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¡Hola, croquetas! Hoy quiero hablaros de una de mis series más especiales, Gokujou Seitokai (el mejor consejo estudiantil) (y el más modesto). Este anime es shoujo-ai pero no romántico, es decir, hay chicas no hetero, sí hay una pareja suelta, hay amores no correspondidos pero la trama no se centra en ese romance que roza el bollo-drama.
¿Por qué la recomiendo? Porque es una gran serie, con una trama muy fresca y divertida que alegra el día a cualquiera.
Contaré un poco cómo llegué a este anime, para explicar cómo fui valorándola. Mi objetivo con esta reseña es que le deis una oportunidad y la veáis si no la conocéis. Por 2004 salió Kannazuki no Miko (ya tendrá reseña propia más adelante), Gokujou Seitokai saldría al año siguiente. Una antigua amiga que era muy fan de este género me recomendó ver a este peculiar consejo estudiantil. Me sorprendió su entusiasmo y acepté la sugerencia. Este anime pasó muy desapercibido y creo que es injusto, la verdad. Empecé a verla, pintaba muy divertida. Chicas locas y brutas resolviendo cosas a su manera.
La trama, resumiendo, es Rino llegando de nuevas a un colegio. Ha perdido a su madre y está sola, solo tiene una marioneta que habla sola (esto parece una chorrada, pero se las trae) y un amigo por carta que es quien le sugiere ir al colegio nuevo. Inciso, la serie es mucho más de lo que parece a primera vista, tiene muchas cosas que parecen una auténtica chorrada, pero hay que verlas desde otra perspectiva, como la marioneta. Realmente RIno no inicia la trama al llegar, ella lo que hace es ir mostrando al espectador la situación que ya existe.
En este nuevo colegio veremos que hay un consejo estudiantil con más poder que cualquier otra cosa, casi rozando el absurdo. Por un lado, está la presidenta, Kanade, a la que todas adoran. No solo es la presidenta, también es dueña del colegio. Aparte, secciones de asalto e inteligencia, una contable, una chófer y RIno que acabará siendo la secretaria. Y una niña de primaria que es la casera maruja que cuida del resto. Todo muy normal, sí.
Como digo, la primera impresión es que esta serie es una tontería, las chicas están locas y que el anime será un desparrame. Pero… Aunque en parte es verdad (las chicas están locas y es un desparrame), no es ninguna tontería.
Me explico. El esquema de cada capítulo es simple. Primero se tiene una situación inicial, cada episodio es una historia corta, esa situación afectará a alguna de las chicas, de forma que la conoceremos mejor. En el primer episodio conoceremos un poco a Rino, al llegar a la escuela. En el segundo se verá por encima cómo funciona la escuela, aunque esto se va desarrollando a lo largo del anime. En estos dos episodios introductorios veremos que las chicas están locas, que tienen unas ideas muy curiosas y una lógica muy cuestionable.
Al principio pensé: “Vale, la serie está bien, pero no sé por qué me la recomienda como shoujo-ai”. Entonces llegas al tercer episodio, el último de la presentación. Kanade, la presidenta, ha pasado la noche con Rino, en la misma cama más concretamente. El resto de chicas se enterará. Esta situación se divide en varias ideas:
Hay muchas fans femeninas de Kanade que sienten envidia de Rino.
Las chicas del consejo también piensan que ha habido algo, no les parece tan raro que hayan hecho algo más que dormir. Se asume que ha habido acción. Como dicen “tiene esa atmósfera de los colegios femeninos”.
Aparte y gran mención, que esto es lo importante. Tienen un palabro, de cosecha propia, para referirse al sexo lésbico: paypaya. Con esta palabra se refieren a las tijeras. El dialogo dónde lo explican no tiene desperdicio.
Sinceramente, cuando vi la explicación del payapaya me pilló bebiendo agua y me atraganté de la risa. Entre lo bestia, directo y el desparpajo que gastan me estuve riendo un buen rato. Con este nuevo aliciente sigo viendo la serie.
