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Todo es una mierda: ‘Everything sucks!’, cancelada

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¿Os acordais de cuando Netflix renovaba todas sus series originales sin mirar la billetera? Grandes tiempos. Ahora, la plataforma se ha vuelto mucho más selectiva, y le da menos oportunidades a sus series, algunas de ellas canceladas al término de su primera temporada. Con todo el dolor de nuestro corazón tenemos que contarte que Everything sucks se suma a ese infausto grupo de producciones que no verán una segunda temporada. Jeff Pinker, productor ejecutivo de la serie, lo cuenta perfectamente.

Estamos muy orgullosos del show que hicimos, y estamos muy orgullosos de haber encontrado una audiencia de fans muy apasionados, para muchos de los cuales se convirtió en una piedra de toque personal importante: ya sea reflejando su vida actual, o un eco de su propia adolescencia. Estamos agradecidos con Netflix por la oportunidad, pero estamos muy desanimados porque no continuaremos contando estas historias

Creada por Ben York Jones y Michael Mohan, la serie sigue a dos grupos de alumnos de secundaria, vamos a decir que quizá no los más populares, que forman un club de audiovisuales  y un club de teatro en 1996 en Boring, Oregon. Una de las tramas nos presentaba el nacimiento del primer amor de Peyton, una chica a la que, bueno, le gustan las chicas. Los actores de la serie están igual de apenados que nosotras. 

Vía: Deadline

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Los matrimonios bostonianos, Henry James y ‘La tierra de los abetos puntiagudos’

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Entre 1885 y 1886, Henry James, uno de los escritores más aclamados de la literatura universal, publicaba Las Bostonianas por fascículos. De este se dice que es el primer libro publicado que hace alusión a una relación entre dos mujeres, y se lee a modo de sátira del movimiento sufragista que comenzaba a coger fuerza por aquel entonces. Aunque los principales ataques se dirigen contra las feministas, a decir verdad, todos reciben palos, y resulta sorprendente descubrir un sentido del humor que nunca me imaginé que pudiera albergar el viejo de Henry.

Pero hoy no vengo aquí a hablar de Las bostonianas como novela, sino de sus protagonistas y lo que supusieron para la historia. Ellas son Olive, sufragista y, con toda probabilidad lesbiana, aunque esto nunca se explicita, y Verena, una joven con el don de la oratoria que empieza a sentirse atraída por el movimiento y a quien Olive acoge como pupila y con quien mantiene lo que entrevemos que es una relación cuando comienzan a vivir juntas. Todo esto es subtexto, claro. Siglo XIX, recordemos. El caso es que esta novela acuñó el término de “matrimonio bostoniano”, nombre que recibían las uniones de dos mujeres casadas que vivían juntas.

No todas las mujeres podían permitirse la posibilidad de vivir de esta manera. La mayoría necesitaban casarse con un hombre para poder mantenerse, da igual que hubieran preferido compartir su vida con una mujer o no. Pero Boston era una ciudad llena de mujeres independientes y privilegiadas que sí podían acceder a esa alternativa, a constituir uniones de mujeres que sentían que conectaban mejor entre ellas y se ofrecían apoyo mutuo frente a una sociedad que, aunque no entendía sus decisiones, no se escandalizaba por ellas. Las veía como castas e inocentes, a pesar de que algunas se mandaban pasionales cartas que ríete tú del sexting, porque las mujeres eran concebidas como seres no sexuales, además, ¿cómo podían hacerlo dos mujeres juntas? ¿Sin un hombre? Pamplinas.

Algunos de estos matrimonios bostonianos, sin embargo, sí que eran ajenos a una relación sexual y romántica entre ambas partes. Muchas mujeres decidieron vivir con otras sólo para poder tener una carrera profesional que no hubieran podido haber alcanzado de haberse casado, pero a otras sí que las unía un vínculo sentimental, como ha sido el caso de Alice James, la hermana de Henry y quien se dice que sirvió de inspiración para la relación de Olive y Verena. Alice, escritora olvidada por su condición de mujer, mantuvo una larga relación con una profesora de historia que todos sus allegados equiparaban a un matrimonio.

Pero, sin duda, es la relación de Sarah Orne Jewett, escritora de La tierra de los abetos puntiagudos, sobre la que más se ha ecrito. Jewett nunca se casó, pero sí mantuvo una relación que duraría hasta el último de sus días con Annie Adams Fields tras la muerte del marido de esta. Si eran o no lesbianas nunca lo sabremos con seguridad, pero sí sabemos que viajaron juntas, viajaron por Europa y hasta se pusieron motes cariñosos, algo que se quiso censurar cuando se publicaron los escritos de Jewett para que no fuéramos a hacernos la idea equivocada sobre ella.

