He de confesar que no soy una persona de tatuajes: no es que no me gusten, pero no veo el momento de hacerme uno. Quizá si ganara un Oscar… porque eso precisamente es lo que ha hecho Cate Blanchett. La flamante ganadora del Oscar a Mejor Actriz se reunió el lunes con la nominada Amy Adams para tatuarse, por lo que hemos podido ver, en la muñeca. ¿Qué se habrá hecho? ¿Una estatuilla? ¿El bolso que tanto trajín le daba en Blue Jasmine? ¿La fecha? ¿La cara de Woody Allen? Se admiten apuestas.
Por otra parte, la actriz estuvo también el lunes (yo no entiendo cómo les da tiempo a todo, de verdad) en The Ellen Show, comentando un poco cómo fue la gala, y confesándole a Ellen porqué no estaba en la platea cuando vino el repartidor de pizza.
http://youtu.be/_qWtQlTNVCQ
“Fui al bar a buscar algo para comer, y de repente estabas repartiendo pizza, ¡y no me dejaron entrar!”
Cate bromea también en la entrevista acerca de su voz tras una noche de fiesta: “perdón, estoy enmedio de una terapia hormonal“, aunque he de decir que a mi me parece ultra sexy, y estoy empezando a mirar a la actriz con otros ojos. Sí, más aún. Sobre ser la favorita, la australiana apunta:
Tenía tanta presión sobre ser la favorita que pensé, ¿y si no gano? ¡Tendré que robar una estatuilla!
Afortunadamente para ella, y para nosotras, que no queremos verla en la cárcel (bueno, en alguna nos encantaría), ganó. Y así es como Carol va a tener como protagonista a la ganadora de DOS Oscars de la Academia. Croquetas, congratulémonos por ello.