Orange is The New Black, House of Cards… te suenan, ¿verdad? Son unas series cojonudas buenísimas. ¿Y sabes qué otra cosa tienen en común? Que detrás de ellas se encuentra Netflix, la plataforma de vídeos online que ahora mismo es una referencia por la calidad de sus series originales, así como la pluralidad de sus personajes.
Y ahora Netflix “amenaza” con volver a las andadas presentándonos una nueva serie que tendrá como pareja protagonista a dos gays de tardío florecimiento. El proyecto se llama Grace y Frankie, constará inicialmente de trece episodios, está escrito por Marta Kauffman (¡la creadora de Friends!) y se estrenará en 2015. A mí con esto ya me han ganado, pero a nuestros amigos los croquetos les va a encantar saber que, además, está protagonizada por dos iconos gays, Lily Tomlin (lesbiana reconocida) y ¡Jane Fonda! (la polivalente actriz de los vídeos de quemar lorza, ya sabes), que ya hicieron sus pinitos juntas en los 80 gracias a 9 to 5 (Como eliminar a tu jefe) junto a Dolly Parton.
La serie comienza con ellas dos odiándose a muerte, compitiendo como dos panteras enfurecidas. Pero lo cierto es que tienen más en común de lo que piensan: ambas están casadas con hombres que muy pronto les comunicarán que son gays y que están enamorados.
Heterodrama…
En consecuencia, las protagonistas van a tener que aprender cómo lidiar con esta nueva situación en sus vidas y también, claro, empezar a tolerarse ahora que sus maridos han descubierto que son más que amigos.
Repasando el argumento, esta serie tiene mimbres para convertirse en una sitcom con la que nos echaremos unas risas, sobre todo si la escribe la creadora de Friends, de la que por aquí somos muy fans. Pero es que además esta serie tiene algo que no estamos muy acostumbradas a ver: personajes LGBT de mediana edad. ¿Cuándo fue la última vez que vimos algo así? (Las chicas de oro no cuentan, lo siento). Lo único que recuerdo ahora es Cloudburst, la película protagonizada por Olympia Dukakis y Brenda Fricker que nos cuenta la historia de dos abueletas enamoradas. Aunque solo sea por este planteamiento tan original está claro que se trata de una apuesta arriesgada de Netflix, pero yo personalmente me alegro mucho de ver que las sitcom con personajes LGBT están volviendo poco a poco a la gran pantalla. Una ya ha tenido su buena dosis de drama a lo largo de todos estos años. Por fin parece que ha llegado el momento de reirnos de nosotros mismos y, así, recibiremos con los brazos abiertos series como esta o como One Big Happy, de la que esperamos saber más noticias muy pronto. Que siga la fiesta croqueta.
PD: que levante la mano quien mataría por ver a Lily Tomlin y Jane Fonda enrollándose en esta serie.
Vía: Guardianlv.com