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Ración de croquetas: las otras noticias de la semana (08/04)

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Después del parón de la semana pasada, estos días en HULEMS te hemos contado un montón de cosas: Hemos reseñado Las estrellas son legión, o en su titulo mejorado, Lesbianas en el espacio; en tema salseo, Ruby Rose ha roto con su novia; te hemos hablado un poco de los referentes históricos del lesbianismo; nos hemos quejado un poco de la falta de referentes de mujeres lesbianas y bisexuales; si no conocías a la Reina Cristina de Suecia, te hemos contado su interesante vida; y hemos visto The feels y hemos escrito una review. Pero, como siempre, han pasado muchas más cosas.

Marta Garzás ha lanzado la segunda parte de Mis besos no son de cualquiera: Un te quiero de repuesto. ¡Muchas felicidades!

Dos de nuestras actrices favoritas se han juntado en la ClexaCon. Next crossover: One supergirl at a time.

Y hablando de Supergirl, ¡Lois Lane y la prima de Superman son canon en Bombshels!

¿Quieres ver las fichas policiales de las reclusas de Cruz del Norte? en VerTele las recogen.

Nuestros amigos de Fandogamia están que lo tiran porque han agotado la primera edición de Mi experiencia lesbiana con la soledad. YAS.

Artistas como Bob Dylan y Kesha están haciendo versiones LGBT de canciones clásicas de amor.

Malas noticias: Amazon ha cancelado Mozart in the jungle. Adiós, pues al personaje bisexual de Saffron Burrows.

La cantante bisexual Cardi B, que acaba de presentar disco, ha anunciado en SNL que está embarazada.

Cosas que nos pasan en la vida real.

Y, para terminar, never forget este lesbian anthem.

 

Sandra Forgues, medallista olímpica, sale del armario como mujer trans

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Sandra Forgues, medallista olímpica de Kayak C2 con un oro en Atlanta 1996, un bronce en Barcelona 1992, 4 medallas de oro, 4 de plata y 2 de bronce en mundiales, ha decidido que es el momento de hablar de que es una mujer trans.

Hasta entonces, tuve una vida social, familiar y profesional realmente exitosa. Estuve involucrada en mil millones de cosas. Pero mi vida íntima estaba en una prisión. Siempre pensé que sería uno o el otro

Actualmente retirada del deporte, se une a la lista de los pocos atletas olímpicos que salen del armario como trans, entre otras la decatleta Caitlyn Jenner y el saltador de pértiga alemán Balian Buschbaum. Aunque hay otros deportistas trans compitiendo en el más alto nivel como el triatleta Chris Mosier muy conocido por ser activista y fundador de la pagina transthlete.com

El Comité Olímpico Internacional ha continuado actualizando y revisando sus reglas con respecto a los atletas trans y los tratamientos de hormonas. Ahora no obligan a los atletas olímpicos que se sometan a una cirugía para competir. Aún así las barreras que se les impone son altas con las consecuencias que eso conlleva.

Vía: newnownext.com

‘Las estrellas son legión’ a.k.a. ‘Lesbianas en el espacio’

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Antes de nada empezaré diciendo que Las estrellas son legión también es ampliamente conocido como Lesbianas en espacio por la reseña negativa de un señor al que le molestó muchos tener a tantas lesbianas siendo lo más guay del mundo en su libro. A Kameron Hurley le hizo gracia, le siguió el juego, y aquí estamos, con una edición limitada y agotada en España que llevaba ese por título en una sobrecubierta.

Nuestras lesbianas principales son Zan y Jayd, quienes se reparten los capítulos para que podamos ver y conocer qué está pasando desde el punto de vista de cada una. La primera es una soldado, sin ningún recuerdo de lo sucedido, le dicen ser la única esperanza para salvarlos. La segunda, es la hija de la mandamás de la nave/mundo que hace todo lo posible por mantener en secreto todo lo que sabe. Jayd está también dispuesta a todo para salvar a su gente, los Katarzyna, y llevando a cabo su plan, los resultados resultan inesperados. 

Los monstruos no viven en el interior del mundo como dicen. Los mundos viven dentro de nosotros. Nosotras creamos los monstruos.

Estamos ante un libro que no es como nada que hayáis leído. Es raro, visceral, violento, épico y… ¿he dicho raro? Secretos, traiciones, guerras entre imperios, amor intergaláctico, genocidios, intrigas espaciales y personajes femeninos. Personajes femeninos a tutiplén, como a mí me gusta. Además de un world-building espectacular que hará las delicias de las fans de la ciencia-ficción, en general, y de las space opera, en particular.

