Cuando Disobedience llegue a cines de todo el mundo a finales del próximo mes de mayo, no será la primera vez que se proyecta para el público. La cinta vio la luz en el pasado Festival de Toronto, y la prensa especializada destacó dos cosas. En primer ligar, el cuidado con el que se había contado la historia, y lo satisfactorio de este asunto. Y, en segundo lugar, y haciendo más patente que nunca que necesitamos con urgencia más historias de amor (o de desamor, o de lo que sea) entre dos mujeres en el cine, que era la nueva La vida de Adèle. La entrevista que Rachel Weisz ha dado para The New York times desmiente completamente que las películas tengan tanto que ver, más allá de lo obvio. Y es que en Disobedience, las escenas de sexo ni son gratuitas ni parecen, en palabras de la productora y protagonista, diseñadas para el ojo masculino.
Mi primera escena de amor con una mujer ha sido… menos dura. Más suave. Creo que las dos nos sentíamos muy vulnerables y que hubo una dulzura real. No sé si los actores hombres se hacen hacen esta pregunta, pero normalmente las mujeres pensamos “¿Es esta escena realmente necesaria?” Y en este caso es esencial. Toda la historia de represión lleva a este momento. Creo, particularmente para Esti, que el que tenga el gran orgasmo que tiene, es también un momento espiritual. Es sobre la libertad.
El director, Sebastian Lelio, y ella acordaron cortar planos de su personaje teniendo un orgasmo.
Había demasiados orgasmos. El de Esti era más importante, y eso se lo hubiera robado.
Además, las dos actrices han tenido una (otra) conversación, esta vez publicada en Lennyletter, y hablan de lo a gusto que estuvieron rodando las escenas de sexo.
Rachel McAdams: Energéticamente [rodar una escena de sexo con otra mujer] ha sido muy diferente. Hemos tenido una gran comunicación, y había un un sentimiento muy vulnerable, abierto, gentil e inteligente en todo. Hablamos de la seguridad que tuvimos haciendo una escena de amor. Ha sido una escena de amor muy diferente a cualquiera que hubiera hecho antes, y fue la más cruda y vulnerable escena haciendo el amor que he hecho. Y al mismo tiempo, me sentí increíblemente segura y cuidada y libre para explorar.
Rachel Weisz: Estoy de acuerdo. Nunca había hecho una escena de sexo en la que sintiera que estaba contando una historia. Va sobre la liberación de tu personaje teniendo este orgasmo increíble. Es exo, pero también es libertad. A lo mejor estoy analizando demasiado, pero me parece que tiene mucho significado. Fue muy emocional y vulnerable. Y con mucha menos barba, he de decir.
Tenemos el hype por las nubes, pero es que no es para menos. Cada cosa que leemos nos hace ver cómo la producción ha tenido un cuidado tremendo, y a lo mejor, a lo mejor, estamos delante de una de esas películas que trascienden a la historia del cine. Ojalá.
Vía: NYT | Lennyletter