Quinto capítulo, rivalidad entre asalto e inteligencia, o más bien entre sus líderes. Nanaho y Kuon, respectivamente. Entre las dos hay cierta química. Aparte, mi apodo es por esta Nanaho, por todo lo que fui viendo de ella al avanzar la serie. Estas dos no están juntas, es una pena, porque hacen un dúo genial.
Avanzando, capítulo siete, para mi gusto el mejor capítulo de la serie. Si gustó el del payapaya, este gusta igualmente. Aquí se demuestra lo mucho que vale esta serie. El capítulo con más amor junto al final de la serie.
En el nueve vemos la relación Sayuri-Rei, amigas de la infancia y seguramente algo más. El diez el episodio de la piscina, que se traduce en “problema con bañadores”, muy bollo todo el debate bañador.
Quiero aclarar algo. Sí, a ver, estoy haciendo un repaso rápido de episodios destacables. ¿Con qué propósito? Con esta reseña he tenido un problema, no sé cómo exponer que es una gran serie de corte shoujo-ai aunque no haya romance. Lo que quiero es transmitir es que no es típico al faltar esa historia de amor con sufrimiento. Pero hay mucho amor, chicas enamoradas de otras chicas y normalizar que pueda haber sexo lésbico inventándose un palabro para definir las tijeras. Aparte, la trama es preciosa y entre los chistes y burradas se va viendo una trama preciosa y dulce que da que pensar, no todo es lo que parece, hay que fijarse, leer entre líneas. Según avanza la serie se descubren muchos detalles ocultos.
También comentar la banda sonora, con unas canciones preciosas cantadas todas ellas por las seiyuus de la serie. Mención especial al primer ending, “Guuzen Angel” (ángel de la casualidad) que es una gran canción de amor, cantada por la ejecutiva del consejo (esto es la presidenta, las dos vicepresidentas, la contable y la secretaria).
Os recomiendo este anime de todo corazón. Os divertiréis, habrá bollerío light y dulce, pero que normalizan muchas cosas y encima tiene una trama muy buena. ¿Qué más podéis pedir?
En fin, espero haberos animado a ver esta joyita, que merece mucho la pena.
¡Gokigenyou!
Hoy más que nunca, una persona muy orgullosa de apodarse Nanaho.
¡Tenemos nuevo trailer de Pose! Indya Moore, MJ Rodriguez (Nurse Jackie, Luke Cage), Hailie Sahar (Mr. Robot, Transparent), Angelica Ross (Transparent, Claws) y Dominique Jackson son, junto a Evan Peters y Kate Mara, las protagonistas de Pose,la serie de Ryan Murphy sobre la escena LGBT en el Nueva York de los años 80, cuando Donald Trump empezaba a despuntar como empresario de éxito, y cuando las drag queen comenzaban a gestar sus houses, lo que devendría en los club kids de los noventa. Pero eso es otra historia.
En el nuevo trailer de Pose, serie de FX, la última en esta cadena de Murphy tras firmar el contrato de su vida con Netflix, vemos a Peters como un joven ejecutivo, a Mara como su novia, y el inicio en el baile y en los balls underground del resto de protagonistas.
Pose se estrena el 3 de junio en Estados Unidos. En España, se podrá ver a través de HBO.
Me encanta el techno pop. Ni puedo, ni quiero hacer nada al respecto. Simplemente es así, un día llegó a mi vida, y se quedó para siempre con las canciones de La Prohibida, de Alma X, de los primeros Astrud, de Mano de Santo. El bombo machacón siempre ha estado ahí, y me alegra sobremanera ver que seguirá estando, porque se siguen haciendo TEMAZOS del calibre de Camino Amarillo, una de las cuatro canciones que conforman el primer EP de Belenciana.
