En el episodio anterior:
Nos hemos quedado sin asesinas, con Sumireko Hanabusa siendo eliminada por una inspiradísima Haru.
Ahora sólo queda saber la verdad y nada más que la verdad. Y para ponernos en situación, el tutor nos explica como funcionan las colonias de abejas y el poder de la feromona de la reina, que hace que las obreras mueran y maten por ella.
O sea que, básicamente, nos han explicado de que va la serie en 15 segundos. Y parecías inútil, Mizorogi.
Pero Nio decide que este anime no puede terminar sin enseñarnos de nuevo sus dientes de sierra y organizando una sesión informativa en la torre principal (¿La de los 99 pisos?) con la amiga directora. Se lo toma tan en serio que no permite que Haru tenga un tú a tú con Tokaku para explicárselo.
Una Tokaku que, por cierto, no para de comerse la olla con las palabras de Hanabusa.
Así que cuando llega la noche y la directora, Meichi Yuri, aparece, todo son bombas.
Que reunir a 12 asesinas era un rito de iniciación para Haru, receptora del poder de los Myôgo, la feromona de la abeja reina. Estas mujeres son capaces de conseguir protección y fidelidad por parte de sus allegados gracias a un poder especial, que se acentúa y evoluciona en fuerza cuanto mayor es el peligro.
Así que los Myôgo, que son gente maja que te cagas y querrías tenerlos en Navidad, se han dedicado durante toda la existencia de Haru a ponerla en peligro para hacer evolucionar su poder. De ahí que tanta gente muriera protegiéndola, azuzados por su feromona.
La pregunta es si este poder se usa de manera voluntaria o involuntaria, y cuanta inocencia tiene Haru en este asunto.
Lo que está claro es que para Tokaku es un shock del demonio. ¿Defendió a Haru y aprendió a quererla por motu propio? ¿O es el poder de esta el que ha forzado esos sentimientos?
Haru hace la pregunta que todos hemos estado repitiéndonos durante la serie, ¿Eran tan inútiles todas porque la feromona las volvía así? Se ve que Tokaku tiene mucho ego y se cree que sólo con su poder ya podía con todas ellas. Chica, a lo mejor deberías volverte a ver tu propio anime…
DRAMA. Todo es drama y lágrimas de sufrimiento cuando Haru intenta explicarse ante Tokaku pero no puede probar que no la ha estado utilizando.
Asi que Haru decide hablar con la jefa del clan y cantarle las cuarenta. Y como la academia tiene 99 pisos, que menos que tenga un sótano digno de comparación. Venga ascensor p’arriba y ascensor p’abajo.
“El instituto está construido encima de un cementerio”. No, no es la nueva peli de terror adolescente, es Akuma no Riddle. Todas las personas que han muerto por la abeja reina tienen su nombre grabado en un cementerio con una niebla inexplicable, bajo el suelo.
Nio presenta aquí una cara más interesante y una voz menos irritante y nos cuenta como el clan Myôgo le salvó la vida. Cuando le toma la mano a Haru pasa algo chungo chungo que no nos cuentan. Pero es chungo.
Cuando Haru encuentra la tumba de su familia se encuentra también a Tokaku, que le presenta su nota de aviso.
¿He dicho drama? Oh, amigas, nada comparable a la gallina de piel que nos deja este final de episodio, con Tokaku explicando lo agradecida que está y como se lo va a pagar matándola.
El ending de este episodio 11 lo canta la dobladora de Nio, Yoshino Nanjô, y su título es Survival. Muy apropiado.
http://youtu.be/TI8S0iesXgU