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De la Universidad al prime time: ‘Les de l’hoquei’, una futura serie a tener en cuenta

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Ona Anglada, Laura Azemar, Natàlia Boadas y Marta Vivet son cuatro alumnas del grado de comunicación audiovisual de la Universidad Pompeu Fabra de Barcelona que han visto cómo su trabajo final de grado se va a convertir en una serie de televisión que, además, se emitirá en prime time en TV3, la televisión autonómica catalana. Les de l’hoquei (Las del hockey) tratará sobre un grupo de mujeres, unidas por este deporte que tanta popularidad tiene en Cataluña, que tendrán que ir consiguiendo ordenar sus vidas. Las cuatro chicas, además de su tutora Marta Grau, serán guionistas de la serie, que se comenzará a rodar en enero.

El punto central de la serie es la adolescencia femenina, y hablarán de ella con el deporte femenino como hilo conductor. Las guionistas concibieron este proyecto como la serie que les hubiera gustado ver en televisión cuando eran adolescentes. Querían hablar de los conflictos con los que todas las chicas se han encontrado durante la etapa: la llegada de la regla, las hicas que se pegan, el aburrimiento en los pueblos, tu mejor amiga que en el fondo odias, las primeras relaciones amorosas, chicas que se enamoran de otras chicas… Representar el colectivo LGTBI + desde la adolescencia, alejándolo de tópicos o representaciones superficiales es uno de los objetivos principales de esta serie.

Está previsto que el estreno de la serie, cuyo título es todavía provisional, tenga lugar a finales de abril del año próximo. La localización escogida por rodarla ha sido Palau de Plegamans, porque las guionistas han concebido la historia en el marco de un pequeño pueblo donde el hockey patines tiene mucha importancia. Las protagonistas serán adolescentes, pero los temas que la ficción tratará la hacen ideal para todas las edades. Tenemos muchísimas ganas de verla.

¡Gracias Drawing14Dreams por el soplo!

Vía: Pompeu Fabra

Ryan Murphy creará un fondo para echar a politicos anti-LGBT de sus cargos en 2020

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Como tantas cosas en esta vida, la política, y sobre todo en Estados Unidos, está basada en el dinero. No en el dinero que le des directamente a los políticos (que también, cof), sino en la panoja que te puedas gastar en, por ejemplo, campañas electorales, porque marca la diferencia entre quién te conoce y quién no, y quién te vota y quién no. Ryan Murphy, el guionista y creador de series más poderoso e hipervitaminado de la televisión, lo sabe bien, y en la entrega del premio TrevorLIVE gala en Los Angeles que le concedieron ayer mismo, anunció que va a crear un fondo para intentar echar a politicos anti-LGBT de sus cargos en 2020.

Voy a crear y dotar de dinero, a un fondo, con patrocinios corporativos, una organización multimillonaria que tenga como objetivo a los candidatos anti-LGBTQ que se presenten a cargos públicos. Quiero que estos políticos llenos de odio y que están equivocados paren de contaminar nuestra ética y moral.

Visto lo que ha sucedido este otoño, creo que ahora es posible crear un movimiento para proteger y nutrir el nuestro. Uno tras otro los candidatos anti-LGBTQ que hicieron del discurso del odio y la ideología parte de su legado cayeron, se deshonraron y fueron eliminados por los candidatos demócratas, y fueron sobre todo apoyados por votantes femeninas. 

Vamos a enviar un mensaje que dice que ya no se puede hacer de la discriminación contra nosotros una virtud política. No se puede seguir matando a nuestros jóvenes vulnerables mediante la promoción y nacionalización de sus puntos de vista anticonstitucionales rurales y de mentalidad estrecha, que hicieron del discurso de odio e ideología parte de su legado, deshonrado y eliminado por los candidatos demócratas

El fondo se llamará Pose Gives Back, en referencia a su última serie, que habla sobre la subcultura de las fiestas en la Nueva York de los años ochenta y noventa, y que sirvió como refugio para multitud de personas trans y LGBT en general.

Vía: INTO

‘The Favourite’ arrasa en los British independent film awards y se sitúa en la carrera hacia los Oscar

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Emma Stone, Rachel Weisz y Olivia Colman protagonizan la película (lésbica) de la temporada. The favorite, dirigida por Yorgos Lanthimos, ha sido descrita como una “obscena y áspera narración real de intriga, pasión, envidias y traiciones” que, ambientada en la Inglaterra del siglo XVIII bajo el reinado de la reina Anne, nos mostrará qué estaba pasando en su corte y en su dormitorio.

