Hace unos años escribía en esta misma web que Gloria Fuertes era “una de las grandes, y tristemente tan poco reivindicada”. Hoy, me llena de alegría poder escribir que eso ya no es así, y que la Poeta de los niños lo es ya de multitud de adultos que la están descubriendo y redescubriendo. Con motivo del centenario de su nacimiento, muchos son los libros que se están editando, pero hoy nos detenemos en un proyecto precioso que convierte los poemas de Gloria en canciones.
Ana Molina Hita, una de las componentes originales del grupo indie Hola a todo el mundo, en su labor como profesora del colegio público Pío XII de Madrid, formó con algunas de sus alumnas un pequeño coro llamado Milagros. Con las voces de estas niñas, las letras de Gloria, y la música electrónica de Ana Molina, el resultado es tan bonito que dan ganas de saltar en la silla al escucharlo.
Cinco son las canciones que han subido a su bandcamp, siendo la primera una introducción biográfica de voz de la misma autora. Porque quién mejor que ella misma para desvelar lo importante.
NOTA AUTOBIOGRÁFICA
Gloria Fuertes nació en Madrid
a los dos días de edad,
pues fue muy laborioso el parto de mi madre
que si se descuida muere por vivirme.
A los tres años ya sabía leer
y a los seis ya sabía mis labores.
Yo era buena y delgada,
alta y algo enferma.
A los nueve años me pilló un carro
y a los catorce me pilló la guerra;
a los quince se murió mi madre, se fue cuando más falta me hacía.
Aprendí a regatear en las tiendas
y a ir a los pueblos por zanahorias.
Por entonces empecé con los amores
-no digo nombres-,
gracias a eso, pude sobrellevar mi juventud de barrio.
Quise ir a la guerra, para pararla,
pero me detuvieron a mitad del camino.
Luego me salió una oficina,
donde trabajo como si fuera tonta
-pero Dios y el botones saben que no lo soy-.
Escribo por las noches
y voy al campo mucho.
Todos los míos han muerto hace años
y estoy más sola que yo misma.
He publicado versos en todos los calendarios,
escribo en un periódico de niños,
y quiero comprarme a plazos una flor natural
como las que le dan a Pemán algunas veces.