¡Vengan a Los Ángeles! Aquí brilla el sol, las playas son grandes y apetecibles, y los campos de naranjos se extienden hasta donde alcanza la vista.
Vale: en realidad no vamos a hablar de Los Angeles, sino de una ciudad vecina, Palm Springs. No tienen playa, pero quién las quiere habiendo parques acuáticos urbanos.
Palmeras que quedan fenomenal en las fotos de Instagram.
Homenajes a Vigo.
¿Dinoseto? Sí, lo conozco. Hace mucho que no oigo hablar de él.
Y, lo más importante: un consejo de la ciudad conformado únicamente por personas LGBT. El pasado martes se celebraron elecciones en algunas partes de Estados Unidos, decidiendo la composición de algunas asambleas legislativas,, gobiernos de Estados, y ayuntamientos en todo el país. En Palm Springs, sus ciudadanos han elegido a dos hombres gays, una mujer trans y una mujer bisexual como Council (que no sé cómo traducir en español, y lo vamos a dejar en Consejo).
Lisa Middleton llevaba en su programa medidas para mejorar los servicios públicos como bomberos, policía, y demás, así como para extender el uso de energía solar, y mejorar el centro de la ciudad.
Christy Holstege es abogada. Trabaja como abogada civil de tercera generación en el bufete legal de su familia, Gilbert & Bourke LLP, en Palm Springs. Además, atiende a las comunidades desatendidas del Valle de Coachella, incluyendo personas con discapacidades, personas LGBTQ, personas sin hogar, trabajadores lesionados, víctimas de lesiones personales y víctimas de discriminación y violencia.
Estas elecciones han resultado verdaderamente significativas en todo el país. Lo que hace solamente un año resultaba en un sentimiento pesimista sobre cómo Donal Trump y sus políticas iban a afectar a las personas LGBT, en realidad se ha convertido en un revulsivo y en un espíritu de lucha de este colectivo (el nuestro, vaya), contra la injusticia. Las personas LGBT somos igual de buenas o malas gestoras que las que no lo son, pero, por norma general, entendemos mejor las políticas sociales que afectan no sólo a nuestro colectivo, sino a cualquiera que esté en desventaja.
Estarás de acuerdo conmigo si te digo que hay tantas familias como hogares en el mundo: con papá y mamá, con dos mamás, dos papás, mamá y abuelos, sólo abuelos, un montón de hermanos, hijos únicos, perretes, tortugas, y demás familia. Por eso, cada vez encontramos más historias que reflejan estas realidades, y muchas enfocadas a los más pequeños de la casa, como ya te contamos en este artículo. Hoy te venimos a hablar de uno en especial que ha conquistado a dos de los actores más conocidos del panorama, George Takei y Sir Ian McKellen, y que mola un montón porque está protagonizado por una pareja de chicas.
Adam Reynolds y Chaz Harris escribieron el año pasado un cuento sobre un niño y un príncipe que se enamoran. A ellos se ha unido ahora Jaimee Poipoi para contar la historia sobre la hija de un pescador y una capitana feroz que mientras navegan en alta mar, se enamoran.
Ru hereda un mapa de su padre y se une a la tripulación de la valiente Capitana Freya. En su aventura en alta mar se encuentran con una feroz banda de piratas liderada por el Capitán Crow, embrujado por la malvada Reina Neva. Mientras su pasado amenaza con alcanzarla, ‘La Reina de las Mentiras’ está decidida a evitar que su oscuro secreto surja.
Chaz Harris ha contado a Huff Post lo que le ha motivado a escribir este cuento.
Los medios que vivimos siendo niños nos forman en cómo vemos el mundo y la forma en que nos vemos a nosotros mismos. A nivel mundial, [la comunidad LGBTQ] tiene algunas de las tasas de suicidio más altas y nuestros jóvenes a menudo corren más riesgo ya que continúan experimentando intimidación. Llegamos a la conclusión de que lo que hemos estado haciendo hasta ahora es una tirita, no se centra en las causas, sino en el resultado. La visibilidad y la representación en la narración de historias es muy importante porque si no nos vemos a nosotros mismos en las historias, no nos vemos en el mundo
El libro estará disponible el próximo junio, después de conseguir su objetivo de financiación en Kickstarter. ¡Ojalá lo editen en español!
