Que la altanera, presiosa, y orgullosa Ana War es la santa patrona de todas las lesbianas, y bisexuales, y casi diría de todas las mujeres de este país no es ningún secreto. Bueno, para ella sí, que lleva tres meses encerrada en una nave industrial de Barcelona. El caso es que ayer el medidor de croquetismo explotó. No estábamos preparadas para esto. No lo estábamos. Ayer por la noche asistimos al primer embarazo colectivo vía ondas catódicas de la historia. Ayer se estrenó Lo malo.
Cuando pensabas que Ana War en solitario era lo más, pues coges y te das cuenta de que con Aitana es LO PUTO MÁS.
Ana, no más fingir.
Tuvimos un poco de esto para contentar a la cuota hetero.
Ay.
Es un momento malo. Por primera vez os pido un poco de apoyo y un poco de respeto porque no lo estoy pasando bien.
Ana no se va a fijar en un chico. Malo.
Brisa siendo todas nosotras.
¿Podemos bautizar al paso ya como paso Ana War?
Ana y Aitana en el parking de la Fabrik.
Pa fuera lo malo.
No, no, no.
Cuando dice ‘Pa mala tú, Ana War’, tocamos el cielo con los dedos.
AITANA WAR.
La sensación de este país fue unánime.
Veredicto de Aitana War en la redacción: en nueve meses tenemos que cerrar por baja maternal DE TODAS. #EurovisionOT
La canción de Ana War es hiper pegadiza pero correríamos el riesgo de doblar la población mundial al dejar embarazada a la vez a toda Europa, Australia y parte de Asia. #EurovisionOT
Al borde de la una de la madrugada (de un LUNES), cuando todo Twitter ya estaba diciendo tonterías causadas por la falta REAL de sueño, TVE nos sorprendió repitiendo las tres actuaciones finalistas. Yo pensé que era todo totalmente innecesario, hasta que me di cuenta de que Ana no se había cambiado de vestuario desde su actuación en solitario, y eso nos daba una perspectiva TOTALMENTE NUEVA de Chico Malo. Bueno, que soy una superficial, qué le voy a hacer.
Por cierto: qué feo, pero qué feo el hacer la segunda actuación de Lo Malo después de un bloque de publicidad, una maniobra pensada para despistar a los votantes, y facilitar la victoria de Tu canción.
Buah qué bochorno
Pero nunca, NUNCA, nos podrán quitar la primavera y verano de 2018: un tiempo en el que vamos a escuchar Lo malo (y El remedio, y El remedio) hasta la extenuación. O hasta que demos a luz a los trillizos, que quizá se nos adelanta el parto.
Que la mejor decisión que Camila Cabello tomó fue irse de Fifth Harmony todas lo sabemos pero lo que no podíamos imaginarnos es que el 2018 asentaría con fuerza esto, sobre todo, en nuestros corazones y nuestros oídos. Camila había ido descubriendo desde Abril y poco a poco parte de su nueva música, y después de retrasar la salida de su disco (de Septiembre a Enero,) por fin el 12 de este mismo mes pudimos entregarnos al placer de escuchar su música y desde HULEMS no queríamos perder la oportunidad de comentarlo canción a canción con todas vosotras.
1 – Never Be the Same: último single de la artista y la canción que abre el disco. Ya la conocíamos después de que la cantara en algún concierto y nos había dejado con un gran sabor de boca. Camila habla de cómo un nuevo amor puede llevarte a sitios en los que nunca habías estado y lo hace con un estilo que nos recuerda a Cashmere Cat.
Lo mejor: la letra.
Lo peor: tanta nota aguda puede llegar a resultar chirriante.
2 – All These Years: podríamos decir que Camila tiene sus puntos fuertes de este disco con sus canciones lentas. All These Years habla de los sentimientos que reviven al ver a alguien que fue importante en nuestra vida. Una base musical simple, una guitarra de acompañamiento y la voz de Camila nos transporta a esta carta sin destinatario donde Camila le pone voz a eso que quizá debimos hacer y no hicimos.
