Podéis enviar los textos que queráis (preferiblemente que no incluyan ninguna imagen) a la dirección de correo que figura en el banner, con el asunto “La croqueta libre”. Los textos se leerán para escoger, pero no se editarán. Es decir, que si tu texto se ajusta a la temática de la web, lo publicaremos, pero sin corregir las posibles faltas. Los textos deben ir firmados con nombre o seudónimo. ¡Ah! ¡Y un título!
Déjame que te diga la verdad, esa verdad que se escondía detrás de los nervios que aumentaban con cada paso con los que estaba más cerca de tu casa, cada segundo en el que faltaba menos para volver a verte. Esperar con ansia ese momento de subir el último escalón y encontrarte a ti en la puerta, darme cuenta de que cuando me abrazabas en forma de saludo era yo la que llegaba a un hogar creado por dos brazos y un sentimiento. Te decía la verdad con esas sonrisas sinceras que te daba, y con cada movimiento de mi pierna marcando el ritmo de mi corazón y también el de mis nervios. Esos nervios que decías ibas a quitarme, pero que aún no me deshago de ellos aunque tú no entiendas el porqué. Porque soy esa chica sin un ápice de vergüenza que se convierte en una niña vergonzosa cuando se trata de ti.
Déjame que admita que quise besarte en cada instante de los que te tuve delante, en los que sonreías y en los que estabas seria. Que quería morderte esa sonrisa preciosa que llevabas, que es de lo más bonito que hay en este mundo. Una sonrisa que es un espejo de lo que sientes, una sonrisa que quien te conoce sabe cuando es sincera y cuando no. Admito que esa sonrisa no es la única curva maravillosa que tiene tu cuerpo, pero que sí que es mi favorita.
Déjame que sea sincera y decirte que aún, y durante mucho tiempo más, voy a seguir pensado en ti. Pensado en todo lo que pudo ser y no fue, pensado en que me encantaría haber dormido contigo aquella noche. En esos momentos de los que hablamos mil veces y que nunca hicimos, ni haremos, quizás porque este mundo tiene demasiados prejuicios para nosotras, no lo sé. Que siendo sincera te digo que te sigo queriendo a pesar de todo, a pesar del tiempo, de la realidad, de que la vida parece que no quiere darme lo que yo quiero.
Déjame mentirles a mis sentimientos diciéndoles que te he superado, que estoy bien y que no ha pasado nada, porque en realidad lo ha pasado todo. Déjame que les diga a mis sentimientos que todo lo que han sufrido ha valido la pena y que todo lo que han pasado servirá en el futuro, pero que primero tienen que sanarse y cicatrizar. Que tengo que notar como se cierra una herida, como pica, quema mientras todo se vuelve a unir quedando como antes.
Déjame que diga, que donde hubo herida queda cicatriz, pero déjame agradecerte por ser tú, y nadie más quien intenta que esa herida cierre rápido, déjame decirte que aunque todo cicatriza poco a poco, has sido la herida más bonita que he tenido, y que he estado encantada de que fueses tú y nadie más la persona a la que le diese la oportunidad de hacerme daño, porque lo tuyo fue sin intención y con el mayor cariño del mundo.
Déjame ver la realidad y reconocer que eres el error que no volvería a cometer, porque no volvería a intentarlo, porque sé que conmigo no serías feliz, y déjame una última cosa, déjame decirte que el día que quieras a alguien como yo lo hice, ese día entenderás mis nervios.
.- Nare Torres