Hoy vengo a pecho descubierto para contaros algo. Esta no va a ser una reseña de un libro al uso, simplemente… porque no puedo hacerlo. Tengo una amiga, una buena amiga con la que no he tenido el gusto de compartir todavía un vaso de cerveza o unas risas mirándonos a los ojos. Se llama Clara Asunción García y, cuando hablamos, siempre bromeamos con que en realidad no existimos, somos “la mejor amiga imaginaria” de la otra. No porque no queramos ponernos cara (que lo hemos hecho), es que nos separan varios océanos que hacen muy difícil respirar en el mismo espacio. Clara, además de ser una persona diez, alguien maravilloso que sin duda desearías como amiga, es a día de hoy una de las mejores escritoras que tiene el panorama lésbico de las letras en español. No lo digo yo porque sea mi amiga (imaginaria), lo digo porque es así. Nos lo demostró con su imprescindible Elisa Frente al Mar y nos lo sigue demostrando con cada novela que saca. Y mi amiga Clara acaba de publicar un libro: Los Hilos del Destino, la segunda novela de una serie que protagoniza un desastre-no tan desastre de detective llamada Cate Maynes. Si has leído la primera, creo que no hace falta presentártela. Si no lo has hecho, te recomiendo que te zambullas en sus aventuras para después sumergirte de lleno en esta segunda parte.
¿Y qué decir de Los Hilos del Destino? Que yo quería hacer una reseña al uso, contaros de qué va el libro, por qué debéis comprarlo, y los motivos por los que entre todas deberíamos apoyar a autoras como Clara Asunción García, porque como ella hay muy pocas y tenemos que mimarlas. Pero, como he dicho antes, simplemente no puedo. Sería como hablar de lo maravillosa que es la tortilla de patatas de tu madre. Una no puede ser objetiva con estos temas. Así que os contaré cómo he vivido yo de cerca el “parto” de esta novela, su gestación.
Un buen día Clara me dijo “¿Te quieres leer Los Hilos del Destino?” y yo le respondí “Pues claro, ¿qué pregunta es esa? Pásamela y me lo leo”. Así lo hizo. Así lo hice. Y cuando lo terminé, la pregunta fue “¿qué te ha parecido?” y mi respuesta algo así: “Que Cate ha crecido”. Esta es para mí la mejor manera de resumir la segunda entrega de las andanzas de Cate Maynes.
Nuestra protagonista sigue siendo una detective irreverente, incompleta, intratable, inacabada, desastre, adorable, mujeriega, truhán, trasnochadora, perdedora a veces, ganadora otras (casi siempre por azar, como es la suerte en realidad). Pero ahora es todo eso y mucho más. Clara Asunción García ha reconectado con Cate Maynes, se ha tomado un café con ella, se han presentado a sus seres queridos y se han conocido mutuamente, de manera que en Los Hilos del Destino nos encontramos a un personaje principal plasmado con pinceladas más cortas, más precisas. Es el mismo escenario, pero es como si fuera un mundo completamente diferente.
En esta nueva entrega, Cate se despliega como un personaje mucho más maduro, está empezando a tomar las riendas de su vida y el lector va a viajar por Los Hilos del Destino viviendo en primera persona la dicotomía a la que se enfrenta. Por un lado, su presente profesional, un nuevo caso que la tendrá ocupada en una suerte de apasionante thriller psicológico que te tendrá enganchada hasta el final. Y por el otro, su propia vida, partida en dos, con el corazón dividido. El choque de trenes entre un pasado a superar, ejemplificado en Helena, y el presente prometedor que le ofrece Micaela.
En Los Hilos del Destino volvemos a tomar contacto con los viejos personajes y escenario. Geppo, Leng, Caroline, el Sappho, el Powanda… Clara nos invita a regresar a Océano y a las vidas de sus habitantes, pero al mismo tiempo nos introduce pinceladas indispensables del pasado de Cate que se habían quedado en suspenso durante la primera novela. Así, descubriremos a su madre y se nos desvelarán tramas fundamentales como lo que verdaderamente la separó de Helena. Gracias a ello, en esta segunda novela empezamos a juntar más fichas de ese adorable puzzle destartalado que es Cate Maynes. Y Cate, aunque siga aferrada a sus “coño” (hasta 93 veces conté yo en su primera incursión en nuestras vidas) y a su costumbre de CTA (Convertirlo Todo en Acrónimos), es ahora un personaje más maduro y pausado, mejorado para nuestros ojos. No obstante, sigue siendo nuestra adorada Cate, la immmmBécil que llegó a nuestras vidas en El Primer Caso de Cate Maynes y que está aquí para quedarse con Los Hilos del Destino durante una larga temporada. Si te gustó en la primera novela, querrás irte de cañas con ella en esta segunda. Viendo la evolución del personaje, estoy segura de que para la tercera querrás pedirte una Cate por Navidad.
Felicidades por el alumbramiento de este nuevo hijo, Clara. Como amiga, pero también como lectora, solo deseo una cosa: que vengan muchos otros para aumentar la familia.