Resumen del episodio 10:
Nos quedamos con Eren, Armin y Mikasa convenciendo a Dot Pixis que podían ser la solución al problema de Trost: Si Eren se convierte en titán y carga una enorme roca hasta el boquete de la entrada puede bloquear el acceso de más enemigos. Sin embargo, los ánimos están de lo más caldeados después de la traumática experiencia.
A pesar del estado de Eren y del desgaste de las tropas, a Dot Pixis le corre prisa poner en marcha el plan. El nivel de inquietud entre los supervivientes del ejército está llegando a niveles de histeria. El plan de reconquistar Trost parece una locura y nadie quiere volver a entrar en ese infierno. A pesar de la amenaza de ejecución por deserción, muchos claman que prefieren morir de esa manera que a manos de los titanes.
Pixis y Eren tienen una interesante charla en el muro mientras tanto, sobre las guerras y la enemistad entre humanos antes de existieran los titanes.
“Y entonces alguien dijo: si una fuerza exterior suficientemente poderosa atacara la humanidad, ésta se vería obligada a unirse en un frente común y a dejar de lado sus diferencias.”
Eren lo ve como un cuento de hadas utópico, que no refleja para nada la realidad en la que se encuentran: la humanidad no ha hecho, ni de lejos, el frente común que se esperaba.
Cuando llegan al muro está todo fuera de control: peleas entre soldados, lágrimas y gritos. La poderosa voz de Pixis consigue abrirse cierto camino para presentar a Eren como un experimento del gobierno para dominar el cuerpo de un titán. Ninguno de los compañeros puede creerse que haya vuelto a aparecer, después de lo sucedido hace pocas horas.
El plan que Armin ha diseñado consiste en que las tropas protejan a Eren mientras este carga con la roca hasta la entrada. Atrayendo a los titanes hasta un rincón del distrito, se puede dejar una vía libre bastante cómoda para que pueda llevar a cabo la misión, con un equipo de élite acompañándolo. Sin embargo, es consciente que todo depende de una variable tan poco segura como que Eren pueda y esté en condiciones mentales para hacerlo.
Pixis consigue calmar los exaltados ánimos con una buena dosis de manipulación y recordando el genocidio consciente de los habitantes de Muro María hace cinco años. Apelando a la protección de sus seres queridos, los insta a sacrificarse por la causa para poder conseguir lo que sería la primera victoria de la humanidad contra los titanes.
Mikasa y Eren vuelven a la trifulca cuando esta insiste en acompañarlo, aunque él no deja de recordarle que no es ni su hermano ni su hijo y que debe cumplir órdenes. Al final la suerte le sonríe a ella cuando Ian Dietrich, el jefe del equipo de élite encargado de proteger a Eren, decide incluirla en el equipo debido a su habilidad.
Eren es consciente del peso que tiene en la misión, que es la esperanza de todos. Y si no lo era, Rico Brzenska se dedica a torpedearlo con chantaje emocional sobre las vidas que se perderán durante la misión. A Rico ya la habíamos visto tratando de calmar los ánimos cuando el trío estaba rodeado por el ejército. Aunque de apariencia fría, parece muy preocupada por sus compañeros.
Todos están pendientes de Eren y su transformación en titán. Mikasa la que más, lo suficientemente cerca como para protegerlo de cualquier mal a pesar de que mida como 15 metros. Sin embargo, eso la convierte en el primero objetivo del titán, que la ataca nada más dar dos pasos.
Un final realmente impactante de episodio que nos deja, una vez más, agarrados al borde del sofá y con el corazón en un puño. El ambiente opresivo que se ha respirado durante 20 minutos parecía haberse calmado un poco cuando la misión comienza a ir como debe, sólo para golpearnos con la ¿posible? muerte de Mikasa.
Y a tí, ¿Qué te ha parecido? ¿Crees que esto va a acabar como el rosario de la aurora, o tiene algún futuro? ¿Cuántos crees que la van a palmar? ¿Has hecho apuestas ya? XD