Aunque cada vez menos, encontrar croquetas en la ciencia-ficción no es tarea fácil y podemos equipararlo a buscar una aguja en un pajar. Por eso, un libro como Las estrellas son legión se siente como un oasis en medio del desierto.

Puedes comprar Las estrellas son legión en este enlace.

Otra ciudad en Japón reconoce las uniones civiles

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El gobierno de Japón, uno de los países económicamente más potentes de Asia, no se decide a legislar el matrimonio igualitario, y en este sentido son las administraciones mas pequeñas, como las prefecturas o las ciudades, las que están regulando en este sentido. Después de Sapporo, que en 2017 reguló las uniones civiles, que no son exactamente la misma figura legal que el matrimonio, ahora le toca el turno a Fukuoka.

Miho Yamashita y Anri Ishizaki han sido las primeras personas en acogerse a esta figura legal, que si bien, como comentamos, no concede los mismos beneficios que el matrimonio, sí permite a las parejas, por ejemplo, optar al programa público de vivienda como una pareja. Ishizaki, hombre trans que no es reconocido como tal a nivel legal, es activista LGBT en Fukuoka Rainbow Educational Networks, y ha comentado su satisfacción con esta medida.

Ya vivimos nuestras vidas juntas, como una familia, pero estamos contentas porque sentimos que hemos recibido la enhorabuena de la sociedad

Después de que en 2015 Shibuya, una prefectura de Tokio, regulara las uniones entre personas del mismo género, otros distritos se sumaron a la iniciativa. De todos modos, el gobierno deberá pensar si, en algún momento, va a dejar de tener ciudadanos de segunda.

Vía: Gay Star News

Se acabó: Ruby Rose y Jess Origliasso han roto

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A Ruby Rose las cosas del corazón no le van bien. Es un momento malo y suponemos que por primera vez nos va a pedir un poco de apoyo y un poco de respeto porque no lo está pasando bien.

En el mundo anglosajón, el 1 de abril es mal día para contar nada, porque no te van a creer. Esto es lo que le ha pasado a Ruby Rose, que anunció que su historia de amor con la cantante Jess Origliasso había terminado por segunda vez, y tuvo que salir a decir que sí, que era verdad, que no era ninguna broma, y que llevaban algunos meses separadas.

Compartí los últimos dos años aprendiendo y compartiendo mi vida con un ser humano increíble. Una experiencia por la que me siento bendecida. Las rupturas siempre son increíblemente difíciles para las personas involucradas, pero solo podemos estar agradecidas por las experiencias que compartimos. Es difícil para Jess y para mí compartir que nos separamos hace unos meses. Todavía nos amamos mucho y siempre la apoyaré y seré su mayor defensora

Llama la atención que Jess la dejara de seguir en redes sociales allá por diciembre. Pero más llamativo todavía es que Rose haya borrado todas las instantáneas que compartían en Instagram. Así, pues, esta segunda ronda de su noviazgo, después de haber estado juntas hace años, ha durado menos de dos años. Qué pena decir que se acabó.

Vía: Stilo

Lesbianismo: un poco de historia

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Sappho y Erina, Simeon Solomon

¿Os habéis preguntado alguna vez de donde viene el término homosexual? Pues creo que os interesará saber que el término “homosexual” nació a finales del siglo XIX. Etimológicamente es un término híbrido que une las palabras “homo”, del griego antiguo, y “sexualis”, del latín. Homo en griego no significa hombre, sino igual, similar o equivalente; el simple hecho de que se crea que “Homo” proviene del latín, donde sí que significa “hombre”, ha conllevado que se extienda una creencia errónea sobre el término.

Karl-Maria Kertbeny

“Homosexual” es un término que inventa uno de los pioneros del movimiento, el escritor y poeta húngaro Karl-Maria Kertbeny en 1869 para referirse a las practicas sodomíticas entre hombres, y que popularizó el psiquiatra alemán Richard Von Kafft-Ebing gracias a su libro “Psychopathia Sexualis”. ¿Y nosotras donde quedamos? Pues hay que buscar bastante, porque por aquel entonces aún se creía que las mujeres éramos todas seres de luz que de cintura para abajo ni sentíamos ni padecíamos.

Tanto los griegos como los romanos describían la tríbada como una mujer que penetraba sexualmente a otras mujeres con un falo artificial (como para pensar que el dildo es un invento moderno) o la imaginaban con un clítoris lo suficientemente grande como para hacerlo. El termino tribadismo se mantuvo hasta bien entrado el siglo XX como una denominación bastante peyorativa de la homosexualidad femenina, aunque a finales del siglo XIX se empezó a popularizar el termino lesbianismo, de carácter más literario.

