Que Sandra Barneda es una mujer sumamente interesante es una cosa innegable. Periodista, presentadora, escritora, sus entrevistas son siempre de lectura obligada porque responde con una naturalidad pasmosa ante cualquier de las preguntas que le formulen. En este caso ha sido Glamour quien la ha citado en el Jardín Botánico para hablar de sus dos libros, su interés por el periodismo político y, no podía faltar, el revuelo que se formó cuando salió públicamente (ojo, no en privado) del armario. En ese momento, aunque muchos vieron en sus palabras un hábil juego de eufemismos para no terminar de decir que era lesbiana, otros tantos vieron lo que la catalana explica en su entrevista para Glamour: Que todo el mundo tiene la opción de vivir como quiera. Y eso incluye el no tener la obligación de contar en público nada que no quieras contar.
Glamour: Eres un rostro conocido y la popularidad también se paga. Tú hablaste naturalmente de tu homosexualidad en un programa de televisión y se habló un gran revuelo.
S.B.:Así es. Y eso es un reflejo de cómo está la sociedad. Parece que hemos normalizado todo, pero no es así. Yo nunca me he ocultado, nunca he mentido. Otra cosa es que haya que ir por ahí dando explicaciones sobre la condición sexual de cada uno. Yo creo en la normalidad.
En aquel momento desde esta web nos preguntábamos si el ser homosexual y famoso te convertía automáticamente en un icono del movimiento LGBT, y la presión que eso podía suponer, un peso que a lo mejor ella no quería sobre sus hombros, la idea que ella recoge en la entrevista.
Glamour: ¿No tienes la impresión de que hablar con tanta franqueza de tu opción sexual es una manera de allanar el camino a otras personas?
S.B.: Pues mira, cuando lo hice no fue por eso, pero luego me he encontrado con gente que me ha escrito para decirme que mi testimonio les había ayudado. Recuerdo el mail de una chica de quince años que tenía muchas dudas… y el de una mujer musulmana que reclamaba su derecho a no dar cuentas sobre su sexualidad.
Aquí ya nos metemos en un fangal de mucho cuidado. Bajo mi punto de vista, si Sandra no hubiese salido en la televisión diciendo que era lesbiana, o cualquier famosa como ella, esa chica no hubiese descubierto su identidad en ningún momento. No voy a decir que sea obligación de las personas publicas el salir del armario porque sí entiendo la postura de Sandra al querer llevarlo como ella considere, que para algo es su vida, pero esas mismas personas deberían ser conscientes del bien que hacen a personas que necesitan ayuda, personas que no conocen a nadie en su situación, y que muy probablemente se sientan más cercanas a personas que ven en la televisión que a gente de su alrededor.
Glamour: ¿Y qué piensas sobre eso, sobre esas personas que prefieren no reconocer que son homosexuales?
S.B.: Que todo el mundo tiene que tener la opción de vivir como quiera. Que nadie puede juzgar. Y que si una persona quiere mantener su opción sexual en secreto, tiene que poder hacerlo.
Cuando digo que las entrevistas a Sandra son de obligada lectura es por cosas como estas, que nos obligan a reflexionar sobre temas como este al que se refiere. Que, oye, hay gente que no quiere ser feliz. No puedes obligar a nadie a serlo. Puedes informarle, ayudarle, apoyarle, decirle por mil vías cómo puede ser feliz, cómo puede quitarse esa lucha interna. Pero realmente queda en su mano, y no en la de nadie más, el levantarse y ser valiente. Me autocito, extrayendo unas líneas de este artículo que hice en agosto: “Cada una que sea como quiera. No podemos pretender que todas seamos igual de valientes, de decididas. Que todas vivamos igual nuestra sexualidad, nuestras relaciones afectivas. A lo más que podemos aspirar es a que cada una sea tan libre como quiera ser. Y a lo mejor, ¿quién sabe?, el día de mañana Sandra o cualquier otra decide ser una abanderada de la causa LGBT. Pero entonces lo habrá hecho porque ella quiere. Sin presiones. Libre, como lo somos todas nosotras, como pedimos a todos los demás que nos dejen ser” Sigo pensando exactamente lo mismo.
Por otra parte, cuando llega Sandra, llega la polémica. Un medio ha citado sus declaraciones con un titular que a la periodista no le ha gustado nada de nada.
Titulares sacados de contexto que evidencian la poca normalidad que existe.
— Sandra Barneda (@SandraBarneda) June 24, 2015
Y, en este caso, tiene toda la razón del mundo. Poca poquísima. Pero es trabajo de todas que la haya.