Lo mejor: Sounds like you’re happy with her
But does she kiss you like I kissed you?
Ooh, I wish I loved you like I miss you
Lo peor: un tema demasiado común.
3 – She Loves Control: un tema pop pegadizo con el que te entran ganas de bailar cada vez que lo escuchas. Camila nos muestra su nueva madurez con este tema donde Skrillex también dejado su huella. Uno de los temas más esperados del disco y también uno de los más aclamados por los fans. No podrás dejar de bailarlo.
Lo mejor: los toques latinos con la guitarra española.
Lo malo: ¿por qué todas las canciones tienen este tufo hetero?
4 – Havana: el tema más conocido de la cantante. Esta misma semana ha llegado a ser número 1 en la lista Hot 100 Billboard. Cantada, versionada y bailada por todo el mundo. El videoclip es una delicia donde podemos ver a Camila haciendo varios papeles. Las actuaciones en directo son cada vez más impresionantes y es sin duda uno de los temazos del 2017.
Lo mejor: es una canción muy ligada a sus raíces.
Lo peor: nada que decir.
5 – Inside Out: una canción facilona que se te pegara desde la primera escucha. Es una mezcla de una banda sonora de Disney y una canción tropical que escuchas en la playa.
La cantante se aferra de nuevo a sus raíces latinas en este tema, el más comercial de todo el disco.
Lo mejor: sus frases en español.
Lo peor: todo lo demás.
6 – Consequences: este temazo viendo co escrito de la mano de Amy Wadge, entre otros, quién ya compuso Thinking Out Loud con Ed Sheeran. Camila abre su alma en una de las canciones más intimas del disco y nos encanta la cercanía de la canción. Camila gana en las distancias cortas y esta canción es una de las pruebas.
Lo mejor: la sinceridad del tema.
Lo peor: seguro que hay algo, pero a nosotras nos encanta.
7 – Real Friends: Otro de los temas que ya conocíamos. Este tema nos recuerda mucho a Love Yourself de Justin Bieber y es que cuando Camila se pone en modo acústico no podemos hacer más que escucharla con atención. A pesar de ser un tema pop, la idea de abandonar las bases electrónicas nos encanta ya que encaja mucho con la voz de la cantante y podemos disfrutarla más. ¿Será este un tema dedicado a sus ex compañeras de Fifth Harmony?
Lo mejor: Cualquiera podría sentirse identificado en algún momento de su vida.
Lo peor: todavía le falta algo para ser recordado como un gran tema.
8 – Something’s Gotta Give: La recta final del disco es, personalmente, la mejor parte del mismo. Camila cierra su primer disco en solitario de una manera brillante, con sus canciones más sinceras y elegantes. El estribillo de esta canción es de lo mejor del disco y la cantante se arriesga y nos enseña su verdadera voz. Una de esas canciones que te ponen los pelos de punta.
Lo mejor: Todo
Lo peor: Nada
9 – In the Dark: Tengo predilección por esta canción y admito que es mi favorita de todo el disco. Me encanta la letra, la base y la parte final de la canción, donde por cierto, me recuerda muchísimo a Lorde. De esta canción se puede decir que es un grito a la hipocresía de Hollywood y a la necesidad de conectar con una persona de verdad. Para mi gusto, la canción más arriesgada y diferente del disco. No te pasará desapercibida para nada.
Lo mejor: Darling, come on and let me in
Darling, all of the strangers are gone
They’re gone.
Lo peor: soy incapaz de rellenar esto.
10 – Into It: co escrita con Ryan Tedder, vocalista de One Republic, entre otros. Habíamos oído mucho de esta canción y debo decir, que no se equivocaban en nada. Tiene el estilo de la nueva música pop que suenan en todas las radios y discotecas. Camila se suelta la melena en la que podría decirse, es su canción más sexy de todo el disco. Con esta canción, Camila pone punto y final a su disco donde nos ha dejado conocerla un poco más. Nos encanta el buen rollo que nos da está canción y nos parece un broche perfecto para acabar.
