Cuanto más extravagante me parezca un jueguete erótico, más ganas tengo de probarlo. Y los simuladores de sexo oral me han llamado la atención desde siempre, pero entre una cosa y otra no había tneido la oportunidad de hacerme con uno. Hasta que encontré a Coco en la tienda online de Platanomelón.
Coco es lo que ves: una especie de arito con una lengua que sobresale. Desde el exterior vemos cuál es el objetivo del juguete y por lo que ha sido diseñado, para simular el sexo oral. Es por ello que cuenta con dos funciones, una de vibración y otra de movimiento de la lengua. Ambas se complementan para que la sensación sea muy parecida a la lengua de tu mejor amante.
Esas dos funciones cuentan con 9 modos cada una que se pueden controlar con dos botones y se puede utilizar el movimiento a solas o junto a la vibración. A mí, sentir la lengua moviéndose únicamente, no me ha resultado tan estimulante como cuando aprieto el botón de la vibración y se juntan ambas cosas: movimiento y rotación. Entonces veo las estrellas. En serio.
Considero que mi clítoris es difícil de complacer. Por él han pasado decenas de juguetes, rozan los doscientos. Lo confieso: estoy acostumbrada a una estimulación sumamente precisa y cuando pruebo un nuevo estimulador para el clítoris me cuesta hacerme a él, raramente me parece tan apetecible como la vibración de mi juguete favorito. Sin embargo, lo que me ofrecía Coco ha sido justo lo que me encanta desde el principio.
Me sorprendió tanto que he estado dándole vueltas a qué puede deberse este fenómeno tan extraño, porque me ha ocurrido pocas veces. Después de seguir haciendo pruebas he llegado a la conclusión de que la clave está en dos tipos de estimulación diferente y, aunque una de ellos sea constante, la otra es dinámico. Por un lado está la vibración y, por el otro, el movimiento rotativo de la lengua de Coco que va estimulando el clítoris desde diferentes ángulos. Y chiques, eso es una maravilla.
Coco está fabricado en silicona hipoalergénica de tacto seda, es por eso que en las fotos parece que tenga algunas motas de polvo, así que recuerda lavarlo bien justo antes y después de cada uso. Es recargable (una hora de carga para una hora de juego como mínimo) y sumergible en la ducha o en la bañera. Como te he contado otras veces, la sensación de los juguetes en el agua se intensifica y puede ser también muy interesante.
Al igual que el resto de productos de Platanomelón, el juguete va en un packaging superdivertido que transmite buen rollo. Es un packaging libre de plásticos e incluye las instrucciones, el cable para cargar a Coco y una bolsa de tela para guardarlo o transportarlo. Además, cuenta con dos años de garantía.
Me parecía pertinente comentar aquí en la review dos datos curiosos sobre Coco. El primero: tiene 5 estrellas en la página de producto de Platanomelón y no he visto una sola reseña mala. El segundo: casi siempre está agotado, y no me sorprende lo más mínimo.
En definitiva, Coco es ideal para quien busca un juguete que se centre en el clítoris y asegure orgasmos rápidos e intensos. Tiene un precio muy asequible y hace su trabajo divinamente, se ha convertido en uno de mis nuevos favoritos en cuestión de días.
¡Ah! Por las dudas, el título real de este artículo es “Coco, el simulador de sexo oral que me tiene el clítoris robado”.
Consigue a Coco AQUÍ antes de que se agote… otra vez.