A lo mejor así, de repente, el nombre de Cósima Ramirez no te dice mucho. Igual si te cuento que es la encargada de la Relaciones internacionales de la firma de moda de Agatha Ruíz de la Prada hilas más. Pero, definitivamente, si te digo que su madre es Agatha y su padre es Pedro J. Ramírez, probablemente el director de periódico más conocido de España, la cosa ya está hecha. La hija de la XII marquesa de Castelldosríus, con Grandeza de España, y XXIX baronesa de Santa Pau, es la persona que habitualmente acompaña a su madre en los desfiles de sus colecciones, y de los dos hijos del matrimonio, la que más cámaras atrae.
Cósima es la portada de Vanity Fair del mes de Febrero, y ahí ha contado con total naturalidad aspectos de su vida emocional que desconocíamos hasta ahora, entre ellos, su orientación sexual, algo que forma parte de la entrevista como un dato más, sin estridencias ni artificios.
La sexualidad es algo tan incontrolable y aleatorio que me parece cruel, patético y retrógrado que te juzguen por ello. En España son muy cotillas y muy reprimidos. Ya es bastante difícil encontrar pareja, ¿por qué limitarse a una sexualidad?
Además, cuenta que “alguna vez me enamoré de una mujer y fue maravilloso, pero igual podría haberme enamorado de un chico”. Varios son los medios que se han lanzado a adivinar quienes han sido las parejas de Cósima en el pasado, y aunque no se citan nombres, la mayoría hablan de una exnovia de sangre azul, nieta de un marqués que al morir dejó mucho patrimonio, lo que propició jaleos familiares que llegaron hasta el Tribunal supremo. A partir de aquí, podéis hacer quinielas sobre quién es ella y en que lugar se enamoró de Cósima.
Resulta gratificante ver como, poco a poco, hablar de la orientación sexual de cada cual se hace de un modo natural: en esta entrevista tan pronto le preguntan por sus padres y su mediático divorcio como por su trabajo en la firma familiar, pero ella no tiene reparo en contar que es bisexual. Bien, bien.
Vía: Vanity Fair