Noviembre de 2017. La redacción estalla en vítores de alegría al saber que una de las series que más nos ha gustado, por motivos obvios, podía volver a la pantalla. Showtime, canal que emitía The L word, anuncia que está en marcha un reboot de la serie de lesbianas más famosa del mundo entero. Días más tarde se anuncia incluso quién estará al frente del proyecto: Marja-Lewis Ryan, protagonista de The four-faced liar, un clásico inglés de la comedia romántica (bollo), que además escribió, dirigió y produjo.
Además, varias de las actrices se sumaban también. Volveríamos a ver a Jennifer Beals, Kate Moennig y Leisha Hailey, o lo que es lo mismo, a Bette, Shane y Alice. El mundo era maravilloso.
Y… ahí se quedó la cosa. Casi un año ha pasado sin saber nada más, con silencio por parte de cadena, showrunner, productora, actrices y encargados de catering. Nada. Hasta hace unos días, cuando ni más ni menos que el director de programación de Showtime, Gary Levine, ha traído novedades a nuestras vidas. En un panel de la Television Critics Association, Levine ha contado que está todo un poco en el aire, y que podría ser… si se hace bien.
Se están haciendo muchos revivals. Estamos trabajando duro para no repetirnos. Si terminamos con una serie que tenga algo nuevo que decir, estaremos encantados de proceder.
Que no cunda el pánico. ¿Podría significar esto que, en realidad, no vamos a ver nada nuevo de la serie? Sí, claro. Pero vamos a ser positivas, todo lo positivas que podamos, y vamos a creer que el equipo de The L word va a ser lo suficientemente imaginativo como para poder contar cómo es la vida de las mujeres LGBT en 2018, casi diez años después de que se terminara la serie original. El equipo original tenía una mente maravillosa, capaz de las cosas más locas del mundo y de integrar de una manera SUPER SUTIL a la marca Subaru, así que , ¿por qué no? Sigamos soñando.
Si Susana era un error en mi vida, necesitaba estar equivocada siempre
Alba se ha dado cuenta de una cosa: se está colando por su profesora de lengua del instituto. Lo supo desde que coincidieron en los pasillos del centro, y lo comprobó cuando Susana se convirtió en su tutora. No se la puede quitar de la cabeza, pero tampoco puede hablar de esto con nadie, porque sus amigas no lo iban a entender. Y, de todos modos, Susana tiene diez años más, y jamás va a pasar nada. Porque no va a pasar nada, ¿no?
A veces, Amazon y su sistema de autopublicación te deparan sorpresas maravillosas. Una de ellas es este Buscando tu aprobado que compré una tarde de julio, y que no solté hasta entrada la madrugada, porque necesitaba saber qué pasaba con Alba y Susana. Hace tiempo que un libro no me enganchaba de esta manera, y sospecho que los ingredientes son su naturalidad, su realismo y su ternura.
La narrativa del libro es sencilla, y de tan sencilla se vuelve íntima. Por momento podía imaginar cómo una amiga me estaba contando esta historia, la historia de su vida, mientras nos tomábamos un algo en una terraza, alejadas de golpes de efecto innecesarios o de retóricas complicadas. El diálogo que se establece entre autora y lectora es directo y creíble, y en ningún momento pierde esas cualidades.
Por otro lado, la historia es maravillosamente adictiva: una alumna que se enamora locamente de su profesora, que la eleva a los altares, que todo lo ve perfecto y genial, y que vive esa fantasía solamente consigo misma, porque no se atreve a contarla por si se rompe, pero a la vez va atreviéndose cada vez más. Porque sí. Porque, ¿y si pasa? ¿Y si la profesora me corresponde y comenzamos una historia de amor? ¿Y si no muevo ficha y me quedo para siempre con la duda de si hubiera podido suceder?. La valentía juvenil de Alba es deliciosa, reconocible, y además el complemento perfecto para la mesura adulta de Susana.
Su juego durante la primera parte del libro se disfruta al máximo, y está impregnado de la ternura que todos los primeros pasos en el mundo del amor deberían tener. La segunda parte se aleja un poco más de la tónica con la que se inicia el relato, pero precisamente nos muestra de ese modo cómo la protagonista ha cambiado. Ya no es la Alba del principio, pero es que es imposible que lo vuelva a ser.
Buscando tu aprobado es un libro cuidado, reposado y mimado, y el resultado es una historia que no te puedes perder, y que está llamada a convertirse en un imprescindible de la literatura de romance lésbico en español. Una vez más, Hydra, mi más sincera enhorabuena.