Olivia Colman es la reina Anne, Rachel Weisz davida a su confidente, consejera y amante secreta de la soberana, Sarah Churchill, la duquesa de Marlborough. La tranquilidad y la vida de color de rosa cesan cuando la prima más joven de la duquesa, Abigail Masham, interpretada por Emma Stone, se une a la corte, dando paso a la envidia, los celos y la lucha de ambas mujeres por ser el ojito derecho de Anne.

Todo lo que toca el director griego es, automáticamente, considerado por los críticos como algo a tener en cuenta en la carrera de premios, y así ha sido en los British independent film awards, donde se ha alzado con nada más y nada menos que diez premios: Mejor película británica independiente, Mejor director, Mejor guión, Mejor actriz principal, Mejor actriz de reparto, Mejor Casting, Mejor diseño de vestuario, Mejor fotografía, Mejor peluquería y maquillaje y Mejor diseño de producción. Casi nada.

Las nominaciones a los Oscar se anunciarán el próximo día 22 de enero, y podría alzarse con un premio que no tiene estatuilla: el de primera película lésbica, o que gira en torno a un romance lésbico, en ganar un Oscar, o varios. En 2016 Carol fue nominada a varias categorías y, bueno, fue una pequeña gran decepción. El color púrpura (1985), Las horas  (2002), o The Kids Are All Right (2011) también estuvieron nominadas a mejor película, pero igualmente se fueron de vacío. ¿Será The favourite la película que estábamos esperando?

 

 

‘The Good Place’ renueva por una cuarta temporada

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Parece que estamos en el lado bueno. Después de bailar de cadena, de CW a NBC, The good place va a seguir siendo el lugar más maravilloso de la televisión durante al menos una temporada más, porque ha sido renovada para una cuarta temporada de episodios. ¿Cuántos? Pues si se sigue la tradición que la serie ha tenido hasta ahora, serían otros 13 episodios.

La serie, que en España puede seguirse semanalmente en Netflix, emitirá un último episodio antes del parón navideño este mismo jueves, y volverá a nuestras pantallas y monitores a mitad de enero. Esta temporada está teniendo una audiencia un poquito peor que las dos anteriores en las visualizaciones en director, pero, y aquí está la clave, su audiencia de 4.6 millones de espectadores se multiplica en las semanas posteriores gracias al streaming. Está claro que el modelo de negocio de la televisión está cambiando, y eso repercutirá en cómo se renuevan y cancelan las series.

Vía: EW 

Relato inédito de Valerie Col: 1. Por fin

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Si eres lectora de novela lésbica, muy seguro te sonará el nombre de Valerie Col. La escritora ha publicado dos libros (En fuera de juego, 2014 y Diez relatos, 2015) y algunos relatos sueltos (La tempestad, editado en Amazon; Sin más, incluido en Cada día me gustas más; Tourmalet, incluido en Tócame). Hoy comienza su nuevo libro, del que irá publicando sus respectivas partes tanto en esta, su casa, como en Wattpad.

De momento no tiene título, porque eso quedará en manos de las lectoras, que lo elegirán al término de la publicación. Tanto la autora como nosotras esperamos que disfrutéis la lectura.
El sonido del capó cerrándose retumbó en los oídos de Lucía sin remedio: ya no había vuelta atrás. Claro que podría haberle suplicado a su padre , como una niña pequeña y consentida, que no la llevara, que ella no quería estudiar en esa universidad, que ella prefería ir a la misma que iban a asistir todas sus amigas. Pero estaba convencida de que hubiese dado lo mismo. La tradición es la tradición,  y tú irás a la misma Universidad que fueron tus hermanos, que fui yo y que fue tu abuelo. No había mucho más que hacer, excepto resignarse, cruzarse de brazos, y esperar que las cuatro horas de viaje se hicieran lo más llevaderas posible.

