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Mi nueva cosa favorita: The queer cañi bot

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Tengo que reconocer que hay muchas cosas que me hacen mucha gracia. Qué le voy a hacer, soy una chica fácil. Pero es que lo de The queer cañi bot ha sido un flechazo a primera vista porque conjuga muchas de mis cosas favoritas: memes, folclóricas, lesbianas y teorías que pueden ser verdad o mentira pero yo prefiero pensar que son siempre verdad. Como lo de que Rocío Jurado era un poco croqueta. Como lo del dedo de Encarna Sánchez.

No me pidáis que lo cuente porque me pueden demandar. 

Como por arte de magia salió en mi TL de Twitter esta cuenta, y no puedo dejar de recomendarla. Está plagadita de referencias a I punto Pe punto, Marujita Díaz, la que cantó a la sombra de los pinos y demás familia, aunado con cosas más 2018 como Natalia y Alba de OT. Yo no pido más, ni necesito menos.

Desde aquí un mensaje a la administradora/s de la cuenta: DADNOS MÁS DROGA.

 

Y se vino el pijamazo: Ana Guerra y Mimi cantan Sin Pijama en ‘Tu cara me suena’

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La cebra somos nosotras delante de la tele, inmóviles

Qué satisfacción da cuando el ship que sigues con devoción y, quizá, un poquito de obsesión, da sus frutos. Warmi es, en eso, una cosa super agradecida: hace unos meses Mimi decía que Warmi, esoqueesloquees, y ahora lo canturrea mientras abraza a Ana Guerra. Yas.

Para las que no estén enteradas, por si todavía queda alguien, Mimi Doblas es concursante en esta edición de Tu cara me suena, ese programa de Antena 3 en el que los famosos imitan actuaciones musicales y en el que Ángel Llacer obliga a la gente a besarse porque bueno, así es él. Para la actuación del viernes pasado, en el que Mimi imitaba a Natti Natasha, se trajo a Ana Guerra para que le acompañara, como Becky G, en la canción del verano, Sin pijama.

A veces hacemos estas chorradas

A ver, no vamos a mentir: el video de la canción es super hortera, probablemente la peor fiesta de pijamas de la historia, y cuando te das cuenta de que todo es una fantasía de Prince Roy te hundes un poco en la mierda. Pero supongo que podemos pasar todo eso por alto si eso significa que podíamos ver a Mimi y Ana perreando. Aunque para perreo el del día anterior en la fiesta Cosmo.

Y se vino pijamazo. La actuación fue, básicamente, todo lo que esperábamos. TODO.

Aunque algunas dirán que lo mejor vino después, cuando toda la energía que proyectamos y nuestros rezos a la Virgen de la Croqueta dieron sus frutos en forma de beso entre Ana Guerra y Mimi. Chica, lo voy a decir porque vamos a aprovechar las cosas buenas que nos da la vida: WARMI IS REAL.

Estamos: contentas.

Nos encanta cuando las cosas salen bien.

Ellen recibió amenazas de muerte y de bomba cuando salió del armario

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Ellen DeGeneres fue la primera persona verdaderamente famosa que se atrevió a salir del armario de manera pública y notoria. Fue en 1997, y dar este paso le supuso la cancelación de su serie, y que durante tres años nadie, y digo literalmente nadie, quisiera darle trabajo. Pero no sólo le afecto de este modo, sino que ahora la presentadora ha contado que recibió amenazas de muerte, y hasta un aviso de bomba en el estudio de la serie en la que trabajaba.

Cuando salí del armario tuve amenazas de muerte, y hubo una amenaza de bomba, pero calcularon mal el momento de la grabación. Ya habíamos terminado, gracias a Dios

Ya veis, da igual ser LGBT o no serlo. A los heterosexuales también las mandan bombas cuando dicen que son heterosexuales. ¿No? ¿No va así? Ah. Por otro lado, también ha hablado un poco de cómo se toma los insultos y el odio en las redes sociales.