Lo mejor: la voz de Camila.
Lo peor: es la última canción del disco.
Después de este repaso nos preguntamos: ¿es este el disco que Camila quería hacer de verdad? En muchas entrevistas ella misma había dicho que el disco se compondría de 20 canciones y el retraso de la fecha de salida solo nos hace pensar que la discográfica no estaba muy contenta con el resultado del mismo. Si, es verdad que la cantante de tan solo 19 año ha roto records – número 1 en las listas más importantes de Estado Unidos – pero no tenemos la sensación de que haya puesto toda la carne en el asador. Es un disco, ante todo, correcto y que nos deja con un sabor agridulce porque nos encanta pero no estamos seguras de haber visto todo lo que Camila quería mostrarnos.
Desde luego, nos ha conquistado, sin ninguna duda, y estamos seguras de que escucharemos mucho más de ella en este 2018.
Ha llegado sin hacer mucho ruido, pero Becks es una de esas películas que, con poco, cuentan mucho. Después de pasar por unos cuentos festivales, como el Los Angeles Film Festival, el Frameline Film Festival, o el Outfest Los Angeles, por fin va a tener un estreno en salas comerciales, lo cual es buena noticia, porque significa que su distribuidor es probable que la lance en VOD y la podamos ver en todo el mundo.
¿Y de qué va Becks? Os preguntaréis, pequeñas croquetas. Pues la película cuenta la historia de, sorpresa, Becks (Lena Hall), una cantautora que, como no ha pasado por Operación Triunfo, tiene un éxito relativo en su vida profesional. Y en la personal… pues las cosas tampoco le van demasiado bien. Ella cree que su relación con Lucy (Hayley Kiyoko) va viento en popa, y en realidad ella le está engañando. Así que, ni corta ni perezosa, coge su guitarra y un montón de sueños, y se va a vivir con su madre a San Louis.
A la madre (Christine Lahti) le sienta regular que su hija se apodere de su sofá, así que a base de puntapiés la saca de ahí, y consigue que vaya al bar de su viejo amigo Dave, donde empieza a tocar por propinas… Y donde conoce a Elyse (Mena Suvari), con la que se miran de manera intensa y delatora. Todo esto que os acabo de contar viene en el trailer, lanzado hace unos días, y que a lo mejor, a lo mejor, os apetece ver.
Las críticas la ponen bien, haciendo hincapié en la música, que enlaza muy bien las escenas y tiene el peso justo y necesario. No contábamos con este film, la verdad, pero ahora tenemos muchísimas ganas de verlo. ¿Fecha de estreno aproximada en España? Pues solamente Netflix lo sabe (porque acabará en Netflix, acordaos de esto).
Carmen Laforet (Barcelona, 1921 – Madrid, 2004) es uno de esos enigmas literarios con demasiados recovecos por descubrir. Unos de los intereses creados en torno a ella fue su relación modo croqueta con dos mujeres tan excepcionales como ella: Lili Álvarez y Elena Fortún.
Corren los años cincuenta y Laforet es reconocida por su novela Nada, ópera prima de la escritora catalana, ganadora de la primera edición del Premio Nadal. España le ha enseñado que tiene que casarse lo antes posible o se le pasará el arroz y se quedará para escribir novelillas, así que no tarda en comprometerse con Manuel Cerezales, un señor muy señor. Después de cuatro hijos y un marido cuyas críticas literarias no ayudaban demasiado, Carmen comienza a tener correspondencia íntima con Lili Álvarez, una atractiva tenista que maravilló a la escritora con su visión del mundo.
«Dime, quería mía, ¿cuál es la lógica de nuestra conducta?», preguntaba Laforet a Álvarez, buscando tal vez en ella un empujoncito para declararse croqueta públicamente y huir de esa vida tan extraña que no la motivaba ni a la de tres. A pesar de que la deportista y escritora Lili la animó a salir de aquello, Laforet no pudo abandonar su hetoronormatividad y se quedó embarazada de su quinto hijo, un hecho que destrozó por completo siete años de amistad entre ambas. «No me verás más. Adiós» fueron las últimas palabras de Lili a Carmen. Un croquedrama en condiciones, con su época de llanto, chocolate y evasión del mundo.