La letra nos cuenta el enamoramiento rollo crush de una chica, como tantas otras lo han hecho, pero en este caso te va a sonar más, porque a esta chica le gusta su amiga, la profa de francés, y unas cuantas chicas más, con las que fantasea como lo hacías tú (y yo) con quince años. Mención especial a la aparición de la siempre estupenda Pilar Castro.
No sabemos nada de Belenciana, más allá de nuestro deseo de que ojalá esté en un estudio de grabación para sacar mil canciones más. Sólo que, como leo en internet, sus amigos le regalaron una fiesta para que pudiera cantar sus composiciones. Y ya. De ahí, al video de Camino Amarillo, dirigido por Rebeca Calle, y que ha subido a mi top 1 de canciones de este año. Si te ha gustado Camino Amarillo, te gustará el resto del EP, que puedes escuchar en Spotify.
Antes de meternos en harina, debo hacer una advertencia acerca del libro de Disobedience (Desobediencia), escrito por Naomi Alderman: el libro está en inglés. Las malas noticias son que todavía no hay fecha para su traducción y distribución en español (que sepamos). Las buenas, que el 25 de mayo vas a poder comprar unas entradas para poder disfrutar de su adaptación cinematográfica, con Rachel Weisz y Rachel McAdams como protagonistas. Y a un elenco así hay que decirle que #sí.
Yo siempre he sido más de este orden: primero libro, luego película. Así que si eres de mi club, dominas el inglés y tienes cierta motivación para acercarte a esta historia, te recomiendo encarecidamente que utilices estas semanas para sumergirte de lleno en el mundo al que nos transporta Naomi Alderman.
Estamos en Londres, en el suburbio de Barnet, a siete millas de Charing Cross y a seis paradas de metro de Candem Town, para ser más exactos. Si seguimos estas coordenadas nos encontraremos con un lugar llamado Hendon, conocido por todos los londinenses por ser uno de los mayores asentamientos de judíos ortodoxos de la capital de Reino Unido.
El líder espiritual de estos judíos ortodoxos acaba de fallecer. La comunidad está destrozada. Tras su muerte, el colectivo se siente decapitado, privado de una dirección, de un líder que los guíe en su camino hacia el paraíso eterno. No obstante, es necesario que todos contengan las emociones para cumplir con la tradición, empezar a buscar sucesor y preparar todos los homenajes fúnebres que la situación requiere.
¿Y avisar a la familia directa del fallecido Rav Krushka?
También… Habrá que hacerlo… ¿no?
El problema es que en este caso solo hay un familiar directo al que avisar: Ronit, la rebelde y desobediente hija del Rav, que desde hace años se encuentra exiliada en Nueva York, distanciada por completo de la comunidad y vilipendiada por los más exigentes.
Aquí es donde empieza a mascarse la tensión. ¿La notas? Espero que sí, porque la hay y mucha.
Ilustración de jolgorrio en Sabat.
Del oficio funerario y de la transición espiritual, por supuesto, deberá encargarse Dovid, el natural sucesor del Rav Krushka, su mano derecha y quien ha estado bajo su tutela y guía desde que era un adolescente. En opinión de la mayoría (e incluso del propio Dovid), el sucesor no da la talla. Dovid carece de las características de liderazgo para guiar e iluminar a la comunidad, pero algunos de los líderes más adinerados de Hendon, sumergidos en sus propios intereses políticos, están dispuestos a que él sea el elegido. Sí, es muy probable que Dovid no esté a la altura, pero es blando, buena persona y fácil de manejar, y esa es una característica que a estas mentes perversas les resulta muy interesante.