Trato de no leer. Pero tengo que prestar atención un poco, porque quiero feedback. Cuando alguien te insulta en tu página de Twitter o Instagram te sientes como, ¿por qué me sigues si me odias? Y luego me di cuenta, bueno, simplemente lo hacen porque hay mucha ira en ellos. No lo entiendo, pero no me lo tomo de manera personal

Vía: The advocate

María Casado y Natalia Martos, juntas por Madrid

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La exposición a la que son sometidas las personas que trabajan en medios como la televisión es brutal, y eso se traduce en que, pese a que una se resista, su vida personal termina por salir a la luz. Gajes del oficio. María Casado, presentadora del espacio matinal de La Uno, es el mejor ejemplo. Normalmente se habla de ella en relación a su actividad profesional, pero, claro, lo que hace fuera de las cámaras interesa, y mucho. Hace un tiempo, cuando su relación anterior con la presentadora Toñi Moreno salió a la luz, las dos mostraron su enfado por ello, porque ninguna estaba fuera del armario públicamente, y de hecho tampoco para su familia. Pero ahora, Casado ha iniciado una nueva relación, y ha preferido que primara la naturalidad sobre el secretismo.

La revista Corazón, ligada a un espacio de la misma cadena donde trabaja Casado, publicaba en portada la pasada semana unas fotografías de la periodista paseando por Madrid junto a su pareja, la abogada Natalia Martos. Según fuentes cercanas, las dos mujeres se conocieron el pasado verano gracias a una cena con amigos en común, que fue donde surgió la chispa entre las dos.

Martos es una prestigiosa abogada que acaba de lanzarse a montar por su cuenta un bufete, Legal Army, donde prometen ofrecer soluciones jurídicas y tecnológicas para todo tipo de negocios e industrias, y se especializan en RGPD, ciberseguridad y privacidad, protección de datos y derecho tecnológico. El futuro, Peter. Desde aquí les deseamos que les vaya todo fenomenal, y que coman muchas perdices.

Vía: Vanitatis

 

To all the girls I’ve loved before: Mapi León

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To all the girls I’ve loved before es la sección en la que hablamos de todas aquellas mujeres que nos han enamorado en algún momento de nuestras vidas. Hoy hablamos de Mapi León, una joven futbolista que no tiene ningún miedo de vivir públicamente su orientación sexual, luchando por la visibilidad tan necesaria para todas nosotras.

Procedencia: España, de Zaragoza

Época: 1995-ahora (23 años)

Conocida por: Juega de defensa en el FC Barcelona y en la selección española. Participó en el pregón 2018

Croqueteo: Abiertamente lesbiana

Conocida por muchas por ser una de las pocas pocas pocas POQUÍSIMAS caras femeninas en este Orgullo 2018, Mapi León es una excelente jugadora tanto en el Barcelona (aunque hasta hace poco jugaba en el Atlético) como en la selección, acumulando dos copas de la reina y una liga.

Su opinión en la muy debatida cuestión de si es necesario que los famosos salgan del armario (y de si esto tiene alguna relevancia) parece estar muy clara. Sobre los deportistas gays masculinos que siguen ocultándose, Mapi comentó:

Entiendo que no salgan del armario pero, por otro lado, es algo tan natural que se me escapa por qué no lo hacen, creo que si fueran sinceros, poco a poco, la mentalidad cambiaría. Hay que avanzar en este sentido.

Mapi asegura no sufrir la homofobia que sí ocurre en estadios de fútbol masculino. Según ella, cree que se debe a que la gente que sigue el fútbol femenino tiene la mente más abierta y se trata de un público menos machista.

La sociedad se está abriendo cada vez más a prestar un poquitititititito más de atención al deporte femenino (no es difícil), y puede que pronto veamos este deporte crecer y tengamos más noticias suyas a nuestro alcance. El Barça pagó 50000 euros por el traspaso de Mapi al Atlético, desorbitado para el fútbol femenino. Y es que esta chica, lo vale.

Ángeles al Limón

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¡Hola, croquetillas! Sé que comenté que hoy hablaría de las CLAMP, pero he tenido uno de mis típicos cambios de planes y quiero hablaros de una serie de hace años olvidada y bastante desconocida que a mí me hizo gracia en su momento y sé que, si no la hubiera visto, no hubiera dado luego la oportunidad a Love Live. Es otro anime sobre idols (cantantes). Una serie cortita auto conclusiva que, sin ser una maravilla, te hace pasar un rato ameno.

Me refiero a “Lemon Angel Project”. Sin ser estrictamente shoujo ai, una de las protagonistas sí entiende y lo que monta por amor es curioso. ¿Voy a hablar de un anime solo porque una de las chicas sea lesbiana? Sí, porque ella se lo merece.

Lemon Angel Project

Bien, ¿de qué va esto? Pues empiezan contando que había un grupo de idols muy populares que un día desapareció sin dejar rastro. Se esfumaron. Eran las Lemon Angel. Pasado un tiempo quieren hacer una segunda versión del grupo y abren convocatoria para formar ese grupo. La única que queda del primero es Miki, buscarán a 5 chicas más, que son las que salen en el opening, no es spoiler quién forma el grupo, sino que la historia trata de por qué desapareció el primer grupo y por qué Miki es tan borde y seca. Que, obviamente, hay relación.

