Cuando el otoño empezaba a asomar la patita os hablamos de una serie de Showtime que se estrenaba en septiembre y cuyo tema central nos hacía pensar que prometía acción lésbica. Pues bien, no nos hemos equivocado. Masters of Sex tiene croquetas. Al menos una, y parece que el personaje aparecerá de manera más o menos regular en el show.
La serie cuenta la historia de Bill Masters (Michael Sheen), un tocólogo de éxito, que dedica su tiempo libre a hacer una investigación inédita sobre las relaciones sexuales. Corren los años 50 en Estados Unidos y la ciencia sabe ya cómo vienen los niños al mundo, no obstante, nadie se ha preocupado de averiguar qué ocurre en el cuerpo humano cuando practicamos sexo. Intrigado por la visión más científica del tema, Masters se propone estudiar esta materia “prohibida” llevando a cabo una investigación secreta.
Al principio cuenta con la ayuda de una prostituta, a quien observa mientras mantiene relaciones sexuales con sus clientes desde un agujero hecho en un armario. Y aquí es donde nos encontramos al personaje lésbico: Betty DiMello (Annaleigh Ashford), la meretriz que le está ayudando y que a pesar de su larga experiencia sexual con los hombres, confiesa que prefiere a las mujeres.
El problema es que Masters necesita a una ayudante para avanzar en su estudio. Además, no puede ser cualquiera. Debe ser una mujer de mente abierta, con una larga experiencia sexual y que crea en el proyecto, sin juzgarlo. La respuesta a sus plegarias será Virginia “Ginny” Johnson (Lizzy Caplan), divorciada en dos ocasiones, madre, liberal y la persona que se encargará de captar sujetos potencialmente interesados en el estudio. Cuando Masters le pregunta por qué una mujer fingiría un orgasmo, ella no se ruboriza ni evita responder. “Para que el hombre llegue rápido al orgasmo”, contesta. “Normalmente, para que la mujer pueda seguir haciendo lo que preferiría estar haciendo en ese momento”.
La ambientación de la serie está muy en la línea de Mad Men, y tiene a su favor que la manera en que retrata las relaciones sexuales es más erótica que clínica, a pesar de que se basa en el trabajo que publicaron Masters y Johnson en 1966, titulado Human Sexual Response, en el cual estudiaron los hábitos sexuales de 382 mujeres y 312 hombres durante un espacio de diez años. No es porno, pero sí erotismo, y a menudo vemos a preciosas mujeres contorneándose desnudas delante de la cámara sin pudor alguno.
En cuanto al personaje de Betty DiMello, que es lo que también nos ocupa, comentar que en esta época la homosexualidad sigue siendo un tema de puertas para adentro, por lo que no esperes que Betty se comporte como otros personajes lésbicos de series contextualizadas en el presente. De todos modos, es bueno saber que existe, y estamos intrigadas por descubrir si su lesbianismo se quedará en la teoría o más adelante se abordará desde la praxis científica.
Masters of Sex cuenta ya con dos episodios, pero se acaba de estrenar, así que tienes tiempo de sobra para acercarte a ella y comprobar si te gusta. Mención especial a la calidad de los actores (y a Lizzy Caplan, por descontado), aunque con este reparto no es ninguna sorpresa que destaque por su nivel interpretativo.
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