Pero ojo a la novelista, que probablemente se dijo a sí misma eso de «el muerto al hoyo, y la viva al bollo». Elena Fortún fue el amor de los amores que sirvió de alimento emocional para la sombría Laforet, quien le dedicó frases como «quiero volver a estar una tarde contigo, muchas tardes y mucha más rato del que hemos estado nunca…». Amor en estado puro, oigan. Ambas mantuvieron correspondencia muchísimo tiempo, siempre deseosas la una de la otra, con la misma tensión con la que una espera el tic azul de WhatsApp. La última carta que escribió Fortún a nuestra novelista fue una despedida antes la que Laforet se quedaba, de nuevo, huérfana.
Desentrañar el misterio es muy difícil y tal vez jugar al What if… que tanto adoran los ingleses es convertir una simple fijación en ciencia ficción, pero ¡qué bonito es pensar en ese amor tan místico y tan intenso, oigan!
Qué tiempos aquellos en los que buceábamos en foros rusos para descargarnos una película que nos habían dicho que tenía lesbianas, y cuando después de tres días bajando en el eMule, con su calidad a 360 y unos píxeles como mi cabeza, veíamos que no se daban ni un triste beso, y además a una la mataban de una manera absurda. Te sientes identificada con esta situación, lo sé.
El caso es que, bendita tecnología, ahora disponemos de unas plataformas buenísimas, llámese Netflix, HBO, Amazon, o Filmin, en la que con dos clics y unos cuantos billetes, tenemos ante nuestros ojos un catálogo bastante decente de películas lésbicas. Hoy nos centramos en Filmin, que ha incorporado a su oferta el clásico instantáneo del cine lésbico, Carol, y con la excusa te traemos otras cintas más que no te puedes perder.
Carol
Si no la has visto, prepárate a que venga la inspección croqueta y te quite el carnet. No, en serio: Carol es, con toda probabilidad, la película lésbica más guay que hemos tenido la suerte de ver con estos ojillos. Y es que lo tiene todo: estilo, fotografía, música, una historia con final feliz, y, aunque esto sería suficiente por sí mismo, a Cate Blanchett y Rooney Mara mirándose con ojillos de amor. ¡Y es buena, le han dado un porrón de premios! Imperdible.
Criaturas Celestiales
Antes de que a Peter Jackson le diera por adaptar un librito semi desconocido para la gran pantalla, hizo sus pinitos contando la historia real de Juliet y Pauline, dos adolescentes que en Nueva Zelanda en 1954 asesinaron a la madre de una de ellas cuando quiso separarlas. Pero es, sobre todo, una cinta sobre el encontrar a alguien que te comprenda, para espanto de los demás, que no lo hacen. Ganadora del premio León de Plata 1994 del Festival Internacional de Cine de Venecia, Criaturas Celestiales está protagonizada por Kate Winslet y Melanie Lynskey.
80 Egunean
Hay amor pasada la juventud, y 80 egunean quiere contar cómo es ese amor. Axun acude al hospital a visitar al ex marido de su hija, y ahí se encuentra con Maite, a quien hace 50 años que no ve. Es fácil retomar la amistad, pero Axun se plantea sus sentimientos cuando descubre que Maite es lesbiana. En Filmin está disponible en versión original en euskera con subtítulos en español.
Habitación en Roma
Otro clásico, y la película lésbica favorita de muchas croquetas. Alba y Natasha tienen 24 horas y una habitación de hotel, y no piensan desaprovechar ninguna de las dos cosas. Julio Medem desnuda a Elena Anaya y Natasha Yarovenko, y consigue una historia sin artificios, y con algún momento incómodo para el espectador que, afortunadamente, se olvida pronto.
