Denise Ho, la reina del “cantopop” –como suele llamarse coloquialmente a la música popular cantonesa, la música de Hong Kong– se ha convertido en el azote del Partido Comunista de China desde que se alzase en 2014 como la cara y la voz más conocida que arropaba públicamente la revolución de los paraguas, un movimiento en el que estudiantes hongkoneses reivindican un auténtico sistema de sufragio universal en Hong Kong, región administrativa especial de la República Popular China.
Denise nació, precisamente, en Hong Kong en 1977, aunque cuando tenía 11 años su familia emigró a Quebec. Tras estudiar en la Université du Québec, volvió a su ciudad natal con el firme objetivo de convertirse en una popular cantante, y lo consiguió en 1996 cuando ganó la 15 edición del programa New Talent Singing Awards de Hong Kong. Tendrían que pasar casi 20 años desde el inicio de su carrera para convertirse en uno de los apoyos públicos más importantes de la revolución, y de paso ponerse en el punto de mira de los medios progubernamentales chinos, pero dos años antes de que se iniciase la revolución de los paraguas Denise ya había iniciado su lucha personal por los derechos humanos.
En el Orgullo de Hong Kong de 2012, el 11 de noviembre, la cantante salió del armario delante de 4.000 espectadores que aplaudían su discurso. “Creo que tengo una obligación. El deber de levantarme por el bien del amor y por más paz. Me gustaría declarar aquí orgullosamente que soy tongzhi –en la jerga china, una palabra para referirse a las personas gay–. Debería haber hecho esto hace algunos años, pero tuve la oportunidad adecuada”, explicó Denise.
El revuelo mediático y sensacionalista que envolvió su salida del armario, dice en una entrevista con The Gurdian, le ha ayudado a ser “impermeable” a las críticas que le han hecho más tarde los medios progubernamentales cuando se unió a la revolución pacifista para conseguir el sufragio universal. Aunque la revolución de los paraguas ha tenido otras consecuencias en su carrera.
La compañía discográfica que tuvo hasta entonces terminó su contrato porque el responsable de la discográfica “estaba en contra” de su decisión de apoyar al movimiento. Denise creó su propio sello discográfico, Goo Music, que para ella ha supuesto “volver a nacer y empezar una carrera musical completamente distinta”. Ahora le es más complicado entrar en el mercado chino, y empresas como la de cosméticos Lancôme decidió cancelar un concierto en el que iba a actuar después de que un periódico progubernamental “insinuara que sus productos podrían ser boicoteados si la activista se convertía en el rostro de la compañía”.
En 2017 será el veinte aniversario de la devolución a China de Hong Kong, ex colonia británica en la que también se celebrarán los comicios por los que la revolución de los paraguas reivindicó el sufragio universal, y aunque Denise barajó la posibilidad de presentarse como candidata al parlamento hongkonés, decidió que lo suyo “no era redactar discursos”, sino componer canciones. “Debemos reflexionar sobre qué hacer con la rabia que sentimos. En mi caso, debo canalizarla y utilizarla para componer canciones, creo que es mi misión”.
Vía: eldiario.es | Gaystarnews
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