Mientras tanto, Esti, la mujer de Dovid, hace lo que todas las mujeres de las comunidades judío ortodoxas: permanece al margen de las tramas políticas, de las decisiones, del poder. Como si de un florero se tratara, el papel de Esti es estar en la casa, cocinar, limpiar, rezar, ser sumisa, cuidar del marido y hacer todo lo posible por darle descendencia. Pero cuando Esti comprende la consecuencia inmediata del fallecimiento del Rav Kushka, su mundo de esposa judía perfecta empieza a desquebrajarse poco a poco: Ronit, su mejor amiga de la adolescencia, su confidente, su gran amor, va a regresar. Y con ella regresa la vida a Esti, que como si de un huracán se tratara, de pronto se ve envuelta en todas aquellas emociones que en algún momento creyó haber olvidado.
Ortodoxia lésbica.
El reencuentro entre las dos mujeres provoca que se abran heridas del pasado, recuerdos todavía no curados que ahora se interponen entre ellas y es necesario abordar. Ninguna de las dos parece haber conseguido olvidar la relación que mantuvieron en la adolescencia y, ahora, ya como adultas, tanto una como otra se verán obligadas a enfrentarse a esos fantasmas del pasado desde ángulos muy diferentes.
Puedo aventurar que la historia de amor entre las dos protagonistas, Ronit y Esti, te conmoverá y frustrará a partes iguales. Por un lado, cabe destacar el realismo con el que se perfila: dos mujeres en una conocida comunidad de judíos ortodoxos, que deben asumir un papel que les ha sido asignado en el mismo momento de su nacimiento o vivir de espaldas a los suyos, casi como proscritas espirituales, durante toda su vida. Todo por perder… y todo por ganar. Pero, por el otro lado, este realismo quizá provoque no siempre comprendamos sus decisiones en todo momento. Para una mente occidentalizada, laica y feminista, puede resultar un gran esfuerzo tratar de empatizar con los motivos que detienen a Ronit y Esti para llevar una vida plena, libre de opiniones ajenas, libre de ataduras espirituales. Y sin embargo, ahí están. Sin ellas Disobedience no sería posible, ni tendría razón de ser.
Como peculiaridad, comentar que la novelatiene una estructura que a mí personalmente me resulta muy atractiva. El punto de vista del narrador se cuenta en dos personas diferentes, según el personaje que esté desglosando los acontecimientos. Para Ronit la autora utiliza la primera persona, lo cual le confiere la fuerza y cercanía que el personaje se merece. En todo momento estamos conectadas a sus pensamientos, a sus sentimientos más profundos. Qué le gusta, qué aborrece, qué le hace sentir perdida, susceptible o frágil. En los capítulos en los que Alderman nos habla de Esti, sin embargo, la autora echa mano de la tercera persona para contarnos las vicisitudes de su vida, de modo que lo percibimos algo más alejado y distante, aunque en ningún caso pierda fuerza por haber utilizado esta voz literaria.
Best friends forever.
Como ya podrás imaginar, en este libro las reflexiones más íntimas de los personajes están en todo momento íntimamente relacionadas con decenas de alusiones religiosas. En Disobedience el judaísmo adquiere una categoría de personaje en sí mismo y, de tal modo, influye y condiciona toda la historia. Los miedos, los anhelos, responsabilidades, fallos y aciertos de cada uno de los personajes se verán determinados en todo momento por su postura ante la religión y a lo largo del libro aprenderemos que ninguno de ellos es libre. Ni siquiera Ronit, las más rebelde y desobediente de todas, quien tendrá que hacer las paces con un pasado que la persigue incluso tras haber puesto tiempo y distancia con sus orígenes al otro lado del Océano Atlántico.
Personalmente, puedo decir que a mí Disobedience me ha encantado. Devoré sus páginas a una velocidad despiadada y, a pesar de toda la carga religiosa que conlleva y todas las citas bíblicas, en ningún momento me sentí aburrida o hastiada por su lectura. Es más, ha sido una de las pocas obras que verdaderamente me han enganchado en estos últimos meses, algo que para mí eso siempre son puntos extra.
