Hoy, 26 de Abril, se celebra en España el Día de la Visibilidad Lésbica. En esta, su octava jornada, hay convocadas un montón de acciones y eventos con solamente una premisa: que se nos vea. Que salgamos de nuestro espacio doméstico y nos mostremos al mundo. Que hagamos ruido y llamemos la atención. Pero no solamente por nosotras. Este día es, sobre todo, por todas aquellas que, por diversos motivos, no pueden hacerlo.
¿Cuantas veces se resta valor a las relaciones sentimentales entre dos mujeres, como si fuera una fase? ¿Cuantas veces te han dicho que no pareces lesbiana? ¿Y cuantas que vale si te acuestas con chicas, pero que no lo digas? La orientación sexual por defecto es la heterosexual, y las lesbianas nos enfrentamos a una invisibilización constante en la vida pública, y las consecuencias directas de esa falta de presencia es la negación de nuestros derechos. Ya sabéis: de lo que no se habla, no existe.
El año pasado os contaba, desde esta misma columna, como a las mujeres homosexuales se nos negaba desde la sanidad pública la posibilidad de acceder a programas de reproducción asistida a aquellas cuya pareja no fuese un hombre. Estos últimos días se ha votado en el Congreso la elaboración de una ley integral contra los delitos de odio, que también engloban las agresiones homófobas. El partido del Gobierno en funciones ha votado en contra, arguyendo que con el Código Penal es suficiente.
La conquista de derechos no se acaba con el matrimonio igualitario. Queda mucho trabajo por hacer, y sobre todo, muchos prejuicios que tumbar. Y la única manera es la visibilidad.
Todos los días avanzamos un poco: con cada personaje lésbico en una serie, con cada famosa que sale del armario, con cada paseo que das con tu novia de la mano. Cada día alguien se da cuenta de que las lesbianas estamos ahí, existimos, y no somos algo de otro planeta, o alguna chica se decide a dar el paso de salir del armario por primera vez con alguien. ¿Y todo esto por qué? Porque se ha dado cuenta de que no pasa nada. No pasa nada por ser lesbiana, por nombrarnos lesbianas, por enfrentarnos al mundo así.
Pero, hasta que todo el mundo se de cuenta de esto tan sencillo, hay que seguir luchando y trabajando, con acciones como este Día de la Visibilidad lésbica. Un día al año para reivindicar lo que queremos en los 364 restantes. Por eso, si tienes la oportunidad, acércate a algunas de las actividades programadas para hoy por las distintas asociaciones y colectivos. #Lesbianavisible