Grace Baldridge, de 27 años, se casó recientemente con Elizabeth, su novia de toda la vida. Mientras las dos estaban en Hawai de luna de miel, se le ocurrió tuitear un par de fotos que han dado la vuelta al mundo.
Dear Grace-At-Prom, I know you’re afraid to come out to your friends right now. But don’t worry. They’re gonna be your bridesmaids one day. pic.twitter.com/N7UZIKZ7Vz
— Grace Semler Baldridge (@GraceBaldridge) August 9, 2018
Querida Grace en el baile de graduación: Sé que estás asustada por salir del armario con tus amigas. Pero no te preocupes. Van a ser tus damas de honor algún día.
Grace ha hablado con Buzzfeed news sobre su historia: “Definitivamente no esperaba que tanta gente lo viera. Estuve desconectada de mi teléfono durante la mayor parte de la luna de miel, así que cuando entré en Twitter de nuevo fue sorprendente. Me encantó ver las respuestas de otras personas con historias similares de amistad”
La protagonista de la historia cuenta que se hizo amiga de sus amigas en una escuela internacional en Waterloo, Bélgica. Ninguna de ellas tenía más amigos que los del colegio, así que sus lazos son muy, muy fuertes. Como nos pasa a todas, tuvo que salir del armario con sus amigas, y de hecho lo hizo varias veces con alguna de ellas.
Cecilia Jeppsson, una de las damas de honor de la foto, “no pensó que fuera un gran problema” que su amiga fuera lesbiana. “Le dije que la quería y que la apoyaría siempre. Si tienes un amigo que está preocupado por salir del armario, haz que se sienta amado y seguro contigo, y muéstrales que estarás ahí si alguien comenta algo negativo”. Ariane Harper, otra dama de honor, dijo que cuando Baldridge se acercó a ella ya había reservado un vuelo en secreto para sorprenderla. “Ella mencionó que estaba viendo a alguien y todo lo que pude decir fue, ‘Bueno, va a funcionar bien, porque voy a visitarte y no puedo esperar para conocerla'”.
Si las obras de Shakespeare siguen adaptándose varios siglos después de su nacimiento, por algo será, y sospechamos que es porque captan la más básicas pulsiones, intereses y acciones humanas: amor, odio, traición, héroes, villanos, legado, ambición… Cualquier obra cultural medianamente potable de hoy en día se basa en los mismos temas, e incluso a veces, simplemente dándole una vuelta de tuerca de la propia obra del dramaturgo inglés se consigue actualizar su mirada y lograr una obra digna. Este es el caso de With A Kiss I Die, la enésima película basada en la que es, quizá, su novela más famosa: Romeo y Julieta.
En este caso, Julieta no muere tras encontrar el cadáver de su amado, sino que es transformada en una criatura de la noche, inmortal y sedienta de sangre. Julieta es un Vampiro. Y resulta que, después de varios siglos, ha conseguido enamorarse de nuevo, pero de una mujer.
Pero la nueva familia de Julieta, encabezada por un patriarca sediento de sangre, desaprueba su relación. Tantos años viviendo al margen de la sociedad, y resulta que la homofobia extiende sus tentáculos hasta a las criaturas no humanas. Juliet debe elegir otra vez entre el amor y las obligaciones familiares, aterrorizada de que repetir sus errores del pasado le lleve a una tragedia aún mayor. Ella Kweku interpreta a Juliet, y Paige Emerson es Farryn, el nuevo interés amoroso de la protagonista. La historia se desarrolla en Mykonos y Santorini, y aunque una no deja de pensar en todo momento que cuando va a salir Meryl Streep bailando con Christine Baranski, el cambio mola. El medio Girltalkhq le ha hecho una pequeña entrevista a Ella Kweku, y la actriz nos da la clave para que nos acerquemos a las salas de cine:
Solo espero que ayude a tener una mente abierta acerca de nuestras diferencias como individuos, y lo grandiosos que nos hacen. El mundo sería absolutamente aburrido si todos fuéramos iguales. ¿Te imaginas? Que espectáculo de terror. Ya sea nuestra orientación sexual, religión, el color de nuestra piel, nuestro estatus social … lo más importante al final del día es que disfrutemos nuestro tiempo en esta tierra y que lo hagamos rodeado de aquellos a quienes amamos
Lo que se planteaba como una canción pop destinada a ser un éxito mediocre se convirtió en el detonante para que Rita Ora contara que es bisexual. Hablo de Girls, la colaboración que la artista británica realizó junto a Charlie XCX, Cardi B y Bebe Rexha y que lanzó el pasado junio. Pero no solamente Ora realizó declaraciones hablando de su orientación sexual, sino que Bebe Rexha, que es menos conocida en nuestro país, concedió una entrevista contando exactamente lo mismo, que ella puede enamorarse de hombres y mujeres.Las dos cantantes aparecieron juntas, de la mano, y besándose en la alfombra de los MTV video awards.
