InicioOpiniónNo, no da igual ser LGBT o no serlo

No, no da igual ser LGBT o no serlo

Publicado

No sé bien cómo empezar este artículo, así que me lanzaré a la piscina sin manguitos. No, no da igual ser lesbiana, gay, bisexual, que no serlo. Que ser heterosexual, vaya. Ser LGBT, en 2017, y en cualquier parte del mundo, importa. Y mucho.

A lo mejor no cambia la percepción que alguien tenga sobre nosotras. O, precisamente por eso, lo hace. Se nos niegan sistemáticamente derechos por el simple hecho de ser, de existir, y de vivir de acuerdo a cómo sentimos. O, en el peor de los casos, sufrimos física y psicológicamente por las mismas razones.

Así que algo importará, digo yo.

En un mundo ideal, nadie tendría que haber peleado por mis derechos para no ser ciudadana de segunda. Por la posibilidad de que pudiera casarme, exactamente igual que todas las personas heterosexuales que conozco. Porque no me dijeran que qué asco cuando voy con mi novia por la calle. O, mejor aún, cuando voy sola porque tengo “pintas de lesbiana”. Luchar porque me dejen en paz, qué sinsentido.

Por eso, cuando se apunta que qué guay que el Primer ministro de Luxemburgo acuda con su marido a la cumbre de la OTAN y éste pose en la tradicional foto de consortes y alguien dice que no hay que señalar la diferencia, no me parece bien. Porque si no se habla de que es el Primer caballero de un Primer ministro, puede parecer que su pareja es una mujer. En una foto oficial con mandatarios de muchos países, incluso algunos que no contemplan el matrimonio igualitario, él se convierte en estandarte de libertad, y no hacer hincapié en eso es ocultarlo. Un “así no se nota”. Que es, precisamente, lo que hizo la página web de la Casa Blanca cuando omitió su presencia. Así nadie pregunta.

O también cuando se comenta la posibilidad de que Jane Austen durmiera con mujeres, algo que, insisto, es una posibilidad que un investigador ha sacado a la luz, y se desprecia tal información bajo el eslogan de que no importa si lo fuera. Pues sí, sí que importa. Y no, no se hace en un ejercicio de machismo, como si fuera imposible que una mujer no se casara por únicamente ese motivo, ni mucho menos con un ánimo de “normalización” de las mujeres lesbianas bajo una misma etiqueta.

Precisamente la visibilización hace patente una cosa: la diversidad. Cada mujer es diferente de otra, cada una encierra una historia que puede guardar posos comunes con las de otras, pero que en forma y tiempo no se parece en nada a las demás. Su relato es personal e intransferible. Y por eso mismo el término lesbiana, en esencia, implica un paraguas y una apertura que hace posible que quepamos todas. Lo mismo con bisexual. Y lo mismo con cualquiera de las etiquetas que nos queramos aplicar a nosotras mismas.

Nombrar no es clasificar, ni categorizar. Nombrar es ser visible. Y ser visible nos hace ser. De otro modo, de ese que nada importa porque todos somos iguales en teoría, de ese que todo es relativismo, de ese que ya no queda nada que reivindicar, cuando es radicalmente falso y hay mucho que hacer, las personas LGBT nos quedamos anclados en la heterosexualidad por defecto y, por tanto, ocultos.

Ojalá algún día de igual. De igual del todo, que no importe nada, que todos tengamos los mismos derechos, oportunidades, plataformas, alegrías y penas. Que nada nos diferencie. Pero, hasta que eso ocurra, ser LGBT sigue importando.

Últimos artículos

Sarah Paulson adaptará ‘Untamed’, libro autobiográfico de Glennon Doyle

Glennon Doyle es una autora estadounidense que saltó a la fama en 2016 con...

Sandra Barneda confirma su relación con Pascalle Paerel

Ya sé que ya sabías que estaban juntas, si ya lo sé, pero el...

Obi: arte y placer en un juguete erótico

Hace unos años, cuando todavía estaba adentrándome en el mundo erótico, quise visitar la...

¿Están emparentadas Taylor Swift y Emily Dickinson?

Es más que probable que hayáis escuchado hablar alguna vez de esa casi desconocida...

¿Nueva novia para Amelia en ‘Anatomía de Grey’?

Veinte temporadas, que se dice pronto, lleva Anatomía de Grey en nuestras vidas. Algunas...

‘Strictly Confidential’ tiene una pinta lamentable (y por supuesto que la veremos)

Hay cositas que tienen su momento, y cuando su momento pasa, hay que ser...

Cinco series con croquetas para ver online

*El título es una tontería porque evidentemente vas a verlas online, no vas a...

Vuelve ‘Hacks’ más croqueta que nunca

Ha ganado un montón de premios y no es para menos, porque Hacks es...

Ester Expósito y Anna Castillo, juntas y revueltas en una serie de vampiras lesbianas

A veces la vida te da regalos, como esta noticia que combina varias de...

Juguetes eróticos y candidiasis: Consejos de higiene y limpieza

Hoy vamos a tratar un tema crucial pero a menudo pasado por alto en...

Películas lésbicas (y bisexuales) para este 2024

Están siendo unos años rarunos para la industria, pero tras la pandemia y la...

‘Entrevías’: las serie que buena, buena, no es, pero que no podrás dejar de ver

Con el estallido de las plataformas de streaming, la manera de hacer series ha...

Emociones fuertes con la bomba de succión de Gozzo

Comprar tu primer juguete erótico tiene algo de adictivo, parecido a cuando te haces...

Ahora sí, habrá ‘A Simple Favor 2’

Desde que en 2018 se estrenara A simple favor, la película que Anna Kendrick...

Vuelve Arizona Robbins a ‘Anatomía de Grey’

Sacad el champán o el champín, lo que bebáis, porque estamos de celebración. Tras...

Más como este

Lo que le ha pasado a Jojo Siwa nos ha pasado a (casi) todas

Hace muchos años, cuando acababa de salir del armario, recuerdo perfectamente cómo una chica...

Los adolescentes han avanzado mucho, pero lesbiana sigue siendo un insulto

Muy a mi pesar, no puedo dedicarme todo el rato a ser una lesbiana...

‘Wonder Woman 1984’ y el misterio de la bisexualidad de Diana

O "por qué no podemos tener cosas bonitas" Ayer llegaba a mis manos una noticia...

‘Benedetta’: no solo es mala, también es aburrida

Tenía muchas ganas de ver Benedetta. Muchas. A lo mejor no tantas como Las...

La literatura lésbica romántica nos salvará

Aún recuerdo la primera vez que leí un libro lésbico (o sáfico, o como...

La croqueta libre: ‘Y ahora que ya no estás’

Podéis enviar los textos que queráis (preferiblemente que no incluyan ninguna imagen) a la dirección...