La vida de los actores y actrices, por mucho que pensemos que es un camino de vino y rosas y todo glamour, lujo y mansiones con piscinas, a veces tiene momentos que son más de Don Simón y flores del chino. Porque los profesionales de la actuación también tienen que, sorpresa, comer y pagar facturas, y eso les aboca irremediablemente a películas serie B, C, o D, films un poco regulares por los que no ganarán ningún Oscar. Este es el caso de nuestra queridísima Sarah Shahi y su último trabajo, Guns for hire. Si veis el trailer entenderéis la parte de pagar facturas.
Guns for hire es la historia de Beatle Boyin, quien se niega a vivir bajo las normas de la sociedad: ella es más del tipo asesinar y extorsionar. Su única conexión con otras personas se reduce a su psiquiatra (quien, he de decir, no hace muy buen trabajo), y a la stripper/prostituta que contrata una vez por semana. Todo cambia la noche se encuentra con Atenea Klendon, una rubia suicida con un secreto.
Uhm… Entramos ahora en el clásico debate entre película más mala que la quina y escenas croquetas de alto voltaje, una constante en la vida de toda lesbiana. Porque anda que no nos hemos tragado películas infumables sólo porque dos chicas se enrollaban. Tú también lo has hecho, ¡confiesa!. Tenemos el corazón partido. Y es que no es para menos, porque las escenas de Sarah son para verlas unas cuantas veces.
¿Qué pasará? ¿Qué misterio habrá? ¿Veremos finalmente la película pasando muy rápido las escenas hasta llegar a Sarah o descubriremos en Guns for hire un diamante por tallar, una historia que nos enamore, que nos encandile, nuestra nueva película favorita?
Vía: Bollosapiens