Aunque el asunto bodil no sea del gusto de todo el mundo (seguro que tú también conoces a alguna alérgica ya no al compromiso, sino a la parafernalia que rodea a las ceremonias… bueno, y al compromiso también), una cosa es innegable: Viendo las fotos de dos chicas el día de su boda te dan ganas de casarte a ti también. No lo niegues. Aunque sólo sea por unos segundos, piensas “hala, yo también quiero”. ¿O no?
Repite conmigo: Oooooooh.