Luna en Brasil
Luna en Brasil cuenta la relación real de la escritora estadounidense Elizabeth Bishop y la arquitecta y urbanista brasileña Lota de Macedo Soares, cogiendo como base el libro Flores Raras e Banalíssimas de la autora Carmem Lucia de Oliveira. Las dos mujeres vivieron juntas durante unos quince años, y los últimos tiempos fueron turbulentos, marcados por el alcoholismo y la depresión de la brasileña.
Rara
Sara vive con su hermana y su madre, Cata, y con la nueva pareja de esta, Lía. Las dudas y los problemas de la adolescencia se sumarán a esa situación exótica para la joven que es formar una familia con la extraña Lía. El padre de las dos niñas, Víctor, aprovechará la incertidumbre de sus hijas para quitarle la custodia a su ex esposa, argumentando que dos mujeres no pueden proporcionar el mejor entorno para criar a dos niñas. Una historia real que ha dado la vuelta al mundo a base de premios en festivales.
Io e Lei
Io e lei, historia de una crisis en una pareja de mujeres que están en sus cuarenta, no es mala película, sino al contrario. Las actrices están muy, muy bien. La película se deja ver con facilidad. Incluso la trama me parece que es necesaria. Pero la vi hace poco y me dejó regular, porque esto de que el amor todo lo puede… pues bueno, no sé yo. Ahora, para una tarde de sofá cumple perfectamente su función (y yo la recomiendo).
Me molesta muchísimo tener que nombrar de nuevo a Hazte Oir en esta web. Yo preferiría hablar de otras cosas más agradables, pero hay veces que la vida te come, y tienes que morir al palo. En fin. Hazte oir (HO), para aquellas que no lo ubiquen, es una asociación que lleva desde su nacimiento en 2001 luchando por la familia. La familia formada por padre y madre, claro. Y si es blanca, mejor. Y si es católica, ni te cuento. Son los que organizaron marchas contra la ley de matrimonio igualitario en 2005, y los mismos que humillaron a niños y niñas trans diciéndoles que no existían mediante un mensaje en un autobús. Esa clase de gente.
Pues bien, el gobierno del Partido Popular ha revisado, como cada año, la concesión o mantenimiento de la condición de utilidad pública de ciertas asociaciones, y ha decidido mantener esta condición a Hazte Oir, a quien incluyó en la lista el ex ministro popular Fernández Díaz, y otorgársela a su vez a la Federación Católica Española de Servicios a la Juventud Femenina, una plataforma antiabortista. Casualmente, según informa Público, este grupo fue presidido por María Antonia Avilés, ex eurodiputada del PP.
La vergüenza no queda ahí. El ejecutivo le retira esta condición a la Sociedad Española de Quimioterapia, fundación que investiga sobre este tratamiento, al Comité de Defensa de los Refugiados, Asilados e Inmigrantes en el Estado Español, que la tenía desde 1989, y también a la Asociación Alba de Ayuda y Reinserción del Toxicómano, que trabaja con personas afectadas por drogodependencias y/o el VIH, y que presta especial atención a la prevención del uso de drogas.
El que una asociación sea o no declarada de utilidad pública es algo más que un reconocimiento nominal, puesto que con ello vienen implícitos beneficios fiscales para la asociación, pero también para aquellas personas que les donen dinero: las personas físicas pueden deducirse en la renta el 25% de la cantidad donada. En lo que respecta a las entidades, hay una rebaja del tipo impositivo en el Impuesto sobre Sociedades del 10%, están exentos del Impuesto de actividades económicas, del IBI, de la plusvalía municipal, rebajas en el IVA, y están a su vez exentos del impuesto sobre Transmisiones Patrimoniales y Actos Jurídicos Documentados.
Hay asociaciones que, sin estos beneficios fiscales, no podrían sobrevivir. Y otras que, al otorgárselo, hacen más y más negocio a costa de denigrar a otras personas, y a base de incumplir las leyes. HazteOir cuenta con un presupuesto aproximado de 2,6 millones de euros, que consigue con las cuotas de los 7000 socios, los eventos y los donativos, que como ya hemos visto desgravan una barbaridad y es fiscalmente ventajoso.