Cerámica griega

Aunque la mayoría de culturas antiguas ha considerado a las lesbianas inexistentes, podemos encontrar referencias bastante simpáticas:

Las “orgías” femeninas eran ritos sagrados que culminaban los Misterios tras la siembra, en honor de las grandes diosas lunares (Demeter, Ceres o Cibeles según corresponda a cada cultura). Consistían en un banquete en el que solo intervenían mujeres, presididas por una sacerdotisa u Orgiasta, donde se cometían toda clase de “excesos”, tales como el uso de bebidas embriagadoras y la presencia de falos llevados por unas sacerdotisas llamadas “fallóforas”. Estas mismas sacerdotisas, para asegurar la fertilidad del sembrado, eran las encargadas de tirar de los carros de bueyes, y de ahí que se les llamase boyeras, término que con el tiempo ha degenerado en el megaconocido “bolleras”. Sí, lo sé, todas preferís pegaros un atracón de dulces antes que andar arrastrando un carro por los campos, pero, sintiéndolo mucho, esto es lo que hay. Nada que ver con tiernos pastelitos rellenos de crema.

Sappho y Erina, Simeon Solomon

La siguiente referencia interesante la encontramos en la Grecia clásica. ¿A quién no le suena el nombre de Safo? Pues Safo fue una poetisa que nació en la isla de Lesbos hacia el 612 a.C. Formó una academia en la que se adoraba a Afrodita y a las musas.  En esta academia las chicas, además de la educación típica que las preparaba para ser esposas y amas de casa, recibían instrucción religiosa y artística. Se dice que Safo promovió el amor entre mujeres, tuvo más de un escarceo con alumnas de la academia y además fue la primera en escribir sobre la belleza de las mujeres. Lo malo es que le dio por enamorarse de una jovenzuela de la academia (¡BOLLODRAMA ALERT!) y al no ser correspondida, se tiró al mar (os lo dije. Un drama todo).

Con tanta damisela suelta dispuesta a ser guiada espiritualmente, la edad antigua era un momento estupendo para hacerse sacerdotisa

A las mujeres se nos ha perseguido por adúlteras o por prostitutas, pero no por nuestra orientación sexual. Nos han marginado por omisión más que por persecución. Y aunque esta omisión nos ha podido beneficiar, también ha hecho que durante mucho tiempo no se reconozca nuestra existencia, de ahí la necesidad de hacernos visibles.

El nuevo ‘Othello’ estará interpretado por una mujer negra y lesbiana

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Si hay un autor cuya obra ha sido creada para ser interpretada y reinterpretada de mil y una maneras diferentes, es Will Shakespeare. Hemos visto versiones fieles a su texto, como las de Kenneth Branagh, otras más kitsch, como el Romeo y Julieta de Baz Luhrman, o incluso una versión lésbica de los dos enamorados de Verona. Tendremos la oportunidad de ver esas mismas historias bajo la óptica femenina en el nuevo proyecto de Margot Robbie y, sobre las tablas, un Othello reimaginado en una mujer homosexual.

Este nuevo Othello será Gold Rosheuvel y será el teatro de Liverpool, el Everyman, el que tendrá el placer de disfrutar de esta nueva versión de una de las tragedias de Shakespeare más importantes. Para ella, aceptar este papel era extremadamente importante, como “actriz, mujer, negra y gay”, y porque considera que Othello es una obra en la que muestra el temor que a los hombres les provoca la sexualidad de las mujeres.

Muchos hombres temen a las mujeres, especialmente a las mujeres poderosas. Prefieren no ver el cambio, y Othello es parte de ese cambio.

Con el estreno previsto para este mes de abril, la obra está bajo la dirección de Gemma Bodinetz, cuya principal intención es que “fuera eléctrica de nuevo” y acomodarla a los nuevos tiempos en los que vivimos. Quiere que el espectador se enfrente a sus propios prejuicios e ideas preconcebidas sobre quién puede y no puede ser líder y tener el poder.

Vía: The guardian

Las mujeres lesbianas, bisexuales y pansexuales necesitamos más referentes

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El ser humano es complejo, inconsistente y cambiante. Complejo y complicado, porque a veces le resulta imposible explicar ciertas cosas, que a veces se resumen en irracionalidad. Y afortunadamente inconsistente y cambiante, porque de otro modo significaría que no ha aprendido nada, o que es demasiado orgulloso para admitir que lo ha hecho.