No era que su padre fuese un ogro, al contrario, pero la tradición era una razón poderosa para hacer las cosas en su familia. Desde hacía más de cien años la empresa que llevaba su apellido había pasado de padres a hijos, y seguía en marcha, con más vigor que nunca.  Simplemente, si siempre había funcionado bien de ese modo, ¿por qué cambiar las cosas? Bastante había hecho Lucía al conseguir matricularse en Filología Hispánica, la carrera que siempre quiso hacer, en vez de en Administración y dirección de empresas, como era deseo de sus padres. Era lo máximo que iba a conseguir, estaba segura. Así que más le valía callarse y bajar la cabeza, porque no iba a haber más concesiones.

El viaje transcurrió como esperaba, mucho silencio y pocas paradas. Parecía como si su padre quisiera desprenderse lo más rápido posible de ella, de la hija rebelde que se había atrevido a llevarle la contraria. Cuando llegaron al campus Lucía pensó que, prácticamente, la iba a abandonar con las maletas en la acera, frente a su residencia. Pero no, claro que no. Tenía que dejarse notar: Él no era cualquiera, él era Julián Echegui, y así se lo hizo saber a la recepcionista, que llamó de inmediato al director.

—Don Julián, qué placer tenerle por aquí.—El apretón de manos fue efusivo—. Me alegro mucho de volver a verle.

—Muy buenos días, Salvador. Le presento a mi hija, Lucía. Espero que esté a la altura del colegio.

—Seguro que sí: Es una Echegui.

—Para cualquier cosa, tiene mi número de teléfono. No dude en llamarme si ocurriera un imprevisto.

Por la mirada que le echó, pareciera como si su padres estuviese seguro de que habría un imprevisto. Francamente, Lucía estaba decepcionada: Era la pequeña de cinco hermanos, todos chicos, y había crecido en un ambiente absolutamente controlado, en el que le exigían lo mismo que a ellos. Aunque le costara más. Aunque no le correspondiera. Y, por otra parte, sus cuatro hermanos mayores ejercían en ella el efecto contrario: la protegían como si les fuese la vida en ello.

Se había pasado toda su infancia y adolescencia entre excursiones familiares a la montaña, partidos de fútbol y con los amigos de sus hermanos entrando y saliendo de casa. A ninguno se le ocurrió jamás ni mirarla, a las hermanas de los amigos no se las trata así, y mucho menos había podido ir a una fiesta sin que cualquiera de los ocho ojos fraternales estuviesen controlando que la bebida fuese coca-cola, que no hablara más de la cuenta con ningún chico, que no volviera más tarde de las diez.

Por eso, Lucía entendía la preocupación. Mientras todas sus amigas hacían locuras, ella ni siquiera había tenido la oportunidad de soltarse un poco la melena. Y era allí, en la universidad, donde esperaba que se le abriese el mundo. Exactamente igual que había visto en las películas, ella quería emborracharse en la fiesta de bienvenida, llegar tarde a clase un lunes por estar en la cama con un chico cualquiera que hubiese conocido en clase de fonética, y, sobre todo, no sentirse mal por ello. Como si fuese un cyborg, la habían programado para no hacer que estuviese fuera de lugar, solamente porque eso estaba mal. Y ya iba siendo hora de que eso cambiara. Una voz la sacó de sus pensamientos.

—Tu habitación es la 812. Octavo piso, a la izquierda, según sales del ascensor. No tiene pérdida, ya verás.

—Gracias—se volvió para despedirse de su padre—Dile a mamá que estaré bien.

Su padre le dio un beso y un pequeño abrazo, quizá más afectuoso de lo que Lucía esperaba.

—Hazme el favor de comportarte—. Su padre, en su línea.

Subió por el ascensor, llevando a duras penas la maleta, la mochila y el bolso, giró a la izquierda, como le habían dicho, y ahí estaba, con una pegatina medio arrancada en la puerta, la habitación 812.

Así que esta va a ser mi casa durante los próximos cuatro años. Vamos a ver qué tal. Introdujo la llave en la cerradura, y cuando abrió la puerta y vio el panorama, no pudo evitar pensar que había celdas de prisiones más amplias y más luminosas.

Un escritorio de madera, enorme, se situaba debajo de la ventana. A su lado, una cama más propia de un cuartel, con un colchón milimétrico y un somier que tenía pinta de ser nada cómodo, y una estantería sobre ella. Completaba la estampa un armarito ridículo, en el que Lucía estaba segura que no cabía toda su ropa. Ni de coña. ¿Y qué voy a hacer?