El mensaje que se lanza desde el gobierno del Partido Popular es claro: la utilidad pública cambia de significado, y ahora es lo que más cerca está a mi mentalidad, y quiero ahorrarme dinero al donar, y ahorrarles dinero para que sigan en su cruzada contra el siglo XXI. Es curioso, viniendo de quienes opinan que el Estado debe permanecer lo más ajeno posible a las actividades económicas de los ciudadanos, que estas medidas supongan ganar dinero con beneficios fiscales aprobados por ese mismo Estado.
The Miseducation of Cameron Post, la adaptación al cine de Desiree Akhavan de la novela de Emily M. Danforth de 2012, ha triunfado en el Festival de Sundance de 2018, donde ha conseguido el Gran Premio del Jurado de la sección de ficción. Con Chloë Grace Moretz a la cabeza del reparto, The Miseducation of Cameron Post cuenta la historia de una joven adolescente llamada Cameron Post.
Son los años 90, y todo se tuerce cuando pillan a Cameron teniendo sexo con la reina del baile del instituto. Sus conservadores tíos, que son sus tutores legales, la envían entonces a un centro de terapias de reorientación para homosexuales, una realidad todavía muy actual en Estados Unidos.
The Miseducation of Cameron Post se ha llevado uno de los mayores reconocimientos del festival de cine independiente más importante del mundo. No tenemos constancia todavía de que alguna distribuidora española se haya hecho con sus derechos para exhibirla en España, pero esperemos que llegue -y pronto- de una forma u otra a nuestro país, aunque sea pasando primero por los festivales de cine LGTB nacionales.
De la mano de Shonda Rhimes, y con Ellen Pompeo (Que tras su entrevista a The Hollywood Reporter se ha desvelado como algo más que ‘la actriz que hace de Meredith Grey’) como productora ejecutiva, llegará en marzo a nuestras pantallas un proyecto que se ha llevado con un secretismo brutal, pero del que finalmente vamos viendo pinceladas. Hablo del spin-off de Anatomía de Grey basado en los bomberos de Seattle: Station 19.
La serie tendrá a Ben Warren, el marido de Miranda Bailey, como pivote entre las dos ficciones, y es de suponer que veremos con cierta frecuencia a los personajes de una en la otra, lo que en la práctica supone ampliar el universo del Grey Sloan Memorial Marta Sánchez Adolfo Suárez Barajas.
Este mismo jueves, dentro de la emisión de la serie madre, veremos a loe nuevos personajes, aunque habrá que esperar hasta el 22 de marzo para disfrutar de un episodio entero, que en su premiere será de dos horas. Jaina Lee Ortiz (Rosewood), Grey Damon (Friday Night Lights); Miguel Sandoval (Bad Judge); Okieriete Onaodowan (Hamilton); Danielle Savre (Too Close to Home); Jay Hayden (The Catch); Barrett Doss (Iron Fist); y Alberto Frezza (Dead of Summer) serán los personajes principales del parque de bomberos.
Nada nos gustaría más que ver a una croqueta enfundarse el traje de intervención. Desde que Leslie Shay nos abandonara en Chicago Fire soñamos con este momento, pero yo ahora subo la apuesta: ¿Qué tal si alguna bombera fuera el nuevo amor de la cirujana pediátrica Arizona Robbins? Ahí lo dejo.
¿Andas buscando algo nuevo para leer? ¿Una novela un poco diferente, premiada, dura… tal vez un clásico?
Pues a lo mejor la obra más famosa de Alice Walker puede ser tu próxima víctima… (y hablo de víctima literaria, que para las otras ya está inventado el Tinder).
Publicada en 1982 (ya te he advertido que era una novela “viejuna”), El Color Púrpura es la historia de dos hermanas de raza negra ambientada en la América del Sur del período de entreguerras. Como imaginarás, no es este un momento fácil para las mujeres, menos todavía para las que son de color. Nettie y Celie viven en un entorno devastador en el que la sociedad y sus propias familias parecen dispuestas a romperles la vida en pedazos. Pero en una comunidad donde no hay lugar para la esperanza, las dos hermanas irán soldando los trocitos de su alma y reconstruyéndose con ayuda del tiempo.
