Los Globos de Oro, junto a los Oscars, son de esas galas de premios en las que las actrices (y actores) lucen sus mejores galas, dejando para otros eventos, como aquella vez en que la mejor vestida fue Ke$ha y nosotras perdimos las córneas, los experimentos. Casi todas las actrices han optado por diseñadores de renombre, como Valentino o Gucci, y la tónica general ha sido la de la sobriedad.
Negros, blanco y rojo han sido los colores que han triunfado en esta edición, siendo Naomi Watts la más arriesgada, con un vestido amarillo que fue toda una revelación. Aunque, si hemos de fiarnos de la viralidad de las imágenes, las triunfadoras han sido Lana del Rey y Catherine Zeta-Jones, cuyos vestidos han dado mucho que hablar.