¡Hola, croquetillas! Sé que comenté que hoy hablaría de las CLAMP, pero he tenido uno de mis típicos cambios de planes y quiero hablaros de una serie de hace años olvidada y bastante desconocida que a mí me hizo gracia en su momento y sé que, si no la hubiera visto, no hubiera dado luego la oportunidad a Love Live. Es otro anime sobre idols (cantantes). Una serie cortita auto conclusiva que, sin ser una maravilla, te hace pasar un rato ameno.
Me refiero a “Lemon Angel Project”. Sin ser estrictamente shoujo ai, una de las protagonistas sí entiende y lo que monta por amor es curioso. ¿Voy a hablar de un anime solo porque una de las chicas sea lesbiana? Sí, porque ella se lo merece.
Bien, ¿de qué va esto? Pues empiezan contando que había un grupo de idols muy populares que un día desapareció sin dejar rastro. Se esfumaron. Eran las Lemon Angel. Pasado un tiempo quieren hacer una segunda versión del grupo y abren convocatoria para formar ese grupo. La única que queda del primero es Miki, buscarán a 5 chicas más, que son las que salen en el opening, no es spoiler quién forma el grupo, sino que la historia trata de por qué desapareció el primer grupo y por qué Miki es tan borde y seca. Que, obviamente, hay relación.
Y ahí entra la razón de este artículo. Miki actúa por venganza. Estaba enamorada de otra chica implicada en el grupo, Yui, que también era amiga de otra protagonista. La serie tiene dos partes, el cómo forman el segundo grupo, y luego ya te cuentan qué fue todo lo que ocurrió antes y toda la historia de Miki, Yui y el primer Lemon Angel.
Que tampoco quiero destripar la trama, pensad que está bastante concentrada en 13 capítulos, con todo lo que cuentan, y tiene por ahí sueltas varias intrigas. Que el grupo en sí son 6 chicas más Yui, también van contando las historias de todas las chicas. Es Tomo, la otra amiga de Yui, la que hace también de narradora y conecta con el espectador.
Como digo, no es una serie muy buena, aunque tiene buenas voces, canciones pegadizas y la trama tampoco es mala. Está ahí un poco en el limbo. ¿Es obligatorio verla? No, pero como tampoco es mala, te sirve para pasar un ratejo divertido. Yo me la volveré a ver por ciertas circunstancias en breve, y sé que me lo pasaré bien en el proceso.
Por hoy me despido, siento que la reseña haya sido algo corta, pero el día a día manda. Nos vemos la semana que viene con la reseña sobre las CLAMP y ciertas obras suyas.
¡Gokigenyou!
Nanaho.