No os vamos a mentir: hasta ahora el nombre de Mike & Molly nos sonaba a nombres de vendedores de la teletienda. Pero ya que estamos dándoos pistas (o más bien luces de neón) sobre todos los shows en los que aparece una escena lésbica, aunque sea breve y poco importante para la trama, no podíamos pasar por alto esta serie en la que en el último episodio Susan Sarandon hace un cameo de lo más croquetil y besa a Melissa McCarthy. Y es que es Susan Sarandon. Que aunque en el apartado de pelirrojas maduritas, algunas somos más de Julianne Moore (repetid conmigo: oooh, Julianne!), a esta gran dama que es la Sarandon nunca le hacemos ascos.
Pues en el último episodio, nos cuenta AfterEllen que Molly (Melissa McCarthy) está en un supermercado con su marido cuando ve a una escritora a la que admira con toda su alma. Se trata de J. C. Small (Susan Sarandon) y rápidamente se acerca para tener una conversación con su ídolo, mientras la autora rellena su carrito de la compra hasta los topes con botellas de vodka. Dado que el horno no está para bollos (ni para croquetas, aparentemente), la escritora desdeña las atenciones de Molly y la manda a paseo diciéndole “ve a casa y escribe”, un consejo lleno de sarcasmo que la protagonista se toma al pie de la letra.
Al día siguiente, Molly aparece con un manuscrito en la casa de J.C., y a causa de un tropiezo con unas botellas en la entrada, el estruendo provocará que la escritora salga del inmueble, lo que llevará a una conversación sobre lo que ha escrito la protagonista y a un nuevo consejo: ahonda más en tus experiencias personales, cava, llega hasta el fondo. Mal consejo, por lo que se ve. De nuevo, Molly se lo tomará al pie de la letra y acabará peleándose con su madre durante la cena de Acción de Gracias. “¡Arruinaste mi niñez!”, le espeta, antes de largarse a casa de la escritora, en busca de consuelo.
El resto, es historia. El beso se produce de una manera totalmente cómica, en línea con el tono de la serie, en una especie de forcejeo bastante absurdo. El personaje de Susan Sarandon se pone a tono con su vodka y empieza a lanzar pedacitos de comida al pelo de Molly con la esperanza de ensuciarla lo suficiente para que se den un baño juntas. Y Molly está dividida entre ser racional y rechazar esa extraña oferta de una desconocida o complacer a su escritora favorita. Ni lo uno ni lo otro. Al final el beso es una especie de forcejeo de contorsionistas, orientado a caricaturizar el personaje de Sarandon. Podéis ver la promo del episodio para captar todavía más el tono humorístico en el que se desenvuelve todo: