su rostro se transforma. Es expresiva hasta el punto de volverse fea, pero eso es lo que la hace guapísima. Me encanta como lo da todo, como llora hasta que se le hinchan los ojos o como ríe hasta que la boca casi la cruza la cara por completo. Y tu estás ahí viviéndolo intensamente con ella. (Claramente no soy la única que piensa así o no existiría el The Claire Danes Cry Face Project)
Además, Claire tiene buen gusto eligiendo sus papeles. Desde Mujercitas, Los Miserables o Belleza Robada, hasta Stardust o Las Horas. Le puso la voz a San en el doblaje inglés de La Princesa Mononoke. No he visto Homeland todavía pero estoy segura que me gustará sólo porque ella hace de protagonista. (Y si encima me añades a Morena Baccarin, yo estoy comprada de por vida).
Lo que me haría más feliz en esta vida es que aceptara algún papel croquetilla con el que ser feliz y poder mirar gifs durante horas. Tendremos que conformarnos con tooodas estas fotos, mientras tanto.
Claire Danes no se prodiga mucho por las redes sociales, cosa que es casi un punto a su favor. Sin embargo, si estáis necesitada de raciones diarias de esta guapísima actriz, tenéis el Twitter de la página oficial de fans y el Facebook.