Millenials no son los nacidos entre no sé qué año y no sé cual otro: millenials somos los contemporáneos de uno de los programas más míticos que nos ha dado la televisión de este país. Hablo, por supuesto, de El diario de Patricia, ese templo de la cultura popular que nos trajo en su momento escenas inenarrables como aquella chica que se quedó embarazada con un inyección del primo de David Civera.
https://www.youtube.com/watch?v=d1GA7Ko3SPU
El padre del ‘arreando, que es tarde’
Con una presentadora siempre sensible a las problemáticas de sus invitados, que aguantaba estoicamente las vivencias personales que les preocupaban.
Y programa al que tenemos que agradecer TODOS los gags de Homo Zapping con el Ruben y la Jessy. GRACIAS.
En esa España de los dosmiles, en la que la juventud todavía contaba los caracteres de los SMS (Tqm cnt (k)), enviaba mensajes para conseguir politonos, y se conectaba al messenger para hablar con su cibernovia, muchas eran las croquetas que veían el programa para, directamente, ver a chicas que tenían unos dramas con sus novias que ríete tú de las historias de Esther y Maca. Historias reales como la vida misma, como la de Tamara, que iba al Diario a decirle a su novia Jenny que esas fotos que había visto por Tuenti con su ex no eran para tanto.
Silvia éramos todas con quince años. Porque Silvia se enamoro de su mejor amiga, y bueno, pues la agobió. ¿Y qué mejor manera de que le perdonara el agobio? ¡Pues llevarla a la televisión nacional! Un ambiente distendido y relajado, en donde el calorcito de los focos haría brotar del corazón de Elena sentimientos de perdón y cordialidad.
Nunca es tarde para encontrar el amor, decía Patricia Sandra, para dar paso a Esperanza, quien con casi 40 años se enamoró de una mujer, y fue a contarlo para dar ánimos a las croquetas del país. Pero… sorpresa. Las cejas del momento 2:55 son LO MEJOR.
Pero el Diario de Patricia no sólo era un espacio para salir del plató como el Rosario de la Aurora, sino también era un lugar para encontrar la paz y el desahogo buscando consuelo en tu pareja. ¿Que estás harta de follar, que no puedes más, y que quieres pedirle POR FAVOR a tu novia que te deje vivir? En Antena 3 tenían un hueco para ti.
Más que un programa era una ONG, un lugar donde mejorar la vida de las personas, contando lo más hondo de tu alma. No sin poca nostalgia, digo, ¡que viva El diario de Patricia!
Hoy se estrena en Madrid en El rincón de Jacob la obra de microteatroEl reencuentro, una pieza de 15 minutos que llegará a la sala madrileña también los días 15 y 22 de noviembre, creada por Alexandra Gascón. “Una historia muy íntima, con dos personajes y que pudiera ser atendida de primera mano por el espectador”, según la autora, que se estrena en la dramaturgia y la dirección teatral, y a quien HULEMS ha entrevistado.
El reencuentro, protagonizada por Melisa Meseguer y Lucía Ranz en los papeles de Julia y Blanca, habla de tener la “suerte de encontrar un gran amor pero a la vez la desgracia de que no funcione” porque “el amor a veces no es suficiente”, explica Alexandra. Las protagonistas tuvieron un romance en los gloriosos años de la Movida Madrileña, fruto del cual tuvieron un hijo, pero Blanca decidió irse a Inglaterra. Las dos se reencuentran años después en un bar, cuando el pequeño fallece trágicamente.
“Me apetecía hacer una historia agridulce, una historia protagonizada por dos personajes que se hubieran amado intensamente pero que aún así no hubiera funcionado. Transmitir, en resumidas cuentas, que el amor a veces no es suficiente. Decidí ambientarlo en una época que definiera de alguna forma la personalidad del personaje de Julia, una época transgresora y de cambio como es la Movida Madrileña. Al acabar de escribirla me di cuenta de que estas podrían ser perfectamente las dos mujeres de las que habla la canción de Mecano”, comenta la autora y directora.