Si te manejas con el inglés y quieres darle una oportunidad, puedes adquirir la novela en el link que te dejamos aquí abajo. Si, por lo contrario, prefieres esperar a la película, marca el 25 de mayo con un círculo rojo en el calendario. Para ir abriendo boca, aquí te refrescamos el tráiler:
For the People, una de las últimas series añadidas al imperio de Shondaland puede que nos de la vida con una potencial pareja. Si no queréis ningún spoiler tengo que decir, con todo el dolor de mi corazón, que huyáis, porque os voy a hacer spoiler. De lo contrario, coged una silla, que os cuento. La serie tiene como protagonistas a seis abogados recién llegados a “The Mother Court”, en New York. Tres en el lado de la defensa y tres en la fiscalía. Sí, todo un poco Grey’s Anatomy hace 13 temporadas y media, pero con abogados.
Entre los protas está Kate Littlejohn, ahora mismo los otros cinco nos dan igual. Kate, interpretada por Susannah Flood, trabaja en el lado de la fiscalía. Es reservada, puntual, cuidadosa, trabajadora, etc. Vamos no es el típico personaje que sea tu favorito, no la odias, aunque si tuvieras que trabajar con ella todos los días quizás te resultaba un poco repelente.
Debido a un caso tiene que trabajar con una agente de ATF, Anya Ooms. Anya es interpretada por la guapísima Caitlin Stasey. Me he visto muy recientemente Please Like Me, serie en la que sale Caitlin, y no había capítulo que no pensara “ojalá se líe con una tía, solo pido eso”. El crush con esta mujer no es normal, para variar. Bueno, seguimos: Anya tarda como 2 minutos en pedirle el número a Kate, por si acaso tiene que preguntarle algo. Terminan preparando el caso juntas, en el cual Anya aprovecha cualquier comento para soltar una buena bicha. Realmente, aunque Kate no le siga mucho el jugo, ahí hay tensión, se siente, se puede palpar.
Tras atrapar al malo de turno, se despiden en los juzgados, con un apretón de manos (sí, terrible) y una cara de Anya de “bueno, lo he intentado”. Casi con la denuncia ya en la mano porque me parece ilegal pasar así de Anya (o de Caitlin), Anya lo vuelve a intentar una vez más, ya con todo el equipo. Invita a Kate a una práctica de tiro, ya que anteriormente había comentado que sabía disparar. Tras comprobar que efectivamente tiene buena puntería, Anya se acerca para besarla pero Kate da un paso atrás. Mis feels se vuelven a romper en mil pedazos. Y mientras Anya se disculpa, le pide que lo olvide y que no quiere crear una situación rara, Kate se lanza a un buen beso. Mis feels han revivido y están más living que nunca. Os dejo el momento:
Ahora, la preguntar crítica. ¿Qué va a pasar con Anya y Kate? He usado mis dotes de investigación y no he podido encontrar nada sobre cuánto tiempo saldrá Caitlin en la serie. Aunque por el comentario de “vamos a trabajar mucho juntas” me aventuraría a decir que la volveremos a ver, o eso esperamos. En un sneak peak del capítulo de la semana que viene, Tom pregunta a Kate si está viéndose con alguien, y ella pone una cara que podemos interpretar como que sí. Querida Shonda, nunca te pido nada (mentira), danos este ship, porfa.
A lo mejor así, en frío, piensas “¿y quién debe ser esta muchacha?”. Pues te diré que Ruth Davidson es la líder del partido Tory en Escocia, una política con muchísimo peso en Reino Unido. Junto a su pareja, Jen Wilson, están esperando un bebé, y esta noticia ha tenido muchísimo alcance porque se anunció el día 26, Día de la visibilidad lésbica.