Un pensamiento cruzó su mente durante un segundo. Yo aquí no puedo vivir… me vuelvo a casa. Pero, inmediatamente, su orgullo pudo más. Si mis hermanos lo pudieron hacer, yo también. Desde luego, lo que no iba a hacer era volver al hogar familiar con las orejas gachas, porque eso supondría un fracaso que no iba, no estaba dispuesta, a aceptar. Sacó un radiocasete de la maleta y comenzó, al ritmo de la música, a deshacer el equipaje. Tenía mucho que hacer , y era mejor que empezara cuanto antes.

‘She-Ra’ El poder del arcoíris

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Catra y Adora en el baile de las Princesas

 

Las que estéis rondando la treintena, quizá os acordéis de ciertos dibujos que echaban por televisión. En ellos, una especie de princesa con espada desfacía entuertos montada sobre un pegasicornio. Se trataba de una serie de animación ochentera, aunque yo la vi en los noventa, con el doblaje sudamericano que evitaba a las cadenas tener que redoblar. Y, como tal, tenía la animación occidental de la época para TV −y lo que ello conlleva− que la hacía quedar un poco vieja hasta para la época, sobre todo ante otras producciones japonesas y coproducciones nipo-europeas. Se trataba de She-Ra que, al igual que su serie hermana, He-Man, nació basada en una línea de muñecos de Mattel y para mayor gloria de esta.
Ha pasado el tiempo y la resurrección de She-Ra ha supuesto un rediseño completo en la parte estética que la hace mucho más acorde con los gustos de hoy en día. She-Ra sigue la línea de la animación estadounidense actual, no exenta de la influencia del anime (Utena o Sailor Moon serían dos de los ejemplos más claros). No es de extrañar, ya que la mente detrás del proyecto es Noelle Stevenson (Nimona, Leñadoras) quien por su edad actual ha crecido durante el boom de la animación japonesa.

She-Ra cartel promocional
Por el honor de Grayskull

Con estos datos y sabiendo que, por una vez, todas las guionistas son mujeres, las diferencias entre la She-Ra actual y la original son más que notables y, en mi opinión, todas beneficiosas. La primera es la mayoría aplastante de un reparto femenino: aparte de Bow (Arco), Sea-Hawk (Halcón de Mar), Hordak y, haciendo un exceso para el número de apariciones que tiene, Swiftwind (Vientoveloz) el resto de personajes son femeninos: Adora, Catra (Gatia), Glimmer (Destello), la reina Angela, Shadow Weaver (Tejesombras), un número extenso de princesas… Y lo mejor es que, al contrario de la serie de los ochenta, en la que cada mujer en años mozos estaba modelada siguiendo el mismo patrón barbiesco, aquí cada una tiene un cuerpo diferente.

Spìnerella y Netossa siendo amor
Estás dos están casadas 100%

La segunda diferencia es la cantidad de representación LGBTQ+ y de imaginario queer en la serie. No es que la anterior se quedara excepcionalmente corta en eso, pero en la versión de Noelle tenemos el texto −está confirmado que Spinnerella y Netossa (Girela y Reda en castellano) son pareja− y el subtexto entre Catra y Adora, tan sutil como un saco de piedras cayendo sobre tu cabeza. Y no dudo de que, de haber una segunda temporada, esta representación va a subir. Por ejemplo, está confirmado que Bow tiene dos padres.

Pero hablemos un poco de la trama.

She-Ra y las princesas del poder
La serie arranca con Adora, una cadete prometedora dentro del ejército de Hordak, el tirano de la serie que intenta dominar el mundo de Etheria por completo. En una excursión al Bosque Susurrante con Catra, Adora se pierde y es atraída por una espada mágica que la convertirá en She-Ra. Tras este suceso y darse cuenta de la crueldad del Reino del miedo, Adora cambiará de bando y se unirá a la rebelión de las princesas, rompiendo con toda su vida anterior. Adora y sus nuevos amigos, Glimmer y Bow, deberán conseguir que el resto de las princesas vayan uniéndose a su causa hasta derrotar al imperio de Hordak.
En solo trece episodios, la serie de Netflix consigue crear un mundo rico con una mitología interesante, presentar una colección más que decente de personajes psicológicamente complejos y entretener con aventuras llenas de humor. Todo a la vez que trata temas tan difíciles como la guerra, las relaciones interpersonales o el maltrato infantil con la facilidad que sólo las series de animación tienen.
Catra y Adora, She-Ra
Mini Catra y Adora en tiempos relativamente más felices