Dice que “las dos personalidades pueden basarse perfectamente en dos partes de una misma persona”: “Una sería nuestro lado más alocado y la otra la que tiene los pies en el suelo. Julia es un personaje de rock and roll puro. Vive por y para el momento, se rige por el carpe diem. Blanca viene de una familia tradicional pero se nota desde siempre fuera de lugar en ese mundo, para ella la Movida supone abrir los ojos y con Julia una transformación completa de su universo”.
Alexandra (Valencia, 1991) estudió Dirección Cinematográfica del Centro Universitario de Artes TAI de Madrid, y desde entonces ha hecho varios cortos, y ahora da el salto al micro teatro porque “hay que saber contar las cosas en ‘micro’ para poder pasar a lo ‘macro'”, reconoce.
“De momento no me supone una gran traba, estoy acostumbrada a contar historias cortas. No importa la duración lo importante es que transmitas lo que sea que quieras transmitir al público, que conecten con la historia y se vean reflejados de algún modo u otro con ella”, concluye Alexandra.
Mar vuelve a su pueblo después de una larga temporada fuera. Ahí se encuentra con Ana, que quiere a toda costa huir de él. Entre las dos mujeres surge una atracción que, a todas luces, resultaba inevitable. Será por la música de Toña la negra.
En Aguas Quietas fue ganador de Fomento Y Coinversiones, y fue seleccionado en el Editing Studio del Berlinale Talent Campus en 2010. Pasó por más de treinta festivales internacionales y fue ganador del Vancouver Latin American Film Festival 2011 al mejor cortometraje. Su directora, Astrid Rondero, tiene en postproducción otra historia de recuerdos y encuentros, titulada Los días más oscuros de nosotras, que estamos deseando ver muy pronto.
En el colegio no le va bien. Casi no tiene amigos. Su madre intenta, con paciencia, comprender qué le pasa. Pero Sergio cumple durante una hora al día sus deseos, gracias a la ayuda de su abuela, y a pesar de su retrógrado abuelo.
Este es el argumento de Moiré, un corto protagonizado por Inma Cuesta, dos veces nominada a los Goya, Hugo Gracia, Ana Arbués, y Miguel Zúñiga, y codirigido por Juancho Bañuelos y Estefanía Cortes. Con él pretenden hacer visible una realidad que, a veces, queda oculta, sobre todo en los medios de comunicación, y es la de los menores trans: niños que, a veces, sufren porque no son capaces de expresar lo que les pasa, y se topan de frente con las ideas preconcebidas que tiene su alrededor.
El Estado de Virginia celebró ayer su jornada electoral, en la que elegían los cargos de la Asamblea legislativa estatal, y Danica Roem ganó, convirtiéndose en la primera representante estatal abiertamente trans en ser elegida en los Estados Unidos. Esto, por si solo ya es una buenísima noticia, pero si nos fijamos en quién era su oponente… la victoria sabe más dulce. El representante del partido Republicano era Robert G. Marshall, un conservador acérrimo que quería “preservar las leyes de la naturaleza”, poniendo en marcha acciones como la de prohibir a las personas trans usar el baño que necesiten, algo que puede parecer ¿menor?, pero que condena a la gente a no usar el espacio público sin temor.
La periodista de 33 años, que ha tenido que soportar durante toda la campaña que su contrincante se dirigiera a ella en masculino, triplicó los votos de Marshall, señal de que algo está cambiando (a mejor). Pero no solamente ayer fue la noche de Danica, sino que otros cargos interesantes fueron escogidos en el Estado: la primera candidata abiertamente lesbiana del estado, la demócrata Dawn Adams, quien obtuvo una estrecha victoria en el West End de Richmond, las primeras delegadas latinas del estado, Elizabeth Guzman y Hala Ayala, ambas del condado de Prince William, que derrotaron a los titulares republicanos, y la primera delegada asiática-estadounidense del estado, Kathy Tran.
Estaba claro que la victoria de Trump iba a desatar una ola de reacción en todo el país, y los primeros resultados se están viendo. Nunca había tenido tantas ganas de unas elecciones como de las de 2020.