Y ya está, la noticia es esa. Ahora ya podemos entrar en el terreno de la especulación, del salseo, de todo lo que queráis. ¿Están juntas, o es una costumbre que tiene Rita Ora, la de aparecer besándose con amigas? Porque no hace tanto apareció en una alfombra roja con… Cardi B, que también es bisexual. ¿Hay algún cotilleo en el pop femenino que nos estemos perdiendo? ¿Es el pop en inglés el nuevo mundo folclórico español, y pronto veremos a Rita Ora diciendo que quién no se ha dado un pipazo con una amiga?
Hoy vengo a contaros algo que quizás os sorprende y que segurísimo no sabíais. Pronto llega la tercera edición de Yo soy del Sur, programa que conozco por las múltiples visitas que hago a mis abuelos. Para las que no lo sepáis, es un concurso de cantantes de sevillanas. En plan, es el OT andaluz.
Hasta aquí quizás estaréis diciendo qué cabida tiene esto en HULEMS. En una de las tantas visitas y programas, apareció una chica y me sorprendió verla con traje y chaqueta. Todas las chicas en ese concurso han llevado siempre vestido.
Mi abuela me explicó que era la “lesbi” de una de las ediciones. Mi abuela me explicó que pertenecía a la edición anterior, la del año 2016-2017. Me dijo que se había negado desde el primer día a llevar tacones y a llevar vestido (¡olé tú!). Mis abuelos, unos señores mayores un poco anticuados, veían como algo normal que hubiera lesbianas y que no quisiera vestirse como la sociedad espera de ellas.
Y estaréis deseando que os diga el nombre para ir corriendo a buscarla. Esto es lo mejor. Se llama Marisol Bizcocho. Sí, bizcocho, siendo una croqueta. Perdonadme por el chiste fácil.
Después de regalarles a mis abuelos, y a muchos abuelos de España, una dosis de contenido LGTB; quedó finalista en el concurso y ahora ha sacado su propio disco. Se llama ‘Música maestro’. En él, hay una canción que se llama ‘La chiquilla de las trenzas’. Esa canción habla de que, cuando ella era joven, conoció a una niña con trenzas en el Rocío y le gustó. Después de aquello, la niña se fue y no volvió a verla (lesbian drama incluso aquí). La canción podéis oírla en todas las plataformas: Spotify, iTunes, DEEZER o Google Play.
Con todo esto, os quiero decir que hay representación lésbica en muchos ámbitos y que no dejéis de buscarla en los sitios más recónditos. Les lesbianas existimos y tenemos que hacernos eco las unas entre las otras.
Precedida de una merecida polémica (aunque, me temo, sólo en círculos reducidos, lo que daría para hablar bastante rato), hace un par de semanas llegó a las cuentas de Netflix de todo el mundo La casa de las flores. La serie mexicana se ha convertido en trending topic ya no en redes sociales, sino en la vida misma, y la verdad que no es para menos: la historia de la familia De la Mora es, con diferencia, de lo mejor del verano. Nosotras la hemos visto y, bajo nuestro punto de vista, hay tres aciertos y un gran error en la serie.
*Ojo, a partir de aquí, espoilers*
Aciertos: El tono telenovelesco
Dice Victor M. González en su artículo de GQ que “El culebrón latinoamericano está en el ADN de la generación millennial”, y no puedo estar más de acuerdo. El efecto nostálgico que tiene recuperar aquello con lo que has crecido es poderosísimo, y nada nos gusta más a los seres humanos que regocijarnos en esa nostalgia y retorcerla hasta darle el punto justo que nos gusta. En eso La casa de las flores ha acertado de pleno, tanto en historia como en tono. Nadie puede resistirse cuando le cuentan la historia de una familia que, en apariencia perfecta, empieza a desmoronarse y a descubrirse con, nada más y nada menos y en un homenaje delicioso a Mujeres desesperadas, un suicidio como punto de partida.
En las telenovelas todo es más. El drama es máximo. Los amores, locos. Las familias, o muy ricas o muy pobres. Y las historias, tan over the top que, aunque en la vida real haya familias con secretos y tramas mucho más inverosímiles, nos dan el punto justo que queremos ver. La casa de las flores desvela casi todas sus cartas en el primer episodio, con, por ejemplo, la revelación de que el patriarca ha tenido otra familia durante años, que la hija pequeña va a casarse con un chico negro, que el hijo tiene novia… y novio, y que hay un cadáver en la florería, símbolo del estatus de clase de la familia. Pero no son las únicas, y a lo largo de la temporada todo da muchas más vueltas de rosca.
