Amy Landecker es una de las actrices con más suerte del panorama televisivo. ¿Por qué? Porque tiene la inmensa fortuna de poder trabajar en Transparent, la serie de Amazon que se ha convertido en la revelación de los últimos años, y además, la experiencia por la que pasa su personaje le ha servido para su vida personal. Sarah, interpretada por Landecker, se encuentra con su novia de la universidad, y decide darse una oportunidad con ella, pese a que eso conlleva romper su matrimonio con un hombre. En la vida real, la actriz también estaba pasando por un divorcio, y además la serie le hizo abrir su mente, y como ella misma contaba en una entrevista, que su sexualidad fuese más fluida. Ahora, en una entrevista para Deadline, habla de lo que ha supuesto para ella la serie a nivel personal, y de algunas cosas de la segunda temporada.
Has hablado sobre tu propio divorcio y el renacimiento de tu sexualidad que sucedió durante la filmación de la primera temporada. ¿Cómo ha cambiado el show tu vida?
Sí, es verdad. Primero de todo, he tenido mucha curación en mi vida personal, y creo que el show es parte de eso, porque tuve que trabajar en mis propios demonios y luchar con mi trabajo y mi avance. Tú más o menos exorcizas todo eso en un entorno seguro, y de repente te sientes más ligera y más libre. Va a ser interesante ver a dónde va Sarah ahora. No creo que necesariamente vaya a ser a algo más ligero y más libre. Pero, personalmente, estoy soltera ahora mismo, lo que es nuevo para mi. Yo me iba directa a otras relaciones y nunca he tenido que estar sola. Hay algo que la serie me ha dado que es una base sólida en la familia y tantas relaciones maravillosas. Me siento muy plena, y me siento con el derecho de estar en el mundo sola por primera vez en veinticinco años. Lo siento muy dentro, y es uno de los regalos que me ha hecho la serie.
No es poca cosa lo que está contando: Es la historia de alguien que ha vivido los últimos 25 años encadenando relaciones, que nunca ha sido capaz de enfrentarse al mundo por si misma, de parar y conocerse a si misma, y que gracias a la historia de descubrimiento de Sarah, lo está consiguiendo. Ella interpreta el papel, pero a buen seguro que esto mismo le ha sucedido a mucha gente que viera el show.
Amy cuenta también que en un principio se negó a actuar a causa de las escenas de desnudos, pero “enseguida me di cuenta de que cuando trabajas con una directora, hay un nivel de confianza. Es diferente cuando hay hombres a cargo de mostrar una identidad bisexual en la pantalla (…) Tengo una regla en base a al cual puedo o bien tener sexo o bien estar desnuda, pero no puedes combinar las dos. Puedo estar ahí plantada desnuda, pero no quiero parecer vulnerable en un modo extraño, estar desnuda y ser sexual al mismo tiempo. Jill es la clase de directora que dice que vale, que con lo que tú estés cómoda. Era cosa mía poner los límites. Pero ya sabes, es como “venga, va”, y de repente de encuentras sin camiseta y con Melora Hardin encima de ti, y qué te voy a contar”.
Este es otro de los debates que Hollywood tiene ahora mismo abiertos, el debate sobre la confianza que da a las mujeres el que otra mujer esté a cargo de la realización de una película o serie. Por lo que cuenta Amy, es todo lo contrario a, por ejemplo, lo que narraban las actrices de La vida de Adèle. Para dejarnos con más ganas aún, Amy cuenta que en la segunda temporada “Va a haber un montón de sexo”. No es que sea lo más importante de la serie, pero… siempre nos gusta ver a dos actrices como Amy Landecker y Melora Harding croqueteando. Qué le vamos a hacer.
Vía: Deadline