¿Eres de esas que la semana pasada iba de manga corta por la vida? Pues zas, in your face: la publicidad navideña ya está aquí. Sin tiempo para habernos comido todas las chuches de Halloween, y ya hay quienes están nerviosos por sacar el abeto a pasear. Ay. Una de las compañías que evitan limitar la Navidad a… los días de Navidad, es Starbucks. La cafetería más cara (y deliciosa) del mundo está haciendo promoción de su archiconocido vaso festivo, y este año se ha acordado de las croquetas. BIEN.
Porque, sorpresa, nosotras también celebramos la Navidad con nuestra familia, y a veces hasta con la familia de nuestra novia/mujer. Lo sé: shocking. No es la primera vez que la empresa ha mostrado el apoyo al colectivo LGBT. En el pasado e han enfrentado a boicots por parte de los gobiernos de Malasia e Indonesia por este motivo. De hecho, el presidente ejecutivo de Starbucks, Howard Schultz, ha dicho alguna vez que no quiere que los opositores al matrimonio entre personas del mismo género compren su café o se conviertan en accionistas. Más claro, el café americano de su compañía.
Empiezas una serie porque te han dicho que es interesante, pero no sabes nada de ella, por lo que asumes que no es nada gay (te habrías enterado).
Capítulo uno: los protagonistas hetero se miran sin pena ni gloria y ya sabes que van a liarse en unas 2 temporadas.
– Te limitas a la trama because este ship no sabe lo que es tener química y te interesa cero.
No hay suficientes mujeres con peso en la serie como para encontrar miraditas, aunque lo intentas. Supones que no todas las series pueden tener lesbianas, por desgracia.
Hay un personaje femenino al que empiezas a querer más que a tu vida, vamos a llamarle Kate.
PROTECT HER. Que nadie le haga daño.
Te has tragado toda la primera temporada y la serie es pasable, pero no han profundizado nada en la historia de Kate, con quien ya te quieres casar, y eso te indigna.
Empiezas la segunda temporada e introducen a un nuevo personaje femenino, llamémosle Alex.
Alex te conquista en el segundo 0, y ya es tu child nº 2 de la serie.
Capítulo dos de la segunda temporada: YOU SHIP IT. Se han mirado más de lo que tú sabes que es socialmente aceptable entre conocidas, sonrisa incluida, y ya estas perdiendo el culo.
Se hacen best “friends” súper rápido y empiezan a pasar mucho tiempo juntas, y tú GRITAS, porque omg tienen muchísima química.
Empiezas a visualizar que para el último capítulo va a haber rollobollo en la serie y estás LIVING.
La temporada está a punto de terminar y de golpe están hablando de cómo están solteras y cómo los hombres no han sabido apreciarlas hasta ahora. JURAS EN ARAMEO Y TE PREPARAS, se están poniendo ojillos, TÚ LO VES, y empiezas a gritar ‘NOW KISS!!!’
Y la pareja hetero entra en escena con su drama terrible de ‘no podemos estar juntos porque no está bien’, y tú pones los ojos en blanco porque ‘OH, REALLY?’ mientras controlas tus instintos asesinos.
La temporada termina y tú con todos estos feels. Señor.
Pero está claro que las van a liar, ¿no? Así que tú esperas pacientemente, leyendo los fanfics que ya inundan internet, pendiente de si ambas actrices firmaran contrato para toda la temporada (porque las experiencias pasadas te han hecho escarmentar).
Durante la larga espera el cast hace diferentes entrevistas y paneles y el guionista de turno suelta la absurda idea de que Kate y Alex son solo amigas, con experiencias similares que les hacen comprenderse bien, y que no ve la química que tú hasta hueles. Quieres quemar a ese señor por blasfemia.
Las actrices dicen que no cierran puertas a nada pero que ellas no esperan que nada vaya a pasar.
La tercera temporada empieza y esto ha entrado en nivel Rizzoli and Isles, todo es gay pero eres la única que parece ser consciente (junto con Tumblr claro, donde acudes tras cada capítulo para gritarle al mundo tus penas).