El Color Púrpura es una novela sobrecogedora, cruel, real, cargada de emotividad, amor, pasión, valentía, injusticias, incesto y sí… también croquetas.
Yo sé lo que es una necesidad y a este punto queríamos llegar.
A lo largo de distintas décadas, la autora nos va desglosando la intensa vida de dos hermanas que se ven forzadas a separarse. Celie, la protagonista, vive en el sur de Estados Unidos casada con un hombre al que aborrece y martirizada por la vergüenza de haber sido violada por quien cree que es su padre. Durante toda la novela mantiene vivo el recuerdo de su hermana Nettie y la esperanza de reencontrarse algún día con ella, y vuelca todos sus sentimientos en unas cartas que sacuden al lector por la dureza de su contenido.
La dramática existencia de una apocada y silenciada Celie cambiará de repente cuando entra en su vida la amante de su marido, una extraordinaria mujer llamada Shug Avery que a mí me recuerda, no sé por qué, a una versión beta de Whitney Houston.
Cantante de soul, sexy, guapa, liberal, glamurosa… Shug es justo lo opuesto a Celie, que desde el principio se muestra fascinada por la presencia de esta apasionante mujer en su vida. A partir de ese momento, las dos mujeres desarrollarán una intensa amistad que ayudará a Celie a reconstruirse como persona, a construir su autoestima y a plantarle cara a todas las injusticias que han marcado su vida. Poco a poco Celie irá descubriendo el poder de su propio yo, de luchar por lo que quiere, de ser ella misma y, así, acabará liberándose de su crudo pasado para reunirse con aquellos a los que realmente ama.
Hay muchos motivos para animarse a leer esta novela. Para empezar, le valió a su autora un Premio Pulitzer en 1983, convirtiéndose así en la primera mujer afroamericana en conseguir este galardón. Otro motivo es que Steven Spielberg la adaptó al cine dos años después, en 1985, y en el papel protagonista tenemos a una INMENSA Whoopi Goldberg que si no recuerdo mal se llevó un Oscar por su interpretación de Celie. En resumidas cuentas: si los libros no son lo tuyo y te da pereza leerlos, siempre puedes lanzarte directamente a buscar la película. Además, su banda sonora también es buenísima. Mira, un dos por uno, eso que te llevas.
Cosas a saber antes de decidirte a abordar esta historia:
-Es una novela epistolar, lo cual significa que está vertebrada a través de las cartas que el personaje principal va escribiendo
-No es una lectura fácil. Diría incluso que tiene gran crudeza, aunque es un gran cuadro de la América de entreguerras y la dificultad que experimentaron las mujeres para hacerse oír en aquella época
-El croquetismo está presente pero es leve. No te zambullas en este libro con la errónea idea de encontrar en él una historia erótica de tórridas escenas bajo, sobre o entre las sábanas, porque no hay (casi) nada de esto. Pero si ese “casi” ha picado tu curiosidad, espero que sea motivo suficiente para que te animes a leerla
-Encontrarás, eso sí, una gran ternura que te hará empatizar con los personajes y misteriosamente tener esperanza por ellos, sabiendo que aunque su situación actual es desesperada, el futuro quizá albergue algo mejor para ellos
-Desde mi humilde punto de vista, la novela flaquea un poco en sus compases finales. Sigue teniendo interés y la leerás hasta el final, pero sobre todo movida por la curiosidad de saber cómo es el desenlace. Advertida quedas.
Feliz año, querida. Te deseo un 2018 lleno de orgasmos. Hoy retomamos Los secretos de Thais con una reseña que te hará replantearte la masturbación como la conocías. A mí, por lo menos, me ha desmontado el ritual de darme amor de arriba abajo.
