LesGaiCineMad, el Festival Internacional de Cine LGBT de Madrid, nos ha ofrecido un año más un catálogo género y con calidad lleno películas y documentales. Y, como no podía ser de otra manera, con una importante presencia croqueta.
Entre la selección se encontraba The Miseducation of Cameron Post, premiada en Sundance con el gran premio del jurado en la categoría de drama y que en el LesGai ha obtenido una mención especial en la categoría a mejor largometraje de ficción. Así que nada, allá que nos fuimos a echarle un vistacillo.
Los datos técnicos que nunca sé dónde poner
The Miseducation of Cameron Post, basada en la novela homónima de Emily M. Danforth, está dirigida y escrita por Desiree Akhavan e interpretada entre otros por Chlöe Grace Moretz, Sasha Lane, Forrest Goodluck y John Gallagher Jr. Dura 90 minutos de ná que se pasan volados.
La peli
Corre el año 93, la gente viste raro según nuestros cánones actuales y Cameron tiene un novio postizo y una relación muy íntima, −de las de enrollarse a todas horas, vaya− con su mejor amiga. Algo que una vez sale a la luz, su tía, una mujer católica y muy muy conservadora, no va a llevar demasiado bien. Así, Cameron se verá forzada a acudir a un campamento cristiano para “superar” su atracción hacia las personas de su mismo sexo o, de manera más sucinta, para dejar de ser homosexual.
En dicho campamento Cameron hará amigos y conocidos, y descubrirá más tanto sobre sí misma como sobre la manera de defenderse de lo que no es sino un abuso psicológico por parte de profesionales de la salud. Ojo al personaje de la psicóloga. Brrr.
Cameron Post se beneficia de la inteligente decisión de abordar la historia con sentido del humor. Donde otras películas habrían sido un dramón puro y duro, en esta te descubres soltando una carcajada ante la última ridiculez que se les ha ocurrido a los dueños del campamento. Estoy tentada de hacerme un iceberg para saber por qué soy lesbiana. No es que nos vayamos a librar de momentos difíciles, ni a olvidar lo horrible de la situación de los jóvenes (y de algunos mayores) en el campamento, pero ayuda mucho. No tenemos tantos ejemplos como para que el humor no me siga pareciendo un soplo de aire fresco en los dramas LGBTQ+.
Otros de los puntos fuertes de la película son la honestidad a la hora de retratar las escenas de sexo, muy bien insertadas usando flashbacks y siempre relevantes a la hora de conocer mejor a la protagonista, y la relación que se forja entre Cameron, Jane y Adam.
En conclusión
Sé que a mucha gente lo que sucede en Cameron Post le va a sonar ajeno, impensable. O “muy visto”. Que la peli transcurre en los noventa y ya estamos casi en 2020, lo tenemos superado en nuestro maravilloso primer mundo y estas cosas no pasan. Sin embargo, una búsqueda rápida por internet de las palabras “same sex attraction camps” o “gay conversion therapy” nos demuestra que esto no ha sido una realidad, lo sigue siendo. Y sin tener que cruzar un océano, no hace mucho salieron en España libros para la reorientación sexual y en un país tan cercano como es Reino Unido, sólo muy recientemente se está planteando prohibir este tipo de “terapias”.
Resumiendo, además de gustarme creo que Cameron Post es una película necesaria, esperanzadora y con mucha más luz que otros dramas ambientados en situaciones semejantes. Tenemos la suerte de que va a ser estrenada en cines el próximo año, aprovechad y comentadnos vuestras impresiones cuando la veáis.