La pareja hetero se termina liando. ¿Qué les verán a estos dos? Tú no entender.
Hay drama con Kate y tu SUFRES lo que no está escrito. Menos mal que Alex (y los otros) está ahí para apoyarle.
Otra temporada que termina y no pasa nada. Estás empezando a perder la fe, y ya te has leído todos los fanfics buenos de Archive of our own.
Cuando empieza la cuarta temporada empiezan los rumores sobre una posible cancelación, ya que la serie no es muy conocida y los niveles de audiencia han ido cayendo. Le gritas por twitter al guionista al que casi quemas el año pasado que los gays son fieles seguidores y que de pie a Kalex, pero no te responde. Será inútil.
Empiezas a jugar a un juego porque tu loca interior no puede más con esta vida: Cada vez que pasa algo que consideras gay en la serie das un buen trago de cerveza. ¿En qué ha quedado tu vida?
La pareja hetero rompe, porque “el amor es difícil”. Que pereza todo, de verdad.
Los rumores sobre la cancelación se confirman, pero los actores explican por redes sociales que grabaron un final alternativo, cerrando las tramas, por si las moscas. Aseguran que gustará mucho a todos los fans.
‘A todos los fans’.YA ESTÁ. Te vienes arriba. En el último capítulo pero les van a liar, total, no tienen nada que perder. Tu sufrimiento tendrá un pequeño premio.
Palomitas, clinex, mantita, cerveza… lo coges todo y le das al play para ver el último capítulo de la serie.
Empieza con tensión: el capítulo pasado terminó en medio de un dramón importante y has pensado en 347 maneras en las que puede terminar todo esto. Te sientes preparada.
Mira, no he podido evitarlo, ¡MIRAD QUE PREPARADITO VA! Muero.
No estabas preparada. Han cerrado todo deprisa y corriendo, y tienes MIL DUDAS. Aún quedan 8 minutos y esperas que 4 de ellos sean exclusivamente de Alex y Kate declarándose.
Quedan 5 minutos y ¿no va el prota y le pide en matrimonio a la pava esta? Alucinando estás. Pero bueno si esto va de fanservice tú encantada.
No pasa. No te puedes creer que no haya pasado. Se han dado un abrazo grupal y Kate y Alex se han cogido de la mano. Fin.
Estás cabreadísima y te vas a gritar las redes sociales.
Os prometo que soy una persona medianamente normal y razonable.
Es la última vez que caes en una situación similar. Te has cansado de tener esperanzas en series que pasan de la visibilidad LGTBQ. Nunca más.
Para distraerte de esta absoluta decepción te pones una serie que te ha recomendado una amiga, te han dicho que es interesante…
La magia de Tillie Walden es que consigue hacer fácil lo difícil. Hace que dibujar y escribir un cómic emotivo, intimista y con personalidad con el que resulte muy fácil conectar parezca coser y cantar, aunque en realidad no lo sea.
Y es que Piruetas confirma lo que venía sospechando desde que descubría a esta mujer con esa pequeña joya llamada I love this part, que es una Artista con mayúsculas. Alguien que ya ha encontrado su estilo, su voz y, lo que es más importante, sabe cómo usarlo y cómo transmitir a través de ellos.
En Piruetas, es la propia Tillie la que mete dentro de sus viñetas, se abre a nosotros y hace una radiografía de sus difíciles años adolescentes, cuando el patinaje sobre hielo era el epicentro de su vida, y el bullying, la soledad y el armario, lo que la alejaba de la felicidad.
Como ya dije hace un tiempo, con Walden menos es más. Los diálogos son cortos y sus dibujos sencillos, pero no por ello menos expresivos. Cada viñeta se centra sólo en lo importante. No hay nada que sobre, pero tampoco que falte, ni florituras ni adornos innecesarios que puedan distraernos de lo que ella nos quiere contar. Y es que pocos son los que consiguen expresar tanto con tan poco.
En resumen, un cómic coming of age autobiográfico, melancólico y muy personal, que no deberíais perderos bajo ningún concepto porque es de los buenos buenos. Palabrita.