Esperamos que ahora beba 0.0
Ruth, de 40 años, lleva en política desde 2010, cuando abandonó su trabajo como periodista en la BBC para, bajo su liderazgo, aupar al partido conservador al segundo puesto en Escocia. Davidson anunció así su embarazo:
Jen y yo estamos encantadas de anunciar que estoy esperando nuestro primer hijo para este otoño. Como todas las nuevas madres, estamos nerviosas, y un poco asustadas, por los meses que van a venir. Pero sobre todo estamos muy felices con este proyecto de empezar una familia juntas.
En 2016 anunciaron su compromiso, pero tuvieron que retrasarlo para poder pagar las facturas del veterinario de su perro, al ser este atropellado por un coche. No hay fecha para el nuevo enlace. Anyway, ¡Muchas felicidades!
Antes de nada, una pequeña confesión: no he visto La forma del agua, y si me tengo que guiar por lo que he oído y leído sobre ella, va de una rana gigante que se enamora de una chica muda. El argumento, así visto, me parece bastante curioso. Y más curioso me parece que Rachel Weisz la compare con Disobedience, la que está llamada a ser nuestra nueva película lésbica favorita de todos los tiempos (después de Carol, que a Carol no se la toca).
En una entrevista con el periódico Toronto Sun, Weisz explica esto:
Hay drama porque el personaje de Rachel McAdams y el mío no son libres para amar a quien quieren amar. Es un poco lo mismo que en La forma del agua. Diferente género, fantasía, periodo, pero va de cómo puedes ser libre para amar a quien quieres amar.
La actriz, que también produce la película, también les ha contado sus motivos para adaptar la novela de Naomi Alderman a la gran pantalla.
Yo quería contar la historia de dos mujeres que tuvieran una relación. Podría haber sido sobre amistad femenina, y estuve leyendo muchos libros sobre amistad femenina, y siempre acababa -a ver, que a lo mejor hubo libros que no encontré- con las dos luchando por un chico, y pensé “no, esta no es la historia que estoy buscando”. Así que encontré al final historias lésbicas de amor. Mujeres con relaciones con otras mujeres como amantes.
Desde aquí, un beso al librero o librera que le vendió Disobedience a Rachel Weisz. NO sabes qué favorazo nos has hecho.
Como nos han hecho saber miles de películas estadounidenses ambientadas en colegios y universidades, al final del curso una de las tradiciones más arraigadas es la de hacer un anuario para, cuando te entra un ataque de nostalgia en tus cuarentas, o hay que descubrir a un asesino en serie, le eches un vistazo y pienses que cuanto ha cambiado Jessica. En mi instituto fuimos un poco rancios y no hicimos nada, excepto una cena multitudinaria en la que a la gente se le fue la cabeza y terminó poniéndose vestidos de boda. Yo qué sé.
El caso es que la foto del anuario de Krysta Montoya, de Albuquerque, Nuevo México, ha dado la vuelta al mundo vía Twitter, donde ella da la explicación de la frase que puso: “Anatomía de Grey. Temporada 5. Episodio 6. 39:40″. Parece claro que es un momento, ¿no?. Pero, ¿cual?. Pues este.
Voulez-vous Danser? es el título del nuevo single de Manel Navarro, nuestro representante en Eurovision del año pasado. Muy en su línea, con su guitarra y su voz susurrante, Manel nos pide que bailemos con él y que lo hagamos interesante, y lo hace con un titulo que nos remite inmediatamente a otro de nuestros representantes en dicho festival de música: José Vélez.
O, bueno, a ABBA, QUE TAMBIÉN ESTUVIERON EN EUROVISION. Brujería.
El caso es que el catalán ha escogido para el videoclip ilustrativo de dicho single una historia de cuatro jóvenes en una relación no monógama. Poliamorosa, vaya. Y hay dos chicas. Y mira, pues fenomenal. Dentro video.
Mi parte favorita, y lo digo muy en serio, es cuando se corta el pelo. Que no es que tenga yo que ser su madre ni nada, pero un poco de falta sí le hacía. En todo caso, una cancioncilla que nos acompañará durante todo este verano.