No se si conoceréis Wentworth, una serie australiana de la cadena Soho sobre la vida de unas presas en una cárcel, pero deberíais. Si a primeras os suena a Orange is the new Black sólo que con diferente color de uniforme y ya no queréis seguir leyendo ¡NO! Volved, porque estáis totalmente equivocadas. Esto no es comedia. Esto no es un intento tampoco de a la española como Vis a Vis. Es una serie, a mi criterio, muy diferente y que si no estoy equivocada se emitió antes que Orange is the new Black o sea que la inspiración, si la hay, ya que el género carcelario es una institución en si misma, puede ir en otra dirección.
¿Por qué no tiene la repercusión y fama de la anterior mencionada? Muy sencillo: no es estadounidense. Ni tiene un elenco conocido, ni es tan genial y destornillante, pero como menciono son totalmente distintas. Obviamente tampoco es que te pases el día llorando,no es el objetivo. Simplemente son personajes con mas trasfondo, con más dureza, pero que tiene sus momentos de risa, familia, amistad y obviamente croquetismo. Lo tiene todo y las protagonistas son mujeres y algunas de muy buen ver, así que ¿por qué no darle una oportunidad? Pero para oportunidad, la que nos da cada semana poder ver a una de las protagonistas en pantalla. Nuestra musa absoluta es Franky Doyle (interpretada por Nicole Da Silva) la morena está demasiado buena, es demasiado carismática y simpática. Nadie puede odiarla, y para colmo es de nuestra acera, y no sólo por que se aburra entre rejas, ya venía de casa confesada.
La serie tiene tres temporadas emitidas, apenas faltan tres episodios para que termine la temporada, pero aunque lo que me ha llevado a escribir ahora sobre esta serie es cierta relación croquetil… debo mencionar, que hubo otra en la season 1, entre Franky y una actriz que no se por qué dejó la serie, pero aun así dejaron momentos memorables y la cuál la mayoría de los fans de Wentworth Prison no olvidamos.
Creo que vosotras tampoco lo olvidaréis ahora
Centrándonos en la relación del momento, que hace que necesitemos la noche de los martes como el comer, la resumiré en 3 aspectos para simplificar y que acabéis amándolas:
1º aspecto: Relación presa – funcionaria
Un tópico que no puede faltar. Eso es lo que estáis pensando, ¿es un cliché? No, no lo es. Bridget Westfall (interpretada por la actriz australiana Libby Tanner) es la nueva psiquiátrica, por tanto no es funcionaria de prisiones. Se encarga de ayudar a las chicas a hacer más llevadera su sentencia. Franky Doyle si es una presa, condenada a 7 años por tirar aceite hirviendo al presentador de un reality show en el cuál participaba. Pero si estáis pensando que hacen cositas prohibidas a escondidas, no. Lo suyo es una relación más bien intelectual, de química, y a larga distancia. Franky está a punto de obtener la condicional, y Bridget como parte de su trabajo está ayudándola. Entre sesión y sesión, se llegan a conocer mejor y afloran sentimientos, bueno, es inevitable, ambas son tremendamente atractivas y abiertamente lesbianas.
2º aspecto: Rumore, rumore
Pero obviamente si se sabe que nuestra presa favorita batea para donde batea, y echa las miradas que echa a la psicóloga por los pasillos… es una prisión, a falta de Sálvame, ¡cualquier cotilleo es bueno! El problema comienza cuando viene tu ex, la pobre afligida vuelve a la cárcel por ti y tú la ignoras (ay Franky, pobre chinita) y te ve haciendo manitas en el pasillo con la psicóloga. Todo esto sacado de contexto, una cosa lleva a la otra, Franky nunca se abre con nadie y con ella si y bueno… amigas les concedo el honor de ser, y es algo legítimo. Pero ya por esta fase las amas, y quieres que se lien de una vez. El segundo “rumore” viene de parte de una funcionaria, la pobre tiene una vida difícil, algo amargada, y realmente quiere hacer su trabajo bien, y si nota un acercamiento entre Franky con sus antecedentes, y la nueva, pues huele demasiado a humo, y aun no hay fuego pero queda poco.
3º Confesión de sentimientos ¿no correspondidos?
Franky dentro de la cárcel poco tiene que perder por mucho que hablen de ella, pero para Bridget es su trabajo y la cola del paro está cerca (o una amonestación, lo que venga antes). Así que aunque no tiene miedo a los rumores, le confiesa a Franky que tal vez con tanta sesión unos sentimientos hayan aflorado, y es algo normal que sucede a menudo. ¿He contado que en una sesión le confesó que era lesbiana? No, pero ya lo cuento ahora. EL momento hay que vivirlo, y sus miradas también, y no quiero spoilearoslo todo que no tendría su gracia. Pero lejos de una confesión de amor en donde ambas se amen pero ven que es imposible…. Bridget deja muy claro que no es amor, que sólo quiere tener sexo con ella, y si, eso también son sentimientos… Que me corten una mano si de verdad sólo quiere acostarse con ella, no se lo cree ni el apuntador.
(Ay, Franky… yo si que te echo de menos, todos los días en mi cama)
Y una vez que tenemos los esquemas aclarados, y ya vemos que hay una potencial relación… llega el drama de la semana. La funcionaria que veía cosas donde no las había, no les piensa conceder más el beneficio de la duda y tras una casi pillada… Ha forzado a dimitir a Bridget, “amenazándola” con que sino la condicional de Franky se verá alterada.
¿CÓMO ESPERAN QUE VIVA YO CON ESTO AHORA?
El bollodrama es claro, si la psicóloga ya no trabaja en Wentworth, no hay relación alguna, y por tanto adios a #fridget. Pero bueno, sólo quería ser melodramática, la actriz está confirmada para el próximo capítulo, así que no vayamos a sufrir antes de tiempo. Y os doy una semana para que os veáis la 3ª temporada (no necesitáis ver más, aunque es recomendable ver toda la serie)
¡Oh Dios mío! ¡OH DIOS MÍO! Como esta el ambiente en la prisión ¿puede alguien encarcelarme con ellas? 😉
P.D: Como acostumbro os dejo un video que hice sobre ellas. Y es que inspiran, ¡y demasiado!
https://www.youtube.com/watch?v=2-5sWRnffKg