Me encantan los retos. Mucho. Así que cuando me llegó este juguete erótico que prometía un orgasmo en 60 segundos solté una carcajada. ¿Te imaginas tener un orgasmo en un minuto? Qué bueno. Antes de nada, échale un vistazo, míralo. Se llama Zumio:
Lo que sí le dio puntos antes de atreverme a probarlo fue leer que estaba diseñado por y para mujeres, como debería ocurrir con todos los juguetes eróticos para mujeres. Aun así, con un poco de desconfianza lo probé y pensé: “qué cosa más rara”. Fue raro porque estaba acostumbrada a estimularme el clítoris y los labios menores al mismo tiempo, no a vibraciones tan concentradas en un punto tan específico… pero no estuvo mal. Se llama SpiroPunta, y es superprecisa.
Luego me dormí una pequeña siesta (ya he dicho alguna vez que los orgasmos me dan sueño) y tuve uno de esos sueños húmedos que no recuerdas, pero hacen que te levantes cachonda perdida. Zumio estaba ahí al lado porque lo había estado probando antes y dije: “venga, tú eres el elegido para quitarme estos calores”. Igual porque ya lo había usado, esta vez le cogí mejor el truco y lo puse justo donde tenía que estar. Vale, no fueron 60 segundos, pero en 90 como mucho tuve uno de los orgasmos masturbatorios más intensos que recuerdo.
Pensé: WOW.
Cuando a una le pasan estas cosas es difícil seguir haciendo vida normal. Cambié de vibrador habitual, solo para ver si lo que me había pasado con Zumio había sido cosa de una vez… pero no. De hecho, una vez que intenté volver a mi vibrador habitual me pareció aburrido, menos intenso, soso. Recuerdo que pensé: “¿pero qué está pasando?”.
Te pongo en contexto: ocho velocidades en lo que parece un lápiz, y es tan intenso que no pasas de la tercera. Un año de garantía y sumergible hasta un metro. Y puedes recargarlo en su base como si fuera un cepillo de dientes eléctrico, mira:
La base lleva un agujero para que conectes el cable típico de carga de un móvil Android (por si tienes iPhone, en la caja ya va uno). La interfaz es sencilla: un botón para encender y apagar y otros dos para subir y bajar velocidades.
También lleva su funda para guardarlo y que puedas llevártelo donde quieras. Porque da tantos orgasmos que yo no lo dejo en casa si me voy de viaje, te lo aseguro. Es pequeño, apenas pesa y es muy sencillo de guardar. Además, es de los juguetes más silenciosos que he probado recientemente.
Yo lo he puesto en un cajón que tengo al lado de la cama. Es facilísimo encontrarlo. Es que últimamente lo uso mucho. Es cierto que, si estás acostumbrada a masajeadores pequeños, al principio no sepas cómo colocártelo, pero te aseguro que acabas acostumbrándote. El tipo de vibración de Zumio y la manera en que se propaga es distinto a lo que hayas probado hasta la fecha y creo que es imposible que te deje indiferente.
Una publicación compartida de Thais Duthie (@thaisduthie) el Ene 28, 2018 at 6:02 PST
Lo que no me ha convencido mucho es la batería. Me ha sorprendido que, dándole el mismo uso que a mi anterior vibrador habitual, necesitara recargarse con más frecuencia. Me he informado y he descubierto en la web de Zumio que la duración de la carga depende de la velocidad a la que lo uses. Cuanta más intensidad quieras, menos durará la batería. Aun así, te durará mínimo 75 minutos y hasta un máximo de 4 horas. Lo que sí es interesante para resolver esto es que dejarlo en el centro de carga mientras no lo usas no daña la batería, así que nada más acabes de usarlo lo pones y no es necesario que lo quites hasta que vuelvas a utilizarlo. ¡Bien!
Después de estas intensas semanas de pruebas incansables, he llegado a la conclusión de que Zumio es el futuro. No es un vibrador, es el vibrador. Ese que toda persona con un clítoris debería tener. Perfecto para primerizas, expertas, para quien sea. Eso sí, veo difícil el usarlo en pareja, pero ya sabes, solo hay que echarle creatividad.