La semana pasada nos alegrábamos infinitamente por la inclusión de una pareja de madres lesbianas en una serie de Disney, Good Luck Charlie, resaltando que estamos ante la primera generación de niños que va a ver parejas del mismo sexo en sus programas infantiles preferidos, con la importancia que esto conlleva de cara a la normalización de la homosexualidad. Pues bien, One Million Moms, una organización de ‘madres preocupadas’ sigue empeñada en boicotear a Disney por este hecho.
Algunas recordaréis de los libros de Historia a Los Cien Mil Hijos de San Luis, que ni eran cien mil ni eran, claro, hijos del santo. Pues con One Million Moms pasa algo similar: no son un millón ni de lejos, pero hacen tanto ruido como si lo fueran. Su discurso para pedir que Cheryl y Susan no aparezcan más en la serie es que “Las familias conservadoras necesitan urgir a Disney para que evite temas controvertidos que los niños están muy lejos de comprender” Que estos temas no los entienden, claro, lo dicen ellas, y no los psicólogos que colaboraron con la cadena para tratar este aspecto. “Este es el último lugar en el que un padre esperaría que sus hijos tuvieran que confrontrar temas tan difíciles de entender. Temas maduros de esta naturaleza se están introduciendo demasiado pronto” Está claro que cada uno educa a sus hijos como quiere, pero marcar estas distancias con temas tan naturales como la homosexualidad me parece perverso.
La táctica que va a seguir esta organización es presionar a Disney mediante el envío masivo de mails. En su web, en la que también podemos echarle un ojo al resto de campañas que tienen en marcha (a 2 Broke Girls la consideran “demasiado obscena“) nos explican con más detenimiento la razón por la que están TAN enfadadas, y tiene su punto de gracia: “One Million Moms empezó una campaña de buzoneo masivo en 2013 para evitar este episodio (…) de todos modos, los directivos de Disney no nos contestaron” Supongo que invertirán el tiempo en cosas más importantes. Quizá algunas deberían tomar ejemplo.