Mucho se ha hablado de Empire en todas partes, menos en esta web. ¿Por qué? La respuesta corta es porque nos ha enfadado mucho, y normalmente cuando algo nos enfada, no hablamos de ello, como si fuera un castigo absurdo (porque ya ves tú qué le importa a Empire que hablemos de ella o no). El caso es que ahora, cuando ha sido renovada por una segunda temporada de 18 episodios, creemos que es el momento de cogerla por las solapas y decirle: Empire, ¿Vas a cambiar?
Pero vayámonos al principio. Empire es una serie sobre una familia que tiene un sello discográfico de hiphop, y todas las tramas de poder que se urden dentro del mismo cuando el padre anuncia que está enfermo y necesita un sucesor digno. El ritmo es frenético, pasan muchísimas cosas en cada episodio, y al ritmo de la banda sonora, hacen de ella una ficción muy, pero que muy entretenida. Eso si, es completamente excesiva en todos los sentidos: Como aquella concursante de Gran Hermano que le gustaba el oro, disfrutaba con él, Empire se revuelca directamente en todos los excesos posibles, rozando el límite del decoro, cuando no sobrepasándolo. Célebre es la escena en la que una protagonista se coloca un babero para hacer una felación. Ese es el nivel de Empire, la serie que no verías con tu madre.
Ha funcionado estupendamente bien en audiencias, aumentando sistemáticamente el número de espectadores en cada episodio, llegando a 17.5 millones en su final. Para que os hagáis una idea, Juego de Tronos congregó a 8 millones en el estreno de la quinta temporada, menos de la mitad. Empire es un caso pocas veces visto. Una de las teorías es que, al centrarse en una familia negra, la comunidad afroamericana se ha volcado con la serie, que refleja bien su cultura y estilo de vida. Sea como fuere, es un exitazo.
Al principio de la temporada las espectadoras croquetas pudimos ver, con gran alegría, como se iniciaba una trama lésbica en la serie. Tiana, la novia de Hakeem, el hijo menor del clan Lyon, mantenía una relación paralela con una chica. Por lo que pudimos ver los espectadores, no sólo eran cuatro besos y nada más: la chica la esperaba en casa, así que podemos dar por hecho que eran novias, o por lo menos la cosa iba en serio.
El caso es que, claro, cuando Hakeem lo descubre, su orgullo de rapero se ve herido, y se enfada mucho, y no la quiere ver más, y todas esas cosas. Pero su padre, que aparte de ser más listo que él tiene mucha visión comercial, y no puede dejar escapar el hit que su hijo y Tiana están grabando, le convence de que no la deje, porque “si tu novia tiene novia, eso son dos novias para ti”, o algo así.
El argumento es bastante, pero bastante discutible. Pero más discutible es que, en el episodio siguiente y los sucesivos, nada se sepa de Tiana y su novia, India. Cero referencias más en el resto de temporada. Cero.
No es que Empire no sepa llevar tramas gays: Uno de los hermanos de Hakeem es homosexual, y mantiene una relación con otro chico, e incluso en un punto de la serie sale del armario en público, para disgusto de su padre. No es eso. Pero tampoco sé bien decir qué es. ¿Desinterés? ¿Ganas de centrarse más en otros asuntos? ¿Entonces para qué montas la trama entera, para luego olvidarte de Tiana e India? Nos suena a complacer al público masculino, y la verdad es que nos cansa el funcionar siempre como elemento decorativo, hecho para el disfrute visual y poco más. Por eso, lanzamos la pregunta: Empire, ¿Vas a enmendar tus errores en la segunda temporada?