La editorial Biblioteca de Autores Cristianos ha publicado un libro llamado Amar en la diferencia, que se considera una suerte de manual contra la homosexualidad, en el que se trata a los homosexuales como personas contagiadas por una enfermedad que debería erradicarse.
¿Qué decir de esta noticia? Antes de nada, os pido disculpas por si utilizo lenguaje malsonante. Habitualmente soy una dama, pero estas noticias me cabrean sobremanera y no puedo controlar la lengua. Advertido quedas. Dicho esto, allá va mi reflexión:
a) En sociedades democráticas este tipo de libros no deberían tener distribución alguna. Lo siento, pero no. Si yo edito un libro sobre el nazismo en Alemania es muy probable que acabe en la cárcel. Me importa un cuerno que lo publique la Biblioteca de Autores Cristianos o que lo financie Gürtel y utilice el piso de González Pons para almacenarlo. Estos ataques contra un sector de la sociedad cuyo único “pecado” es follar en su casa, con ADULTOS, de manera consentida, deberían estar prohibidos. A mí no me gustan algunos maridos/novios de mis amigas. Los considero feos a más no poder y no los tocaría ni con un palo, pero no por ello se me ocurriría editar el Manual para erradicar el sexo con hombres feos ni tampoco me permito el lujo de juzgar con quién se acuesta cada persona. Es su cama. Su intimidad. Sus vaginas. Su vida. Y eso es lo que nosotros queremos tener: la nuestra.
b) Entiendo que a personajes como el obispo de Alcalá de Henares, Juan Antonio Reig Plá, les joda que la homosexulialidad ya no esté catalogada como una enfermedad. Y digo que lo entiendo porque yo también pienso que los hijos de puta como él deberían estar catalogados como enfermos y, mira, qué mala suerte tengo, que no lo están. Una pena.
c) En vista de que la homosexualidad ya no está catalogada como una enfermedad, los curas directamente se han inventado una. En un arranque de ingenio la han llamado AMS (Atracción Afectivo-Sexual hacia el mismo sexo) y la consideran una dolencia mental cuyos portadores somos los homosexuales. Todo muy creativo y con una base muy sólida, como imagináis. Para familiarizaros más con el concienzudo trabajo de la iglesia católica os dejo la foto de arriba, en la que podéis ver al obispo ejecutando un complicado experimento científico en su laboratorio.
d) El obispo también tiene palabras para tranquilizar a los que ayudarán a tratar la “afección” de la homosexualidad, como voluntarios, curas, monjas y otros meapilas de confesionario. Me imagino que en esta tarea también participarán los exorcistas de Rouco Varela y quién sabe si la ministra de Trabajo, en busca de nuevas áreas donde colocar a los seis millones de parados. Sobre este punto el obispo viene a decir, básicamente, que estos sanadores no deben preocuparse por nada, que en ningún caso se van a contagiar porque están amparados por su fe y la religión. No soy médico, pero estoy bastante segura de que las enfermedades mentales no se contagian. Aun así, es bueno saber que la santísima trinidad va a ejercer de protección para los sanadores. Conozco a muchos esquizofrénicos que pensarían exactamente lo mismo…
c) Me resulta hilarante el título del libro: AMAR en la DIFERENCIA. Suena taaaan bonito… taaaan cristiano que estoy a punto de hacer una hoguera, sacar la guitarrita y arrancarme con el alabaré, alabaré, como hacíamos en los campamentos. Pero ahora en serio, si lo piensas, no tiene ningún sentido poner este título al libro cuando lo que intentan hacer es, precisamente, lo contrario: erradicar la pluralidad, retrotraernos a los siglos de oscuridad en los que la iglesia católica era dueña y señora. Por eso propongo un cambio de título. Creo que Odiar en la diferencia sería mucho más apropiado. Menos cristiano, pero más ajustado a la realidad.
d) ¿No tiene otra cosa que hacer la iglesia católica que perseguir a los gays? ¿No hay pobres a los que asistir? ¿Niños muriendo de hambre en África? ¿Qué tal mirarse el ombligo y rebanar los miembros de todos los hijos de puta que violan impunemente a cientos de niños? ¿Para cuándo un Manual contra la pederastia, señor obispo? ¿¿Para cuándo??
e) Visto y leído todo lo anterior, solo agregar una cosa más: cada día tengo más claro quiénes son los enfermos. Estoy segura de que tú también.
Ea, ya se me ha calentado la boca. Y mira que hoy ya había dicho mis oraciones.
@unachicademarte
Vía InOutPost