La estética y los colores son muy actuales aunque es verdad que la animación podría ser algo más fluida. De todos modos, no es un obstáculo para disfrutar de esta historia llena de magia y amistad. Por cierto, tiene una canción de apertura con toques ochenteros maravillosérrima, que pierde un poco en castellano por lo que os recomiendo la versión original.
Si estáis buscando una serie para disfrutar con hijes, sobrines etc. esta es vuestra serie. Si queréis disfrutar vosotras solas pues también. Yo os dejo aquí el tráiler y una voz susurrante diciendo: Catra en trajeee.
Fuentes: recuerdos de juventud, Wikipedia contrastada, IMDB y Den of the Geek

Los aleteos low cost de Volita

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Cuánto tiempo sin pasar por aquí, ¿eh? Te preguntarás qué me ha tenido tan liada últimamente, y es que hace una semana y pico anuncié en mis redes que publico nuevo libro, Matices. Es una antología de relato erótico lésbico… nada mal para pasar un poco menos de frío este invierno.

En otro orden de cosas: vuelvo a las andadas con una reseña que tenía muchas ganas de compartir contigo. Se trata de un juguete que funciona con pilas, y pensarás: “Thais, qué te ha pasado?”. Yo, que siempre digo que mejor batería… Pues nada, que me llegó a casa y, como buena sexblogger, me esmeré en probarlo.

 

Lo primero que debes saber: se llama Volita. Es una versión del vibrador Volta de la misma marca que ya te enseñé hace un tiempo. Como verás, tiene las mismas lengüetas y el efecto entre uno y otro es muy similar. ¿La diferencia? El tamaño y el funcionamiento con pilas.

Como es cierto que su predecesor puede ser un poco grande para llevártelo por ahí, Volita ha sido diseñado para conocer mundo. Además de ser mucho más ligero, es más pequeño: mide 16 cm. de largo y tiene un diámetro de 3,1 cm. No te hablo de largo insertable porque este juguete debe usarse sobre el clítoris; las lengüetas vibratorias estimulan este órgano con más de 8.000 terminaciones nerviosas y sus alrededores. Si te interesa saber más sobre la sensación de las lengüetas pásate por la reseña de Volta.

Como te comentaba, a diferencia de este, Volita funciona con una sola pila AA. ¿Quién no tiene una por casa? Y si no, coges una del mando de la tele. Con una pila podrás disfrutar de hasta cuatro horas de vibración. El sistema es sencillo: solo tiene dos opciones: ON y OFF. Tal vez uno de los inconvenientes sea que la intensidad no es regulable, pero el modo por defecto no es ni demasiado fuerte ni demasiado suave.

Si bien puede parecer que se trata de un juguete bastante ruidoso, no lo es tanto como yo me esperaba. La potencia es correcta y la estimulación muy agradable. La única pega que puedo ponerle es que el sistema de cierre y ON/OFF podría ser más firme. Mi consejo: quítale la pila cuando no lo estés usando, no vaya a ser que se encienda. Además, este juguete es resistente al agua, lo cual es también interesante teniendo en cuenta que no funciona con batería.

Volita es perfecto para lxs que somos más nómadas y estamos cada dos por tres fuera de casa. Recomendable si no quieres tirar de cargador, pero no creo que sea tu juguete ideal si pretendes usarlo con mucha frecuencia. En ese caso, te recomiendo que te decantes por Volta: más potente, funciona con batería y con lengüetas más grandes.

Con respecto al precio, puedes encontrarlo en la página oficial de Fun Factory por 34,90 euros. Considero que es algo caro para tratarse de un juguete que funciona con pila, pero es cierto que el resultado es bastante mejor que cualquier otro con pilas de características similares. ¡Las lengüetas son la clave! La sensación no tiene nada que ver con la vibración que ya conocemos.

En resumen: Volita es un vibrador clitoriano ideal para llevarte por ahí por su sencillez y comodidad. No necesitas más que una pila para viajar lejos con las lengüetas y sentir sus aleteos una vez tras otra…

Hazte con Volita AQUÍ.

