He de confesar que soy una fan absoluta de Hannibal. Me parece una maravilla, así, sin medir, por lo que este artículo está escrito desde la más completa parcialidad. Porque sí, porque así soy yo, y porque total, como la vemos cuatro personas, pues por lo menos que las que la veamos seamos acérrimas defensoras de la serie. Y tal.
¿Cómo explicar qué es Hannibal a alguien que no la haya visto nunca? Podríamos empezar por decir que Hannibal es exceso. Es una serie completamente excesiva y barroca en todo lo que plantea. ¿Que tiene que mostrar un asesinato? Pues hace una danza con las gotas de sangre. ¿Una matanza? Hacemos un tótem multitudinario en la playa. ¿Que nos comemos a una persona? Pues la laqueamos con miel, como si fuera un pato Pekín. La sencillez no tiene cabida en este show, ni falta que hace. Porque la virtud principal de Hannibal es justo esa, el deleite para los sentidos que supone. Él disfruta con el gusto y el olfato, nosotros con la vista. Festín para todos.
Esta semana hemos visto con el mismo deleite que nos envuelve desde el momento mismo que le damos al play, como Alana Bloom, la nueva terapeuta de Mason Verger, y la hermana de éste, Margot, compartían un momento romántico. De Margot ya sabíamos que era lesbiana, pero nos sorprende un poco más de Alana. La escena, pasada por un caleidoscopio, es algo verdaderamente digno de ver.
Algunas voces se alzan, como siempre, diciendo que esta escena es innecesaria y que sale de la nada. Y sí, tienen razón, sale de la nada, nos golpea en la cara sin previo aviso, pero después vemos que Alana y Margot están urdiendo un plan contra Mason. Que no veamos su relación no implica que no exista. Hannibal no suele tratar a los espectadores como a niños pequeños, llevándolos de la mano escena a escena, y este caso no iba a ser menos.
Hay un detalle que me gusta especialmente de esta escena, y es cómo se ayudan a vestirse. Me parece un detalle súper intimo, lleno de confianza, y esas miradas… Por un momento pensé que se iban a volver a desvestir, pero no tuve esa suerte.
¿Veremos algo más de esta pareja en la serie? Si nos guiamos por la química que tienen, sería lo justo. Pero nunca sabemos qué esperar en Hannibal, así que no me arriesgaré a hacer apuestas. Disfrutemos de la escena como si fuese a ser la última.