¡Hola, croquetillas! Esta semana la reseña será breve, porque hablaré de una serie de esta temporada que he descartado, por gustos personales, pero puede que os guste a alguna de vosotras, así que prefiero comentarla. Me refiero a Azur Lane.
¿De qué va? Como dije en el artículo resumen de temporada de otoño, de chicas que pelean. Esperaba cierto fanservice, por motivos evidentes [solo hay que ver el físico de las chicas], pero no me ha convencido el argumento en general. Que no es malo, ojo, digo que no me gusta.
El argumento va más allá de chicas que se pelean, por supuesto. En este universo, basado en un juego de móvil, las chicas se dividen en 4 grandes grupos, inicialmente estos grupos luchaban contra unos seres marinos que amenazaban al mundo. Dos de los grupos decidieron usar la misma tecnología y medios que el enemigo, adaptándolo. Los otros dos no, usaron tecnología propia. El primer capítulo empieza diciendo que siempre ha habido guerra y conflictos, y que, tras haber combatido al primer enemigo marino, estos dos grupos que usaban la tecnología adaptada decide atacar a sus antiguos aliados.
Bien, ¿por qué digo que no me convence? Las chicas luchan convirtiéndose en barcos y aviones. Bueno, no se convierten, adaptan partes de sus cuerpos asumiendo las armas que usan las máquinas de guerra. Sí, como KanColle, es la misma idea. ¿No me gusta porque luchen las chicas? No, por mí pueden pegarse como les apetezca. Pero, idea personal, convertir a una chica en un Robocop con partes de avión o barco o tren de mercancías, me parece el colmo de la cosificación de las chicas. Que ya sabemos lo que pasa cuando se deja a los hombres hacer ciertas animaciones con esas tetas y culos botando de forma tan fluida. Pero una cosa es mostrar carne, que hay mucho pervertido suelto, y otra cosa es hacer esa identificación de chica con barco o avión de guerra, que cada una tiene las propiedades del trasto de lo que adquiere las armas.
¿Merece la pena verse? A mí no me cuaja, pero va a ser la que más contenido bollo va a tener junto a la idiotez de Kandagawa [que cada vez se vuelve más bollo, muy curiosa la cita del último capítulo]. Que estas chicas-aviones-barcos-whatever son todas muy hermanables y esas cosas, tienen un punto cuqui. Pero a mí me mata eso de “transformación, me acoplo los cañones de ese pedazo barco que abulta 3 estadios de fútbol”.
Conclusión, si os gustó KanColle, esto os va a gustar porque es la misma idea, pero con otras chicas y otra trama.
¡Nos vemos la semana que viene!
¡Gokigenyou!