Pau li na De la Mo ra
La hija mayor de los De la Mora es, con todo y con mucho, lo mejor de la serie. Su trama personal, que entremezcla ADN con sentirse heredera de los negocios familiares, así como el ser confesora de los secretos de su padre a la vez que se siente culpable por sus errores en su matrimonio, hacen de ella un personaje complejo, y en el que vamos percibiendo un cambio brutal a lo largo de la temporada. Su interpretación al micrófono en el funeral es tan, pero tan graciosa, que prácticamente con eso estaría en el top de mejores cosas, junto a su “sa lu da me al ca cas”.
Pero Paulina nos ha ganado, principalmente, porque nos ha demostrado que las personas pueden cambiar, y cambiar para mejor. La trama con María José, que parte desde el resentimiento, culmina con una segunda oportunidad para el matrimonio, y es una historia que merece la pena seguir.
It gets better, pero de verdad
La familia del primer episodio no tiene nada que ver con la familia del último. O sí. Son los mismos, pero finalmente han conseguido ser más familia, a base de derribar los secretos que los separaban unos de otros. A veces me da la sensación en series y películas de que cuando alguien sale del armario solamente hay dos posibilidades: o es celebrado o es repudiado, sin medias tintas. Pero en la vida real, el proceso suele ser otro, y todavía más cuando hablamos de padres y madres, quienes se han formado unas expectativas con respecto a los hijos, a quienes han visto crecer, que de repente cambian. Los cambios cuestan. A muchos padres les cuesta hacerse a la idea de que sus hijos son LGBT. Pero, normalmente, eso va cambiando, y finalmente se llega al punto del que se salió.
Los De la Mora viven de apariencias. Virginia está preocupada por la portada de la revista, por al fiesta de aniversario, porque su hijo se case con su novia de toda la vida. Esa es la clase de cosas que le importa, o al menos eso parece. Pero su mundo se desmorona, y además todo a la vez, y tiene que aprender a aceptar que las cosas vienen como vienen, no como a uno le gustaría en su fuero interno, y que el que a tu hijo le gusten los hombres no cambia ni un poco a tu hijo, solamente es algo que tú desconocías sobre él. Verónica Castro tiene un papel que, como digo, me gustaría ver mucho más en pantalla.
El error: Paco León
Los papeles de personas trans han de interpretarlos personas trans. Es lo óptimo, lo justo, y lo lógico. Pero si esto no es así, por las razones que sea, la segunda mejor opción es que el papel de mujer trans lo interprete una mujer. En La casa de las flores han optado por un hombre disfrazado, perpetuando los estigmas de que las personas trans son, precisamente, eso, personas disfrazadas. De nada sirve que María José lo verbalice, si lo que estamos viendo es justo eso.
Pese a todo, se aprecia una intención muy clara con el personaje de Paco León, y es confrontar al espectador con los tópicos habituales de las personas trans, y meterla en situaciones reales por las que han de pasar, y que quizá muchos de los que estén viendo la serie ni siquiera se hayan parado a pensar. El casting es un error, pero de los errores también se aprende.
Ser LGBT es un delito en 72 países, y en ocho de ellos se castiga con pena de muerte. Dicho así, con estas cifras asépticas, puede sonar a nada, pero la realidad es que millones de personas en el planeta tienen que vivir su identidad de manera clandestina, o renunciar a ella en pos de no terminar en la prisión, o ejecutados. Pero esto es sólo la cúspide de unas sociedades que repudian cualquier gesto que se pueda interpretar como LGBT, unas realidades donde los hombres tienen que ser muy hombres, y las mujeres muy mujeres, y en las que se torna casi imposible encontrar cualquier atisbo de visibilidad LGBT. Casi.
Esta semana Paris Jackson, hija del Rey del Pop y persona LGBT, ha protagonizado la penúltima polémica en los rincones de internet. Resulta que Paris, que no sé exactamente qué ocupación tiene pero supongo que aunque no sea ninguna concreta su apellido le da la popularidad necesaria para hacerlo, ha protagonizado la portada de la revista Harper’s Bazaar, en su edición de Singapur. ¿Y qué pasa en Singapur? Que la actividad homosexual (fiesta del eufemismo) es ilegal. Muchas voces se han alzado en contra de Paris, tachándola de hipócrita por, más o menos, hacer como que no pasa nada en este país y jugarle el juego a los medios en pos de su popularidad. Incluso en Gay star news han escrito una columna, muy enfadados, por este hecho.
