#GiveElsaAGirlfriend
¿Os suena esta etiqueta? Supongo que sí, pero para aquellas que no la conozcáis, os hago un breve resumen:
El 1 de mayo de este año, la activista mexicana Alexis Isabel lanzó un tweet donde mencionaba a Disney y le pedía una novia para Elsa (la de la película de dibujos animados).
A las pocas horas, el mensaje se hizo viral y desde entonces ha recibido multitud de seguidores, pero también detractores. Las principales críticas vienen de quienes temen que los niños y niñas puedan sentirse confundidos por encontrarse con una Elsa no heterosexual. Por otra parte, es lo que se espera de ella y de todas las princesas de cuentos (que sean heterosexuales).
Para quienes no han visto la película, la princesa Elsa se representa como una mujer independiente con un poder secreto que todavía no sabe controlar y que puede ser peligroso para la gente que le rodea: convierte todo en hielo. Para muchas personas, este poder que a la vez es un secreto, se puede interpretar como su propia sexualidad, que le obliga a aislarse del mundo y a cantar una canción que se ha convertido en una llamada para salir del armario: “Let it go”. Sin embargo y como siempre pasa, cada cual interpreta lo que quiere interpretar. La mayoría (por no decir toda) la gente heterosexual que conozco no lo ve así. Lo ve como lo que Disney (y Pixar) ha mostrado en las pantallas: una solitaria princesa que quiere a su hermana se tiene que alejar de ella para no hacerle daño con su poder de hielo.
Aclaro en este punto que todo lo que aquí digo es mi opinión más personal (es lo que suelo hacer aquí: dar mi opinión), por tanto, estoy abierta a comentarios y críticas de interpretación.
Bien, dicho esto, puedo continuar explicando mi punto de vista y de paso tratando de responder a la pregunta que todo el mundo se hace desde el 1 de mayo:
¿Y si la princesa Elsa fuera lesbiana?
Desde mi experiencia docente tengo la impresión, corregidme si me equivoco, de que las niñas repiten patrones y modelos importantes para ellas, como las princesas o las reinas (sobre todo las princesas). Se sienten importantes, guapas, fuertes o sumisas según la princesa que elijan ser y, no nos equivoquemos, el personaje que representan en sus juegos imaginarios suele ser el mismo que interpretan en sus vidas reales (eso puede cambiar con el tiempo, es decir, conforme se van haciendo mayores, aunque no siempre pasa).
En los cuentos hay muchas princesas, aunque todas ellas, por lo general, buscan un príncipe para casarse o, como mucho (me viene a la cabeza “Brave” o la misma Elsa) se aíslan y no buscan a nadie con quien estar, vamos, que no muestran sus sentimientos o su forma de amar. Por lo tanto, podríamos afirmar que, hasta ahora, las princesas de los cuentos son heterosexuales con príncipe o heterosexuales sin príncipe.
Durante toda mi vida he dado por hecho que una chica tenía que estar con un chico o buscarlo. Las princesas de los cuentos han jugado un papel fundamental en esta creencia personal. Repito, fundamental.
Os diré lo que pasaría si Elsa fuera lesbiana: no pasaría nada. Al menos no les pasaría nada a las niñas que la vieran. Porque las niñas seguirán eligiendo a la princesa que más les guste o con quien más se identifiquen. Más bien pasará que habrá niñas que podrán elegir a Elsa porque la admiren o porque sientan como ella.
No olvidemos que a las lesbianas nunca se nos pidió opinión para crear a Cenicienta, Blancanieves, la Sirenita o Mulán. Nunca nadie se planteó cómo se sienten las niñas que no se identifican con ninguna de ellas. Repito, con NINGUNA de las princesas. Y el mundo sigue girando, y las niñas siguen eligiendo a la princesa con la que quieren jugar/vivir. Eso sí, siguen existiendo muchas niñas que no muestran su verdadera personalidad/sexualidad. Muchas son las que, como Elsa o Brave, se aíslan o no juegan como las demás (aunque quisieran) porque no hay una princesa lesbiana que, a ojos de las demás, normalice lo que ellas mismas sienten.
Así que, señoras y señores de Disney, si están leyendo esto, por favor:
#GiveElsaAGirlfriend