La Importancia de Sailor Moon

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¡Hola, croquetillas! Ya hablé hace tiempo de lo que había detrás de Haruka y Michiru, mi pareja favorita de anime. Pero luego me di cuenta de que el artículo me quedó corto, porque hay mucho más aparte de esta pareja. Es algo que he visto en pocos animes, la verdad.

Decir que comentaré sobre el anime de los años 90 y de los musicales. Del manga y de Crystal no hablaré por varios motivos. La autora no considera esa relación como algo lésbico. Ahí lo cierto es que se le fue un poco la pandereta a la hora de definirlas y no es justo. En cambio, en el primer anime sí muestran una naturalidad que creo que es relevante.

Sailor Moon

Para empezar, pongo en situación. Sailor Moon. Serie de chicas mágicas con poderes varios luchando por el amor y la justicia. Serie inicialmente para niñas, ¿no? Primera mentira y además mentira gorda. Sailor Moon tiene un entre líneas brutal y constante. Entre las coñas que se lanzan entre ellas, los refranes alterados de Minako (soy muy fan de cómo cambia los proverbios, porque es puro caos), las relaciones que establecen, todas las referencias mitológicas… Sí, puedes poner la serie a unos niños para que se diviertan. Pero si el adulto presta atención, también disfrutará. Porque se dará cuenta de muchas cosas.

Vale, pues tenemos un anime que le pasa como a ciertas películas de Pixar, que lo adultos también pueden verlo. Tras las dos primeras sagas, llegamos a Sailor Moon S, que aparecen Haruka y Michiru. Capítulo 90. Bueno, o el 89 que es un capítulo especial que resume lo ocurrido y avanza lo que va a venir. Pero la tercera saga empieza en el 90. Aunque ahí solo aparecen dos nuevas Sailors que no participan mucho y no parecen muy amistosas. En el capítulo 92 (una puta joya de capítulo, y no, no pido perdón por la palabrota) aparecen Haruka y Michiru como civiles. Aquí empieza la fiesta. Cuando digo que es una puta joya de capítulo me refiero no solo a ellas, por cómo se presentan, sino también por el otro gran dúo, Minako y Usagi. ¿He dicho que Minako está como una cabra? Pues lo repito y enfatizo. El capítulo es grande por estas cuatro chicas.

Capítulo 92

Resumo a grandes rasgos el episodio. Haruka aparecerá en los recreativos, donde están Usagi y Minako (esto también es destacable cómo acaban en los recreativos). Va con uniforme masculino y hablando en masculino. Ergo… Será un chico. Aparte, no hace ascos a los intentos de ligoteo de las rubias, es más, les sigue el juego. Pero aparece Michiru, que se lleva a Haruka con bastante confianza. Luego Haruka dirá que lo que tiene con Michiru va más allá del amor. Pero Michiru dirá que Haruka no es su novio (bueno, tampoco es que mienta). Tras un capítulo con muchas risas, locuras y dobles sentidos, veremos que Haruka no es un chico, como cabía esperar.

A partir de ahí las cinco chicas se irán preguntando por la relación entre esas dos. Hasta que llegue un punto que dejan de negar lo evidente. Que a Haruka no le gustan los chicos y lo que tiene con Michiru es una relación seria. Bien, a este punto quería llegar. Decidme… ¿Qué otra serie de comienzos de los años 90 mostraba esta naturalidad? Me refiero, habrá alguna más, claro, pero no creo que sean muchas. Pensad que estamos hablando de hace 26 años. ¡26! Que no son pocos. Si todavía hay quejas a veces de que haya parejas homosexuales en la pantalla. Pues Sailor Moon, esa serie para niñas, mostró una naturalidad impropia.

No solo está el capítulo 92 presentando a la feliz pareja, hay más. En el 106 (ante la duda, me sé ciertos números de capítulos, sí, solo consultaré el número del de las palomas que ese me baila la cifra) habrá un flashback y veremos cómo se conocieron y empezaron su andadura como Sailors y como pareja. A destacar muchísimo cómo se declara Michiru. Los capítulos 110 y 111 también son muy importantes, pero no diré por qué.