Y ahí entra la razón de este artículo. Miki actúa por venganza. Estaba enamorada de otra chica implicada en el grupo, Yui, que también era amiga de otra protagonista. La serie tiene dos partes, el cómo forman el segundo grupo, y luego ya te cuentan qué fue todo lo que ocurrió antes y toda la historia de Miki, Yui y el primer Lemon Angel.

Que tampoco quiero destripar la trama, pensad que está bastante concentrada en 13 capítulos, con todo lo que cuentan, y tiene por ahí sueltas varias intrigas. Que el grupo en sí son 6 chicas más Yui, también van contando las historias de todas las chicas. Es Tomo, la otra amiga de Yui, la que hace también de narradora y conecta con el espectador.

Como digo, no es una serie muy buena, aunque tiene buenas voces, canciones pegadizas y la trama tampoco es mala. Está ahí un poco en el limbo. ¿Es obligatorio verla? No, pero como tampoco es mala, te sirve para pasar un ratejo divertido. Yo me la volveré a ver por ciertas circunstancias en breve, y sé que me lo pasaré bien en el proceso.

Por hoy me despido, siento que la reseña haya sido algo corta, pero el día a día manda. Nos vemos la semana que viene con la reseña sobre las CLAMP y ciertas obras suyas.

¡Gokigenyou!

Nanaho.

Somos lesbianas, no amazonas

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http://juliettegorgescoppens.tumblr.com/

El siguiente texto ha sido escrito para Fanzine Imposible, donde se publicará próximamente. Su autora, Irene Darvaza, nos ha permitido muy amablemente publicarlo en HULEMS, y no podemos estar más agradecidas. Síguela en su Medium y en su cuenta de Twitter. También puedes leer sus textos en Gafas sáficas

Existe la falsa creencia, más extendida de lo que pueda parecer entre compañeras feministas, de que las lesbianas sufren menos machismo que las demás mujeres. Se tiende a idealizar la existencia lesbiana, al pensar que por nuestra orientación sexual esquivamos vínculos sexoafectivos asimétricos con hombres, disfrazándola de una condición envidiable. Este espejismo obedece a una visión de la realidad que cierra los ojos ante las múltiples formas en las que se castiga a las mujeres que no desean relacionarse con hombres, que ostentan el poder, en el heteropatriarcado, y que obvia que la lesbofobia es una suma de homofobia y machismo.

En primer lugar, hay que tener presente que a día de hoy la mayoría de niñas y adolescentes lesbianas siguen creciendo sin referentes, ni reales, ni ficticios. Es habitual que los progenitores eviten informar a las menores sobre las distintas orientaciones sexuales existentes, por miedo al libre albedrío de sus hijas, que podrían no adaptarse a la heteronorma. A menudo, si se toca el tema se hace despectivamente. De igual modo, consumirán películas, libros, series y videojuegos donde la representación lésbica será escasísima y nefasta, y serán bombardeadas con miles de historias de romance heterosexual, haciéndoles creer que ese tipo de amor siempre ha de buscarse en un hombre y que el sexo solo es de verdad si un varón participa. Incluso, muchas de ellas llegarán a la edad adulta convencidas de que no conocen a ninguna o casi ninguna lesbiana, que no las hay en su entorno, pues la crudeza de la lesbofobia sigue obligando a muchas mujeres a vivir su orientación sexual y sus relaciones con prudencia, discreción y sigilo.

El resultado de todo esto es que muchísimas jóvenes llegan a su despertar sexual sin saber que el género opuesto puede no gustarles y que “lesbiana” es algo que se puede ser. Como he explicado, pensarán que el amor y el placer sexual se los dará un hombre, así que muchas lesbianas se relacionarán con ellos, por lo que también establecerán vínculos sexoafectivos marcados por la desigualdad, a lo que se suma el malestar que puede generar estar con alguien a quien no se desea. De hecho, a algunas mujeres homosexuales acostarse con hombres les produce tal repulsa y angustia que comparan su conmoción con la que se siente tras una violación.

