¡Hola, croquetillas! Hoy termino la trilogía hablando de los nuevos musicales de Utena. Podría haber hablado en el artículo anterior, por temática, pero hubiera salido un artículo muy largo y no quería algo así. Aparte, es un tema que me encanta, nunca pensé que me fuera a gustar un formato musical. Siempre lo había visto como “gilipollas que se ponen a cantar y bailar por cualquier tontería”. Y no, no es tan así. Se ponen a cantar y bailar a la mínima, vale, pero con motivos.
Algo que no conté la semana pasada y que contaré ahora fue cómo llegué al tema de los musicales de estos animes. En tumblr hay muchas tonterías, no sé cómo llegué, pero me hice cuenta para buscar frikadas e información varia. Ahí encontré imágenes de los musicales, primero de los Myus. Tras eso, enlazando cuentas, encontré los nuevos musicales de Utena. Igual que pasó con los Myus, el de Utena también tuvo mejoras de imagen con el paso del tiempo.
En 2017 se estrenó el primer musical renovado de Utena, “El brote de la Rosa Blanca”, donde se narra el primer arco del anime. La llegada de Utena a todo el sarao que tienen montado en la academia y cómo gana a todos para conseguir a Anthy, la Prometida de la Rosa. Esto se hace así de nuevo por culpa del aniversario, para celebrar los 20 años [en serio qué vieja me siento a ratos] del anime.
En el 2018 hubo otro musical, que está ya para pre-comprarse el BD de la obra. Narra el arco de la Rosa Negra. Supongo que este año estará el musical del arco del coche de Akio y no sé si un cuarto con el final, o el tercer musical abarcará coche más duelo final.
Es cierto que hace años hubo un primer musical de Utena, que pasó de forma más desapercibida. Estas nuevas etapas les ponen muchas ganas y los adelantos tecnológicos ayudan mucho a que la representación sea más cuidada. Las pelucas son más fieles, un vestuario mejor… Se hacen menos números de funciones, pero se cuida más cada función.
De estos nuevos musicales solo he podido ver el primero, el de 2017, estoy a la espera del siguiente, estoy muy atenta porque sé que están trabajando con ello, y yo trabajaré después. El primero me pareció una pasada a varios niveles. No solo la puesta en escena que ya dije que es muy buena. Es que es clavado al anime. Los temas musicales son propios de la obra, pero respectan el “Zettai Unmei Mokushiroku” [destino absoluto, apocalipsis] como canción de los duelos, tan significativo.
Digo lo mismo que la semana pasada, el musical se disfruta más si ya eres fan, porque vas a ver todos los detalles. Este quizás no requiera tanto conocer lo anterior, pero al ser una obra por el aniversario no deja de haber guiños. Ojo, este musical lo que adapta es la serie de anime, la de 39 capítulos, no la versión de la película o el manga.
Otra cosa a tener en cuenta es que no solo hay croqueteo entre Utena y Anthy, hay que recordar que hay otro bollo suelto, Juri. Ya de por sí en el anime tuvo una voz sensacional, pero es que en el musical te enamoras. No, en serio, te enamoras, mirad…
Y con esto termino el artículo por capítulos sobre cosas aparte del anime. Añadir que sé que hay más musicales, como uno de Toji no Miko, pero no subtitulan todos y es muy difícil conseguir cosas si no sabes japonés.
Conclusión, si sois fans de un anime, buscad musicales, conciertos, lo que pilléis, porque suelen merecer mucho la pena, siempre sorprende lo que se puede encontrar por ahí.
La próxima semana vuelvo con otra reseña de anime.
¡Gokigenyou!