Haruka y Michiru

Tras Sailor Moon S, Haruka y Michiru desaparecen una temporada. Bueno, no solo ellas. Setsuna-Pluto también se marcha un rato. Reaparecen en el 167, empezando la saga final. Ese capítulo tiene unas cuantas perlas de diálogos. Mi favorita es una de las mayores burradas que dicen en esta serie. Uranus se cae de un edificio en plena pelea, Neptune logra sujetarle la mano, pero le dice que ha engordado de comer tantos dulces. Respuesta de Uranus “no acepto ese tipo de comentarios fuera de una cama”. Sí, totalmente para niños. Insisto, haces un juego del alcohol con todas las perlas que van dejando por ahí y acabas bastante borracha. Pero oye, ¿y lo bien que te lo pasas entre las frases y los chupitos? Tras esa entrada estelar habrá unas pocas más. En el 181, el parque en el que los domingos solo hay palomas y parejas… Y Haruka y Michiru, que palomas no deben ser. El 184 es un despropósito total en el que se juntan todos, todos, en casa de Usagi. Sin desperdicio alguno todos los diálogos que se marcan.

El anime realmente es una joya, aunque sean 200 capítulos más películas y especiales. Hay mucho relleno, pero es un relleno muy divertido y que merece la pena verse por la cantidad de lectura entre líneas que se marcan. Es más, si os toca cuidar de críos pequeños aprovechad y lo veis con los chiquillos. Fuera coñas, a mí este anime me ayudó a salir del armario y a aceptarme a mí misma.

Dije que hablaría del anime y de los musicales. Todo lo bueno que he dicho del anime de los 90, va en los musicales. Las mismas coñas, el mismo saber que las otras son pareja. Actrices estupendas y extraordinarias… Ya os hablé de Nao-Yuhka y de Shuu-Sayaka. Si te gusta el anime, yo recomiendo mirarse luego los musicales porque creedme que se disfrutan. Tened en cuenta que en los musicales es fundamental el cómo trabajan las actrices. En el anime es la voz, pero la animación corre a cargo del estudio. En los musicales cae todo en las actrices. Y es ver cómo plasman todo esto que he descrito.

Y con esto creo que ya os he dado bien la chapa por hoy. La semana que viene vengo con otra reflexión que quiero compartir.

¡Gokigenyou!

Nanaho.

Kristen Stewart te va a dar la bollopelícula navideña que estabas esperando

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¿Cansada de ver las mismas películas navideñas con parejas heterosexuales vestidas de rojo y verde? ¡No sufras más! Aquí llega Kristen Stewart para liberarte de esta angustia y protagonizar la película que vas a ver todas las nochebuenas de aquí a 20100 cuando se estrene la siguiente película navideña con bolleras porque seguro que los estudios ponen cien mil excusas para producir otra con lesbianas porque somos poco rentables o yo-qué-sé.

Nuestra heroína Kristen se ha aliado con Clea DuVall (But I’m a cheerleader, The intervention), guionista y futura directora de la cinta, para protagonizar The happiest season, una película que seguirá la historia de una mujer joven (de la edad de KStew, vamos: no está el presupuesto como para invertir en maquillaje más de lo necesario) que se va a casar con su novia, pero que en unas fiestas navideñas descubre que ella no ha salido del armario con su familia. Para las que no os hayáis casado nunca, decir que es conveniente que tus padres, si van a asistir a la boda, sepan que con la que te casas es tu novia y no una amiga o una compañera de piso o alguien que te hace el favor porque tu novio está malo ese día. Evita muchos dolores de cabeza.

¿Cuando veremos esta película? LA LÓGICA dice que las navidades que viene. Sería raro que la estrenaran en agosto pero, chica, yo es que estoy muy perdida ya con la vida. Os iremos contando.

Vía: Deadline

El tierno anuncio taiwanés con una familia homoparental

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Con el referendum sobre el matrimonio igualitario, en el que ganó el No, siendo todavía un tema de conversación candente en el país asiático, la televisión taiwanesa está emitiendo un anuncio que nos ha resultado tierno y sabroso a partes iguales. Dentro video.

“Diferentes familias tienen diferentes sabores. Algunas son más sabrosas. Algunos son más ligeras.” Y algunas tienen dos mamás que se turnan para recogerte de clase de piano, efectivamente. Poco a poco se van viendo más anuncios de este tipo en Asia, y también en otras partes del mundo. Y, oye, siempre gusta vernos en pantalla.

Vía: Instinct