Desde el mismo momento en que vimos Frozen, quisimos interpretar el personaje de Elsa, con sus gritos a favor de terminar con la farsa, y vivir tal y como es, como un alegato velado sobre la homosexualidad. Que Elsa era lesbiana, vaya. A partir de entonces, este deseo se ha ido repitiendo a lo largo y ancho de internet, y con la noticia de la secuela de la película, todas lo tuvimos claro: dadle una novia a Elsa. Dadlselaaaaa, dadselaaaaa, es el momento yaaaaaa.
Pero claro, de esto hace ya como miles de años, y las respuestas siempre son las mismas: que sí, que es un buen momento, que a ver qué hacemos, que diversidad, que Disney lo tiene super en cuenta… en fin, lo que ya sabéis. Mientras, el proyecto sigue avanzando a velocidad de hormiga, y sus creadores, claro, están a otras cosas. Es el caso de Jennifer Lee, co-creadora y guionista de la película, que en la presentación de A winkle in time, su nueva cinta, ha vuelto a hablar (porque le han preguntado) sobre el croqueteo de Elsa. La respuesta no te sorprenderá.
Me encanta todo lo que dice la gente [y] la gente está pensando en nuestra película: que está creando un diálogo, que Elsa es este personaje maravilloso que habla con tanta gente. Lo significa todo para nosotros, que somos parte de estas conversaciones. Estamos en ello, tenemos toneladas de conversaciones al respecto, y somos muy concienzudos sobre estas cosas. Para mí… Elsa me dice todos los días a dónde va, y ella seguirá contándonos. Siempre escribo desde el personaje, y donde está Elsa y lo que Elsa está haciendo en su vida, ella me lo cuenta todos los días. Veremos a dónde vamos
¿Traducción? LARGAS, NOS ESTÁN DANDO LARGAS. De verdad, que a mi me haría mucha ilusión que la buscaran a Elsa, Reina de Arendelle, una novia, y que fuera lesbiana, y que tuvieran quince gatos con la reina consorte, y todo eso. De verdad, de corazón. Pero, dicho esto, ¿cuanto llevamos arrastrando este asunto? ¿De verdad hay alguien que todavía cree que esto puede suceder? En fin, tampoco es cuestión de perder la esperanza, pero a lo mejor habría que ir centrando nuestra atención en otras historias.
Vía: Huff