En segundo lugar, las mujeres que no tienen relaciones románticas con hombres también sufren violencia de género, porque esta violencia se ejerce en todos los ámbitos e interacciones humanas y no solo dentro de la pareja. Por ejemplo, puede perpetrarla un familiar. Asimismo, en una sociedad profundamente androcendrista, la presencia de las lesbianas inconscientemente es percibida como un insulto y un desprecio a la valía del hombre. Las mujeres que osan no escoger un compañero del género opuesto, que son el centro de todo, y que para más inri prefieren a otra mujer, deben esmerarse en aclarar que no odian a ese glorificado grupo humano para no ser juzgadas: “Soy lesbiana, pero me encantan los hombres. Son muy buenos amigos”. Esto no sucede a la inversa, un hombre gay no necesita puntualizar constantemente que no detesta a las mujeres. Así pues, la no atracción por el género masculino es entendida como una ofensa, especialmente para los más misóginos que, si piensan en las mujeres en general como posibles conquistas, ven a las “bolleras” en particular como afrentosos noes andantes.

Vivimos en un mundo en el que las mujeres todavía no utilizan el espacio público de manera igualitaria. Sabemos perfectamente que no podemos ir solas a dondequiera que se nos ocurra, es peligroso y nos embarga el miedo. Cuando digo “solas”, me refiero a que no podemos transitar según qué sitios sin la compañía de un hombre. En el colegio, en el instituto, en la universidad, en el trabajo, en las fiestas, en la calle, de día y de noche, la osadía de rechazar a los hombres de las bolleras, que siempre seremos mujeres “solas” y sufrimos un extra de hipersexualización, es castigada con discriminación y acoso sexual. En los casos más graves, nos violan de forma correctiva; sucede en todos los rincones del planeta. Porque a nosotras también nos matan, nos violan, nos agreden, nos pagan menos y nos atosigan cuando salimos a la calle o de fiesta (es más, si vamos en compañía de nuestra pareja o saben nuestra orientación sexual el acoso será muchísimo peor).

En política, en los espacios de representación, en el mundillo de la cultura y en las historias que nos emocionan las mujeres están infrarrepresentadas, mientras que las mujeres lesbianas o no existen o son invisibles. Por añadidura, de las contadas ocasiones en que aparecemos en pantalla, sea en una producción de altos vuelos como La vida de Adèle o en una destartalada página porno, la mayoría de las veces aparecemos retratadas como criaturas extremadamente sexuales, a causa de un claro afán voyeurista, y acabamos teniendo alguna aventura con un hombre, de manera que se perpetúan los mitos de los que se nutre la susodicha violencia lesbófoba.

Por último, y no menos importante, todas las mujeres sienten el peso de las expectativas que la sociedad ha puesto en ellas desde pequeñas, independientemente de su orientación sexual. A todas nos han marcado el camino para que seamos complacientes, sumisas, calladas, delicadas, abnegadas, prudentes e inseguras, para que deseemos ser guapas, para que no seamos libres sexualmente y nos avergoncemos. A todas sin excepción nos han imbuido los mitos del amor romántico. Todo esto se confabula contra nosotras y, en consecuencia, dos mujeres pueden mantener un vínculo amoroso violento y plagado de problemáticas y conductas de raíz patriarcal.

No somos amazonas. No vivimos en Temiscira. Vivimos en el patriarcado, como todas las demás.

FANTASIOSO: Amaia Salamanca será una mujer lesbiana en una película junto a Belén Cuesta, Blanca Suárez y Macarena García

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Ahora mismo es que estoy que no quepo en mi de la EMOCIÓN que está experimentando mi cuerpo. Pero vamos a lo que vamos: Netflix ha encargado a Bambú Producciones (Las chicas del cable, Fariña, Tiempos de Guerra, La embajada) una nueva película que sumar a su catálogo de distribución, y no puede tener mejor pinta.

A pesar de todo, que así se llama la nueva película, tendrá como protagonistas a Blanca Suárez (Las Chicas del Cable, El Bar), Macarena García (La Llamada, La Otra Mirada), Amaia Salamanca (Tiempos de Guerra, Perdida) y Belén Cuesta (La Llamada, Paquita Salas). Las cuatro interpretarán a cuatro hermanas que, tras el fallecimiento de su madre (Marisa Paredes), se reúnen, para terminar descubriendo que su madre les ha preparado un video contando algunas cosas que, hasta entonces, ignoraban, provocando un tsunami en la familia, y haciendo que las cuatro se embarquen en un viaje emocional.

