¡Hola, croquetillas! Hoy cierro la trilogía de reseñas de deportes bizarros hablando de Keijo [sin traducción, es el nombre del deporte en sí]. Sinceramente, es la serie que menos me ha gustado de las tres. Vale, tiene su gracia, pero no me ha convencido.
¿De qué va? Pues hay un deporte que solo pueden practicar mujeres, el Keijo, consiste en luchar sobre unas plataformas que están en el agua, flotando, gana la que se quede en la plataforma sin caer. Dicho así suena hasta normal, porque hay competiciones parecidas en estas pruebas de gladiadores modernos. ¿Problema? Pues que solo pueden usar el culo y las tetas para empujarse y defenderse. Que es la razón de que la serie sea tan rara en algunas escenas.
No solo veremos las peleas en las competiciones, también los entrenamientos para fortalecer culo y tetas. Es que todo en sí es de traca: los entrenamientos, los consejos, las pruebas para subir de nivel, el cómo actúan las profesionales, que usan culo y tetas para todo. Pero es que para todo. ¿Qué se caen unos troncos apilados? Tranquilas, les doy con un culo, que las patadas son de débiles.
Esta serie la abandoné por la mitad, más o menos, creo que me vi 7 capítulos de 12 que son, no pude más. ¿Tan mala es para abandonarla? Mala no es la palabra, es un nivel de absurdez curioso. Explico esta crítica un poco mejor. ¿Qué tiene de diferente esta serie para que me guste menos que las otras dos cuando las tres son para dar de comer aparte? En los tres animes [Kandagawa, Two Car y Keijo] hay mucho fanservice, obvio. Esto es que se muestra más chicha de lo habitual, como incentivo. El “problema” de Keijo es que, por mostrar más, lo hacen muy estúpido. En las otras el deporte es raro e imposible, pero…. Mmmmm… ¿Cómo decirlo? No queda forzado. Es decir, tú lo ves y es como una serie de ciencia ficción. Sabes que no es real, pero cuela y se acepta. Aquí tenemos varios momentos en los que dices “madre mía, ¿a quién se le ha ocurrido esto? Por ejemplo, cuando una lanza un ataque del tipo “meteoros de Pegaso” ejecutado con el culo en plan metralleta de golpes de nalgas. También algo que me pareció curioso es que, al ir a atacar, se lanzan de culo, pero claro, tienen que mirar, de forma que están todo el rato giradas que se van a descoyuntar o partir la espalda o algo.
Que soy fan de estos deportes chungos y bizarradas varias, pero que la absurdez sea creíble o aceptable. Aunque sepas que es una tontería como la copa de un pino.
Eso sí, hay shoujo-ai. La historia comienza con dos amigas, Nozomi y Sayaka que entran en una academia para ser deportistas de élite. Sayaka entra abandonando su carrera en el judo por seguir a Nozomi. Una vez en los dormitorios de la academia, conocerán a sus dos compañeras de cuarto. Por un lado, Kazane, una chica muy tímida que apenas habla, pero que no tiene reparos a la hora de tocar los culos de todas para darles masajes. Por otro lado, Non, una chica muy torpe pero muy amable.
De verdad os digo que no es por criticar la serie, pero con esta no pude, lo siento, es muy bizarra hasta para mí. Eso sí, vuelvo a decir que las hay peores. Algún día, cuando logre hacer un artículo decente, hablaré de dos series que sí son malas y habría que encarcelar a los creadores.
Nos vemos la siguiente semana en otra reseña un poco menos rara.
¡Gokigenyou!