Todos tenemos mitos, favoritos, o, simplemente, personas que, en general nos caen bien, tanto famosos como ignorados. Y esos mismos personajes, como son humanos, son poliédricos, y tienen a veces más aristas de las que nos gustaría. Se puede ser alguien súper concienciado con, por ejemplo, los derechos LGBT, y ser un desastre en otros aspectos. O pasear tu orientación sexual con total naturalidad por donde haga falta, pero a la hora de hablar de derechos LGBT en público, con la gran labor que eso conllevaría para multitud de personas, hacer mutis por el foro porque eso no va contigo.

A nivel individual, cada uno elige, o procura elegir, a aquellas personas que sigue, y decide tener en cuenta o no las cosas que no comparte con ellas. Pero como colectivo, sí creo que deberíamos intentar reflexionar sobre a quién elegimos que nos represente, quién hace que nuestra voz se escuche.

Como colectivo, en este caso colectivo LGBT, no se trata de exigir nada a los personajes públicos, porque por supuesto que no es nuestra labor, y eso implicaría meterse en la vida de los demás a niveles inaceptables, pero quizá sí de mostrar(nos) a otras personas, y buscar en quien mejor nos reflejemos. Y, para eso, es imprescindible algo que, aunque demos por hecho, hay que trabajar todavía más: la visibilidad.

Ayer, el director de Buzzfeed, Alfredo Murillo, preguntaba en Twitter nombres de referentes LGTB+ en España que sean un modelo a seguir para jóvenes. Las respuestas, además de descubrir que Belén Esteban tiene fans dispuestas a luchar por ella en las batallas más insospechadas, dejaban clara una cosa: las mujeres lesbianas, bisexuales, pansexuales y trans necesitamos muchos más referentes.

Sinceramente, y esto es mi opinión personalísima, no creo que muchas de las mujeres que se citan en las respuestas tengan más vinculación con el colectivo que que se acuestan con mujeres. Y está bien, cada cual elige libremente qué grado de compromiso con la lucha colectiva tiene, que puede ir desde ninguna a total. E, insisto, que todo fenomenal, y yo no soy quién para juzgar a nadie ni en este, ni en ningún otro aspecto.

Pero, a lo mejor, sí que podemos reflexionar sobre ciertos aspectos, como por ejemplo qué impide a tantas famosas españolas salir del armario. ¿El miedo a la prensa? ¿El no querer convertirse en iconos LGBT?. Si en vez de cinco, seis, lesbianas visibles en televisión, actrices de primera líneal, periodistas afamadas, deportistas de medalla, hubiera cien, no todas serían iconos, porque habría diversidad en ellas, diversidad en cómo ayudan o no al colectivo. Ahora mismo no diríamos de todos los actores, por poner un ejemplo, que son comprometidos políticamente. En el supuesto que planteo, tampoco diríamos de todas las actrices LGBT que están comprometidas con la lucha por los derechos del colectivo.

Y hay otra cuestión que no quiero dejar escapar. Me llama poderosamente la atención algo que vengo observando hace unas semanas, y es el tremendo tirón que Agoney, el concursante de OT, tiene como icono LGBT. En su estancia en la Academia, donde jamás dijo nada al respecto de su orientación sexual, su actuación con Raoul en Manos Vacías, que culminaron con un beso, sirvió para que muchas personas se atrevieran a dar un paso adelante y salieran del armario en sus hogares. Hace un mes, durante uno de los conciertos de la gira, repitieron el gesto, y la ola de ánimo volvió a suceder.

Pero, sin embargo, menos se habla de Marina, quien sí contó que era pansexual, y cuyo novio es un chico trans. Ella ha sido didáctica y abierta, hablando en todo momento de su situación y de la de su novio, y sin embargo, todo ha sido eclipsado por el (magnífico) beso entre los dos chicos. Las mujeres tenemos pocos referentes visibles, y además, parece que no los cuidamos.

En el pasado Pregón del Orgullo, antes de que en el ultimísimo momento Dulceida apareciera en la lista de invitadas, no se contaba con ninguna mujer lesbiana ni bisexual. La organización no podía pensar en nadie que nos diera voz en ese momento, y optó por invitar a Cayetana Guillén Cuervo, que no es lesbiana, pero, menos mal, interpreta a una en una serie. Cuando no hay visibilidad, cuando no hay referentes, queda poco para elegir, y además lo eligen por nosotras.

No sé qué podemos hacer nosotras, personas anónimas que ni somos Youtubers ni estamos en la televisión, ni podemos hacernos con más visibilidad que la que nos toca, podemos hacer. De verdad que no. Quizá intentar conocer y dar a conocer a más mujeres lesbianas y bisexuales, con la esperanza de que alguna, algunas, salten al mainstream y sean referentes de los que nos sintamos orgullosas.