Loïe Fuller fue, junto a Isadora Duncan, una de las dos figuras fundamentales en el mundo de la danza. En los albores del siglo XX, las dos mujeres fueron pioneras y rivales, y pese a que Duncan terminó por eclipsar la figura de Fuller, la originalidad y espectacularidad de las coreografías de esta no se han olvidado. Tanto es así que se acaba de estrenar en Francia un biopic sobre su vida que ha levantado un revuelo espectacular. ¿El motivo? Loïe era lesbiana, y en la película, lejos de nombrarlo, le han inventado un novio. Así, como suena.
Una gran parte de la película gira en torno a la relación de la bailarina, encarnada por Soko, con Louis Dorsay, interpretado por Gaspard Ulliel. La realidad es que Louis es un personaje que no existió, se lo han sacado de la manga. Además, la directora no tiene reparo en confirmarlo:
Me he tomado la libertad de inventar el personaje de Louis Dorsay. Sentía la necesidad de una presencia masculina en este film poblado de mujeres.
Loïe mantuvo una relación, documentada, durante más de treinta años con Gabrielle Bloch, Gab. Las dos mujeres vivían juntas, y terminaron por asociarse en la compañía de danza. El personaje de Gab aparece casi de refilón en la película, lo cual, sumado al novio imaginario, supone una falta de respeto a los espectadores, que supongo que irán a ver un biopic y no una cosa inventada, y sobre todo a la memoria de la bailarina. Tú no puedes encargarte de la tremenda responsabilidad que supone hacer un biopic, una película que se supone fiel a la realidad, e inventarte lo que te de la gana. Porque entonces ya no es un biopic, es otra cosa.
En Francia están que trinan, y con razón: la asociación feminista FièrEs ha declarado a Buzzfeed que “borrar esa parte de la vida de Loïe es irrespetuoso y lesbófobo. Cojámoslo al revés: ¿se haría un film sobre Sartre borrando Beauvoir e inventándole relaciones homosexuales? ¿Sería un film sobre Sartre? No. No nos atreveríamos “. Los medios no se quedan a la zaga. FranceInfo lo tacha de “revisionista” y Mediapart de “lesbófobo”.
¿Qué tiene que decir la directora sobre todo esto? Stéphanie Di Giusto ha declarado que “no se trataba de hacer La vida de Adèle” (ya, sobre todo porque ya está hecha). Pero lo más sorprendente, quizá, son las declaraciones de Soko, que van en la misma línea:
La idea no era hacer la enésima película lésbica
Soko, que ya ha protagonizado otros films lésbicos como por ejemplo Bye bye blondie, y que en su vida personal sale con mujeres, no es capaz de reconocer el tremendo error que supone cambiar la historia para ocultar que alguien ha sido homosexual. Es tremendo. Loïe no sólo era lesbiana y tuvo al menos una relación sentimental con una mujer durante muchísimo tiempo, sino que su entorno se componía fundamentalmente de mujeres, muchas de ellas lesbianas también. Todo eso se ha borrado del film porque sí, porque había demasiadas mujeres (?), y han metido a un señor que no es que pinte poco, es que es una invención. Es aberrante el trato que se nos da a las mujeres LGBT en los medios, y a veces parece que damos un paso para delante y dos para atrás. De momento, esperamos fuerte que esta no sea la única peli que se haga sobre este personaje, porque se merece algo mejor.
Vía: Buzzfeed