En el episodio 18:
En la misión para abrir una nueva via hacia Shiganshina nuestros héroes se encuentran con un nuevo titán enemigo: uno con cuerpo de mujer. Erwin Smith parece tener un plan preparado al respecto, pero nadie sabe de qué se trata.
El episodio 19 es básicamente un enorme flashback. Cuando se ven perseguidos por la titán, Eren pierde los papeles al ver tantos de sus compañeros muriendo al paso de esta. Amenaza con convertirse en titán, pero el equipo de élite le pide que confie en ellos. Y las palabras “confiar” no son en balde.
Durante el mes que pasó en el castillo, Zoe Hanji le pidió poder experimentar con él.
Descubrieron que, sin un objetivo en mente, por más que se automutilara no se transformaba. Cosas tan absurdas como recoger una cucharilla del suelo podían ser objetivos suficientes en su mente para despertar la transformación.
Aunque Hanji esté feliz como una perdiz, la actitud feroz del equipo de élite ante su naturaleza es un recordatorio de para que están ahí. Sin embargo, cuando se demuestra que Eren no puede controlar siempre cómo se transforma, se muerden la mano como un castigo por haber desconfiado de él. Petra le dice que quieren que confíe en ellos porque ellos van a confiar en él.
Cuando por fin Eren se decide a hacer caso a Petra y obviar que la titán está escabechinando a soldados a su espalda sucede lo impensable.
Erwin Smith no sólo previó que tendrían un contratiempo de este tipo, si no que toda la misión era un señuelo para hacer salir a la rata que tuvieran en el barco. Este hombre provoca fascinación y miedo a la vez. ¡Menudo crack!
Y así empezamos el episodio 20, con la titán atada de pies y manos con los proyectiles y Erwin cebándose, comprensiblemente, con ella. Mientras tanto nuestra promoción 104 está en cada extremo del enorme bosque, un poco muertos de miedo. Al fin y al cabo, los titanes que se han reunido a su alrededor parecen ser capaces, poco a poco, de aprender a trepar.
Tanto el grupo de Eren como Armin y Jean nos desvelan la jugada de Erwin Smith: Ningún soldado que hubiera empezado en el ejército después del primer ataque del titán coloso podía confiarse para conocer el plan. Erwin sospecha de que fue ese momento en el que se infiltró el espía.
Mike y Levi descubren que sacar al susodicho de la nuca de la titán es imposible gracias a su habilidad para endurecer partes de su cuerpo a voluntad.
El error más garrafal, aunque comprensible, es cuando Levi se dedica a amenazar a quien esté dentro con torturillas nimias que dichas por él sabes bien que van a suceder y no te van a gustar. Así que, con el sustillo en el cuerpo, la titán llama a todos los anormales a varios kilómetros a la redonda para que, literalmente, se deshagan del cuerpo del delito. A pesar de los esfuerzos de las tropas de reconocimiento, en un periquete no queda nada.
¿Inmolación? Parecería que Erwin lo cree así, pero una vez más demuestra porque ha llegado donde ha llegado: Manda a Levi a buscar a quienquiera que se haya escapado en la confusión y el vapor de titán.
Las tropas, mientras tanto, se reagrupan y la unidad de élite se dedica a hacer el ganso porque aparte de consumados soldados son también adorables.
Y sí, he puesto estos gifs para hacer daño, porque lo que sucede inmediatamente después nos duele y rompe el corazón a todos. Las espadas que debieran matar titanes las usa un soldado encapuchado misterioso para dejar a Gunther como una piñata.
Terminamos el episodio sabiendo que las cosas van a ir muy mal, que este soldado misterioso (¿De verdad queda alguien que no sepa ya quién es?) no sólo mata como titán, si no también como persona. Eren, más te vale que Mikasa caiga del guindo pronto y venga en tu busca.
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