No es la primera vez que una celebrity se enfrenta a este tipo de comentarios. Hace no mucho Nicky Minaj fue protagonista de la portada de la misma revista, solo que en su edición rusa. Muchos de sus fans pertenecen a la comunidad LGBT, y Minaj tuvo que salir al paso de las mismas acusaciones que se le hacen a Paris Jackson. ¿Cómo es posible que una persona comprometida con los derechos LGBT se preste a hacer negocios en países que no respetan tales derechos?
La respuesta es, como en casi todo, complicada. Pero no podemos perder de vista un punto: mientras en estos países las personas LGBT sufren, el resto de la sociedad continúa una dinámica de normalidad. Mientras en Singapur a tu vecino lo encarcelan por tener novio, tú puedes comprar el Harper’s Bazaar y ver qué modelitos llevan las famosas en la fiesta de turno, ajeno no ya a la situación que viven hombres y mujeres homosexuales, sino a su mera existencia. De lo que no se habla, no existe, y nuestra mayor victoria es la visibilidad. Y, por eso mismo, quizá la portada de Paris Jackson sea una pequeña victoria, una trampa al régimen, una pequeña luz.
Pensemos por un momento en una chica, en Singapur o en cualquier otro país en el que se de esta situación, que ve por primera vez que una persona LGBT es portada de una revista de renombre. Siempre ha pensado, porque eso le han enseñado, que ser lesbiana o bisexual era algo antinatural, y que había que evitar. Pero, plantada enfrente del kiosko, mira la revista, esa revista que tiene a una chica bisexual en portada. ¿Será posible que lo que me han contado no sea cierto? ¿Es posible que yo tenga un futuro mejor?
El turismo es un sector potentísimo en España. No en vano, un 13% de la población activa (sí, me he molestado en mirarlo) trabaja en puestos ligados a él. Pero además de hacerlo mucho, lo hacemos bien. Ahora, una encuesta de la European Travel Commission, entidad que integra a las oficinas nacionales de turismo de 33 países, revela que España está en el top de países que reciben a visitantes LGBT.
Este documento, publicado en el Handbook on the lesbian, gay bisexual, transgender and queer (LGBTQ) travel segment, muestra que un 80% de los turistas encuestados tienen intención de visitar nuestro país proximamente, gracias a la cantidad de eventos y fiestas que se ofrecen, y también y mucho más importante, por lo bien que se recibe a las personas LGBT. El autor el informe, Peter Jordan, lo explica.
España ha logrado este puesto en el ranking porque los destinos españoles han estado muy presentes en el mercado LGBTQ desde hace mucho tiempo, mientras que otros competidores, sobre todo del Mediterráneo, apenas se les ve. España fue el primer país católico y uno de los primeros países de Europa en aprobar el matrimonio igualitario, así que hace tiempo caló esa idea de España como un país abierto a este público
Los encuestados destacan a España en las tres categorías que se les preguntó, esto es ¿Qué país piensa que ofrece la mejor calidad de vida para los residentes LGBTQ?, ¿Qué país piensa que ofrece la mejor experiencia vacacional para los viajeros LGBTQ? y ¿Qué país piensa que ofrece los mejores eventos y festivales LGBTQ?. Puedes leer el resto de la guía en este enlace.
Hayley Kiyoko se ha dedicado muy fuerte a ser el icono croqueta que todas quisimos tener cuando éramos jóvenes, y todas queremos admirar en este 2018, y tanto se está empeñando en esto que le está saliendo fenomenal. Ayer, la cantante recogió su premio MTV a Push artist of the year, esto es, a la artista que más ha destacado en este año, y utilizó el altavoz que le brindaba el escenario para dedicar unas palabras a la comunidad LGBT, y más concretamente a las mujeres queer de color.
hayley kiyoko dedicated her award to all queer women of color and screamed 20GAYTEEN in front of the world LESBIAN JESUS STRIKES AGAIN #VoteHayleyKiyokopic.twitter.com/F0XJzzaFc5
Este premio valida a cualquier mujer queer de color para seguir sus sueños. Amo a mis fans. Mis fans nos lo han dado, ¡lo hemos logrado! #20GAYTEEN
Kiyoko también cantó en directo uno de los himnos más croquetas que no está dejando 2018: Curious. Si no la has escuchado todavía, que sepas que es un temón con una pizca de resentimiento que, mira, pues sólo puede que gustarnos.