Llevo varios meses dedicando esta sección exclusivamente a reseñas de productos eróticos y eso no es precisamente lo que tenía en mente cuando empecé esta sección. Reseñas de productos eróticos ya las hago en mi blog, aunque sí que es cierto que cuando escribo para esta página lo hago enfocándome en el público lésbico.Dicho esto y aprovechando que sobre estas fechas hará un año del primer artículo que publiqué en Hay una lesbiana en mi sopa, he decidido variar y hablar de un tema que creo que es importantísimo en cualquier tipo de relación, sea la que sea: la fantasía.
La fantasía es la representación de un ideal, de forma realista o no. Para mí, la fantasía es un componente esencial en la psique de una persona. Proporciona emociones, ofrece aventuras y estimula nuestra mente. ¡Y qué decir de lo que provoca en nuestro cuerpo!
Más concretamente quiero hablar de las fantasías sexuales. Existe la creencia de que tener fantasías sexuales es negativo o de que quien las tiene es una mujer promiscua. Pero de hecho, tener fantasías sexuales significa que posees una mente creativa. Estas fantasías pueden ser variadas y acostumbran a estar acordes con los gustos de una misma. Muchas veces tienen relación con lo que se conoce como fetiches. De los fetiches hablaremos más adelante; a grandes rasgos, los fetiches son objetos o situaciones a las cuales se les atribuye un poder excitante. No hay que confundir los términos fantasía con fetiche. Una fantasía es hacer el amor en la playa, un fetiche puede ser la lencería. Eso significa que, aunque sea una vez, quieres hacer el amor en la playa y que, por lo general, te excita ver a mujeres llevando lencería.
Las fantasías son sanas para nuestra mente y para nuestra relación. Suponen una innovación en la vida sexual de la pareja, así como en la de una misma. El sexo es tan importante como la creatividad, por eso se complementan a la perfección. Y lo mejor: no hace falta mucho para idear una fantasía sexual que podamos llevar a cabo fácilmente. En mi caso, llevo años con la fantasía sexual de utilizar un arnés durante el sexo y he podido cumplirla recientemente gracias a los productos de BS Atelier. La experiencia fue increíble y la satisfacción que sentí al poder llevarla a cabo fue tan excitante como había imaginado.
He estado investigando acerca de las fantasías sexuales más comunes y he averiguado que son las siguientes:
- Tener sexo en lugares públicos (avión, parque, ascensor, playa…)
Es una de las fantasías más comunes y es fácil de cumplir. Tan solo un consejo: ve con cuidado de que no te sorprendan o podrías acabar en problemas. - Tener sexo en el agua
El sexo en el agua me parece, personalmente, incómodo. La lubricación natural desaparece y el roce es mucho más áspero. Si quieres llevarlo a cabo te recomiendo que utilices un lubricante resistente al agua con base de silicona. - Hacer un trío
Si una mujer no basta… ve a buscar a otra. Como la canción de los elefantes que se balanceaban. Ahora bien, ten presente que las tres tenéis que sentiros cómodas y ninguna debe sentirse desplazada. - Ser observadas durante el sexo
Voyeurs seguro que no te faltan. Si te interesa la idea, puedes navegar por internet, donde donde encontrarás páginas en las que hombres, mujeres y parejas se masturban frente a la cámara mostrándose a los desconocidos virtuales. - Someter y ser sometidas
Muy interesante: la dominante y la sumisa. Te recomiendo que lo hagas con alguien de confianza y que, antes de usar ningún objeto (fustas, látigos, esposas) consigas la sumisión con tu actitud. - El aquí te pillo aquí te mato
Vas un bar, te tomas una copa y le echas miraditas a la chica de la esquina. Lo único en lo que puedes pensar es en acostarte con ella pero ya. ¡Excitante!
Seguro que tú también tienes fantasías. ¿Cuáles? Escribe alguna de ellas en los comentarios y escribe +1 si también compartes la fantasía de otro de los comentarios. ¡Anímate y creemos una lista de fantasías!