20 minutos publicaba esta mañana los perfiles de las cuatro protagonistas, y nos daba el alegrón de la semana. EL personaje de Amaia Salamanca es “un perfil artístico, una mujer lesbiana, abierta a las nuevas experiencias, que respeta las diferencias y que uno pueda hacer locuras en su vida. Entiende la libertad como parte del desarrollo humano. Pero esa libertad a veces le puede generar algún equívoco”.

Gabriela Tagliavini (The Devil May Care, Without Men) es la directora de este proyecto, que se rodará en Madrid hasta mediados de noviembre. ¿Cuando se estrenará esta FANTASÍA? Para ayer es tarde.

Vía: 20 minutos

 

 

No aprendemos: llevamos 13 lesbianas o bisexuales muertas en televisión este año

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Como sabréis, avezadas croquetas, los guionistas  de cine y televisión están todavía intentando descifrar cómo escribir personajes LGBT. Porque, ya sabéis, tiene que girar todo en torno a su orientación sexual y eso es muy complicado, complicadísimo, una tortura. Así que optan por las salidas fáciles: los estereotipos. La web TV tropes recoge algunas de las tramas recurrentes para los personajes LGBT, a saber, la lesbiana psicópata, el homosexual depravado o el villano de orientación sexual ambigua, aunque nuestro favorito (no) por hartazgo es, claro, el síndrome de la lesbiana muerta.

2016 fue un año clave a la hora de hablar de este fenómeno. No sólo fue una temporada en la que la friolera de 42 mujeres lesbianas o bisexuales murieron en pantalla, una cifra escandalosa dada la cifra de personajes femeninos LGBT en las ficciones, sino que la muerte de un personaje concreto dio lugar a una corriente de protesta en internet cuyo efecto dura hasta hoy. Hablo del Lexa deserved better, surgido a raíz del absurdo asesinato del personaje de The 100, y cuya onda expansiva llevó a muchas personas a interesarse por proyectos de ayuda a jóvenes LGBT, y que estos fueran llevados a los principales medios de comunicación del mundo, poniendo el foco en la problemática específica de las personas LGBT.

El efecto se notó también en las ficciones de la temporada siguiente. En 2017 fueron *solamente* doce las mujeres lesbianas o bisexuales que murieron en nuestras pantallas, suponemos que todas de manera justificadísima para los guionistas, pero que, en frio resultan todo lo absurdas que son: Karen, de Mistresses, murió al caer por el balcón intentando salvar a su niñera. Sarah, de Pretty LIttle Liars, apareció muerta y a nadie le importó demasiado. Poussey, de Orange is the new black, murió de una manera inncesaria, triste e injusta.

Pero es que este año no hemos mejorado en absoluto, y ya llevamos 13 muertes. Las últimas dos mujeres han caído en American Horror Story, y no las han matado una vez, sino dos, ya que su asesino, con el que no han cruzado ni una palabra, haciendo patente la crueldad del asunto, ha asesinado sus cuerpos y sus almas mediante magia. Pero hemos tenido de todo: heridas mal curadas, guerras, suicidios, peleas en clubs de la lucha, asesinatos a manos del novio de tu mejor amiga… La creatividad está fenomenal, pero nos gustaría más verla a la hora de desarrollar tramas decentes y no de ver cómo matamos a la lesbiana de la serie.

Y que sí, que al resto de personajes, sin importar su orientación sexual, también los matan en las series. Que hay ficciones, como Juego de tronos, que matan a la gente con una rapidez inusitada. Pero es que personajes heterosexuales no faltan en las series, y los lésbicos y bisexuales son difíciles de encontrar, aunque por lo visto más difíciles de mantener. Según /, la temporada pasada 127 mujeres lesbianas y bisexuales fueron personajes recurrentes en las 373 series principales de la televisión. Echen cuentas: no sale ni a una por serie. Y muy probablemente acabe muerta.

Kristen Stewart. Pantalones de cuero. ‘Los ángeles de Charlie’.

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Armada, peligrosa y con pantalones de cuero. Así vemos a Kristen Stewart en las primeras imágenes del set del reboot de Los ángeles de Charlie, la nueva película de Elizabeth Banks, y que está siendo rodada en Alemania.

Junto a Stewart los otros dos ángeles de la mítica serie convertida a franquicia fílmica seránNaomi Scott y Ella Balinska . En la nueva película, la Agencia Townsend es ahora una firma internacional de seguridad e inteligencia “que tiene varios equipos alrededor del planeta”. El papel de Bosley, al que dio vida Bill Murray en la primera adaptación al cine, lo ocupará ahora Elizabeth Banks, que como ya hemos comentado también dirigirá la cinta.

Vía: Footwearnews